Las cuentas públicas contemplan una recaudación récord y el mayor crecimiento del PIB en casi medio siglo

Los Presupuestos Generales del Estado para 2022 se aferran a la recuperación post-covid marcando los mayores registros económicos de la historia: crecimiento récord del Producto Interior Bruto (PIB) desde hace casi medio siglo, recaudación tributaria récord, inversión récord y gasto récord, los dos últimos conceptos espoleados por los fondos europeos NextGenerationEU. De hecho, 27.633 de los 40.238 millones (8.929 millones en inversiones reales, 31.309 millones en transferencias de capital) corresponden al maná comunitario, que en los próximos años alcanzará más de 70.000 millones en transferencias directas para relanzar la economía. 

Son cuentas muy optimistas y por algo el Gobierno las califica como los presupuestos de la recuperación justa: esta visión se refleja en la tasa de paro, 14,1% para 2022, y en el descenso de las partidas para el desempleo (22.457 millones el año que viene) del 10,2% con relación al año actual (25.012 millones de euros). Se prevé mantener la actual tendencia de creación de puestos de trabajo, aunque la tasa de desempleo pronosticada se sitúa aún por encima de las del tercer y cuarto trimestre de 2019.

Los ingresos tributarios suben un 8,1% ("una recaudación fiscal prudente") hasta llegar a una cifra nunca vista, 232.352 millones de euros que procederán del IRPF, Sociedades, IVA o Impuestos Especiales. Los socios de coalición acaban de pactar un aumento del tipo mínimo del Impuesto de Sociedades del 15%. Y aunque Hacienda solo calcula que ingresará unos 400 millones de euros más, la recuperación elevará los ingresos con este tributo hasta los 24.477 millones de euros, un 11,8% más de lo que se prevé ingresar en 2021 (21.889 millones), siendo el impuesto que más aumenta. La recaudación tributaria de los impuestos cedidos a las comunidades autónomas (Impuesto de Patrimonio, Sucesiones y Donaciones, Índice de Transmisión Patrimonial, Actos Jurídicos Documentados) se dispara un 18,6% respecto a 2021, hasta los 114.657 millones frente a 114.657 que se ingresarán en 2021. 

El PIB crecerá todavía más que lo previsto en 2021: un 7%, la tasa más alta desde 1973, cuando la economía escaló un 7,8% según la Base de Datos Anuales del Ministerio de Hacienda. El Ejecutivo mantiene además el crecimiento del 6,5% para este ejercicio, a pesar de la drástica revisión del INE hace dos semanas relativo al segundo trimestre de 2021 (1,7 puntos menos). Son presupuestos que confían de manera acérrima en el efecto rebote tras la cuasi desaparición de las restricciones y el increíble avance de la vacunación en España. 

El gasto social también es considerable, 240.375 millones de euros, que se elevan hasta 248.391 millones contando los fondos europeos. Esto permite aumentar la inversión en Sanidad un 11% sobre 2021, hasta los 5.434 millones sin incluir las vacunas; y en Educación un 2,6%, hasta 5.026 millones. No se recuerdan registros tan altos en ambas partidas ni en los años del boom hasta la crisis de 2008.

Siempre dentro del gasto, Cultura es proporcionalmente de las partidas que más crecen, un 46,3% hasta los 1.589 millones. En este notable incremento tiene mucho que ver el bono joven cultural de 400 euros para todo aquel que cumpla la mayoría de edad, dotado con 210 millones de euros. El otro bono estrella es la ayuda directa a la vivienda de 250 euros al mes durante dos años a jóvenes asalariados de entre 18 y 35, que supondrá otros 200 millones de euros a cargo de los presupuestos. 

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Aunque progresivamente se oyen cada vez más voces para retirar ayudas capitales durante lo peor de la pandemia como los ERTE o la prestación a autónomos por cese de actividad, la apuesta por la recuperación lleva al Gobierno a fijar el aumento interanual del consumo privado un 6,9% (sobre un 8% este año, lo que mejora los datos de 2019). Según el Ejecutivo, se crea por primera vez un capítulo presupuestario para los jóvenes, dotado de 12.550 millones de euros, en el que se incluyen las becas (2.199 millones), la Formación Profesional (2.000 millones) o los bonos anteriores para el alquiler o la cultura. A cambio, y como consecuencia de la retirada de las ayudas extraordinarias y de la mejora del empleo, el Servicio Público Estatal de Empleo (Sepe) padece un tijeretazo importante del 85%, de 4.467 millones a 672.

El ministerio que más dinero recibe será el de Inclusión y Seguridad Social, con 33.478 millones, de los que 18.396 millones de euros van a pensiones. A esto hay que sumarle otra partida que recibirá el ministerio que dirige José Luis Escrivá, 15.082 millones más que no van en las transferencias a la Seguridad Social. Queda por conocer el detalle, pero en este último concepto es probable que se encuadren los 4.436 millones de euros dirigidos al Ingreso Mínimo Vital para 2022. En 2021 se incluyeron menos de 3.000 millones para las familias más vulnerables y según la Airef no se gastará todo. Para combatir la pobreza aunque fuera de Seguridad Social, se amplía en 48 millones el Bono Social Térmico, hasta alcanzar los 157 millones de euros. 

Las comunidades autónomas tendrán dos vías extra de ingresos: 3.100 millones de euros de la liquidación definitiva del IVA de 2017 –un asunto judicializado– y otros 3.900 millones adicionales para financiar las liquidaciones negativas de 2020.