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LA NUEVA LEGISLATURA

Interior extrema la seguridad en el Congreso mientras el PSOE se prepara para tensas jornadas en la calle

Alrededores del Congreso custodiados por la Policía.

El Congreso de los Diputados celebrará el miércoles y el jueves el debate de investidura de Pedro Sánchez en mitad de un fuerte clima de tensión social impulsado por las derechas. Y en los alrededores del Palacio de la Carrera de San Jerónimo ya se empieza a desplegar un fuerte dispositivo de seguridad. Efectivos de seguridad y vallas marcan la imagen.

Los policías ya están restringiendo el paso de peatones por las calles adyacentes y se pide también identificación en las inmediaciones de la Cámara Baja para las personas que acceden a trabajar a ella. La sesión llegará tras días de altercados en la sede socialista de Ferraz, que sigue manteniendo el protocolo de que los empleados allí abandonen en lugar después de comer.

En el Gobierno y en Ferraz son conscientes de que serán días duros, alentados por discursos que llegan de políticos de derechas. En el Ministerio de Interior llevan días preparando el dispositivo, que contará con entre 1.300 y 1.400 agentes, y subrayan fuentes gubernamentales que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado tienen “músculo, experiencia y profesionalidad”. “Sean como sean las convocatorias, las gestionaremos para que las jornadas se desarrollen con normalidad”, apunta fuentes conocedoras del despliegue.

"Los responsables se llaman Abascal y Feijóo"

En Ferraz siguen con mucha preocupación y atención lo que está pasando en todas las casas del pueblo y sedes socialistas, donde amanecen con continuas pintadas de “traidores”. Asimismo, en ciudades como Valladolid, Salamanca y Guadalajara se están colgando carteles con las fotos de los diputados de esas provincias para señalarlos como partidarios de la amnistía.

Desde la dirección del PSOE indican que la jornada de la investidura “va a ser el día en el que comprobemos, como en los días pasados, que el trumpismo ha arraigado en España, algo que ya se denunció durante la jornada electoral”. “Los responsables se llaman Abascal y Feijóo”, resumen desde el cuartel general de los socialistas, donde lamentan las palabras que se escucharon de los líderes conservadores durante las concentraciones del domingo, donde Isabel Díaz Ayuso señaló: “Nos encargaremos de devolver golpe por golpe”. Asimismo, el presidente del PP acusó a Pedro Sánchez de “comprar” la investidura y exigió nuevas elecciones. Los populares continuaron subiendo el tono este mismo lunes, cuando el vicesecretario Miguel Tellado acusó al presidente en funciones de ser “el mayor peligro para la democracia” y decir que debería irse “en un maletero” de España.

La presidenta del Congreso, Francina Armengol, durante su declaración este lunes para convocar el Pleno de investidura quiso hacer unas reflexiones al hilo, remarcando su defensa al derecho a manifestarse. Pero puso en valor el “diálogo, el consenso y el intento de unir a los españoles” frente a “algunas declaraciones de diferentes líderes” que instan a la “crispación y a la división”.

Para ella, es el momento de “apreciar como nunca” la democracia, las instituciones y el diálogo como “forma de entenderse, evidentemente desde la discrepancia ideológica en una democracia madura como la nuestra”. Asimismo, condenó de forma “tajante” cualquier “tipo de agresión, violencia y desacato al orden público como se ha vivido en algunas calles”.

Durante las últimas horas, en grupos ultra de Telegram también siguen extendiéndose mensajes muy duros contra Pedro Sánchez y se hacen llamamientos para seguir acudiendo a las protestas en Ferraz y a las inmediaciones del Congreso durante la investidura.

También varios diputados recuerdan que ya en la anterior investidura en 2020 se vivieron episodios de tensión, que llevaron incluso a tener que poner escolta al diputado Tomás Guitarte, de Teruel Existe, que durmió fuera de su casa la noche anterior de la votación. La confianza de los parlamentarios, según varios consultados, es total en las fuerzas y cuerpos de seguridad. Además, el Congreso vivió también una jornada con máxima seguridad hace quince días con motivo del juramento de la princesa Leonor, donde no se registró ningún tipo de incidente.

"La angustia existencial de que gobierne el otro bloque"

La polarización sigue creciendo en España. Como comenta el politólogo Pablo Simón, hay un “rechazo creciente entre electorados: se está imponiendo una cierta angustia existencial ante la posibilidad de que gobierne alguien del otro bloque”. “Esto se convierte en un test de estrés para las instituciones. En el caso de la derecha. el miedo es a la desaparición de la nación, y hace que se sientan legitimados para oponerse por tierra, mar y aire. Se considera que el Gobierno no tiene las atribuciones para poder traficar con algo que no es suyo”, apostilla.

Ley de amnistia

Simón advierte de que se crea un problema cuando empieza a imponerse la idea de que se apoyan las reglas institucionales sólo cuando “ganan los míos”, En su opinión, “las protestas van a continuar". “En el momento de hiperinflación del adjetivo se va legitimando cualquier tipo de oposición, es la vorágine que vivimos”, remacha el profesor de la Universidad Carlos III.

Ramón Mateo, director de beBartlet, hace varias reflexiones sobre lo que está sucediendo. Lo primero que señala es que, de materializarse la investidura. la oposición de PP y Vox “va a una etapa muy complicada” y “polarizada”: “El elector de derechas visualiza que, pese a todo lo que ha pasado, ha sido insuficiente para gobernar. Esto lleva, por un lado, al hastío, pero por otro al enfado y la ira. Esa imposibilidad de digerir y acompasar este tipo de resultado con la realidad de las elecciones y las mayorías parlamentarias”.

Cree que, ante ese escenario, los partidos de la oposición “van a necesitar mantener la activa la movilización y el enfado ante el riesgo de que los electores acaben cansados”. Asimismo, cree que buscarán todos los “recovecos institucionales” para aprovechar la “fragilidad” de la mayoría de esa investidura. Mateo hace hincapié asimismo en la pugna entre el PP y Vox por capitalizar el enfado con Pedro Sánchez, y cree que mediáticamente por ahora va ganando en esa lucha la formación de Santiago Abascal.

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