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Eva Kaili y su pareja ayudaron a dos armadores griegos a sortear las sanciones de la UE a Rusia

El armador griego Evangelos Marinakis, durante un partido del Nottingham Forest, del que es propietario, en agosto de 2022.

Nikolas Leontopoulos, Thodoris Chondrogiannos (Reporters United)

El pasado 28 de junio, el Qatargate ya no estaba en el punto de mira de la opinión pública europea. Pero ese día seis agentes de la Policía belga, acompañados por agentes griegos y un fiscal, registraron las oficinas de una compañía naviera en la calle Iasonos del Pireo. Hasta el día 30 de ese mes se sucedieron otras seis redadas similares en oficinas y residencias de Atenas, El Pireo y Larisa.

¿Qué buscaban los policías belgas? La explicación se remonta al primer día del Qatargate, el 9 de diciembre de 2022, cuando Francesco Giorgi fue detenido en Bruselas. Los agentes se incautaron de 878.355 euros en efectivo en el apartamento de la pareja del asistente parlamentario Giorgi, la entonces vicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili. Ambos están acusados de corrupción, blanqueo de capitales y pertenencia a organización criminal. Francesco Giorgi admite que hizo lobby en la sombra a favor de Qatar, Marruecos y Mauritania. Eva Kaili niega los cargos que se le imputan.

Entre los objetos incautados por los agentes aquel 9 de diciembre se encontraba el ordenador portátil del asistente italiano. En él hallaron una carpeta llamada Business con cuatro subcarpetas: Nitrato, Q8 –Kuwait en inglés–, Test Covid y Rusia. Todas ellas, según explicó luego a la Policía, formaban parte de sus planes para convertirse en intermediario comercial una vez abandonase la Eurocámara.

En las notas que preparó para su defensa judicial, Giorgi escribe: “Dos armadores le preguntaron a Eva si conocía a alguien en la UE que se ocupara de las sanciones contra Rusia porque estaban preocupados. Hablamos de ello y yo sugerí a una persona que conozco, Mario Mauro, exministro de Defensa, exeurodiputado y ahora lobista, porque se ocupa de las sanciones contra Rusia. Mario Mauro sugirió dirigirse a Spyros Pappas y yo hice las presentaciones sin involucrarme. En un caso, se trataba de la adquisición de cuatro petroleros embargados, y en el otro, de la exportación de un tipo concreto de GLP [Gas Licuado del Petróleo] condensado que también estaba sujeto a sanciones”. Así lo revela la investigación que la red de medios European Investigative Collaborations (EIC), a la que pertenece infoLibre, ha llevado a cabo basándose en documentos judiciales obtenidos por el diario belga Le Soir.

Pero, en sus notas, Giorgi omite un detalle crucial: Spyros Pappas ya representaba entonces a Kaili como abogado en un caso muy importante, en aquel momento desconocido para el público: La Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF), había abierto una investigación sobre una supuesta mala gestión de fondos por parte de la vicepresidenta del Parlamento Europeo. Además, fue Pappas el abogado de urgencia que se hizo cargo de la defensa de Kaili la noche en que fue detenida. También fue el letrado griego quien presentó el pasado mes de febrero un recurso ante el Tribunal General de la UE contra la decisión de la Fiscalía Europea de solicitar el levantamiento de la inmunidad a la exvicepresidenta de la Eurocámara. Pappas, que fue director general de la Comisión Europea entre 1995 y 2021, figura como lobista en el Registro de Transparencia de la UE desde 2020.

Los dos armadores que menciona Giorgi son Evangelos Marinakis y George Procopiou. El primero es uno de los hombres más poderosos de Grecia. Además de naviero, posee uno de los mayores grupos de comunicación del país, es el dueño de los clubes de fútbol Olimpiacos y Nottingham Forest, y ejerce como concejal en el Ayuntamiento de El Pireo. Para completar el perfil basta con mencionar que también es padrino de la hermana del primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis.

Procopiou es el líder mundial en el transporte de GNL, gas natural licuado. Según una investigación de Reporters United, en 2022 figuró entre los 10 primeros armadores europeos que transportaron combustibles fósiles rusos tras la invasión de Ucrania.

En la subcarpeta Rusia encontrada por los policías en el portátil de Giorgi, apareció documentación sobre el grupo Capital, controlado por Evangelos Marinakis, y sobre Dynagas, propiedad de George Procopiou.

Entre el material incautado en el apartamento de Giorgi, la Policía belga encontró también unos cuadernos con notas escritas a mano. El hecho de que algunas de ellas estén en griego y se refieran a cuestiones relevantes para la vida profesional de Kaili –como eurodiputada, pero también como parlamentaria griega–, hace suponer a los agentes que fueron tomadas por la propia exvicepresidenta. EIC ha preguntado a Eva Kaili si ella es la autora de las notas, pero no ha recibido una respuesta.

En esos apuntes aparece el nombre de Evangelos –Vangelis en griego– Marinakis. En una nota titulada “Misión V”, Kaili enumera cinco sectores en los que el armador griego está activo: los medios de comunicación de los que es propietario –y que Kailli llama “superarma”–, el transporte marítimo, la energía, la construcción y el fútbol Cita un sexto: “influencia en la UE”.

La nota incluye igualmente una lista de nombres bajo el título “poder político” y provenientes de todo el espectro político de Grecia, incluido el excomisario de la UE y actual miembro del Parlamento griego Dimitris Avramopoulos, implicado igualmente en el Qatargate según la investigación de EIC.

En los apuntes hay otras menciones al imperio mediático de Marinakis, con nombres de políticos que “deben” aparecer en pantalla en fechas específicas en los medios del grupo del que es propietario el armador, tanto en televisión como en internet y prensa. Eva Kaili trabajó entre 2005 y 2007 como presentadora de Mega Channel, una de las principales cadenas de televisión privadas de Grecia.

La operación, paso a paso

En abril de 2022, poco más de un mes después de la invasión rusa en Ucrania, Evangelos Marinakis acude a Eva Kaili. Ambos se conocen y tienen una relación de amistad desde los años en que la exvicepresidenta ejercía en la política griega.

Según las propias notas de Giorgi, fue Kaili quien hizo las presentaciones iniciales con los armadores, y su pareja quien luego puso en contacto a los empresarios con el abogado y lobista Spyros Pappas. Por el contrario, según ha relatado a EIC una persona con conocimiento directo de los hechos, fue la propia Eva Kaili quien reunió a Marinakis con el abogado Pappas. En cualquier caso, tanto Kaili como Giorgi afirman que su participación terminó ahí.

En principio, no hay nada ilegal en esa ayuda y, por el momento, la Policía belga no ha acusado a Eva Kaili sobre este asunto. Pero tal acción plantea un problema ético para un cargo electo que además era vicepresidenta del Parlamento Europeo. Uno de los abogados de Kaili, Christophe Marchand, responde a las preguntas de EIC indicando que no quiere “cooperar con este proyecto de EIC”, por considerar que la red de medios ha tenido “acceso ilegal a una investigación penal en curso” y ha interrogado a su cliente “violando la presunción de inocencia".

Sin embargo, en el ordenador del italiano los agentes encontraron un borrador del acuerdo entre Capital Ship Management, una empresa del grupo de Marinakis, propiedad de su hijo Miltiadis, y Spyros Pappas Associates, por el que el abogado griego debía garantizar la venta de cuatro petroleros propiedad de la naviera estatal rusa Sovcomflot. La empresa tenía que vender urgentemente parte de sus 200 barcos para reembolsar los 2.000 millones de dólares que debía a bancos occidentales; el más comprometido de ellos, el holandés ING.

El contrato entre Capital y Pappas fijaba unos honorarios de 700 euros la hora más gastos de viaje y una comisión de éxito de 1,2 millones de euros para el abogado griego. El precio de los buques: 200 millones de euros. Para conseguirlo, Pappas se comprometía a “analizar el marco jurídico de la legislación de la Unión Europea, concretamente en relación con las recientes sanciones contra Rusia, coordinarse con ING [el banco prestamista], sugerir y redactar alegaciones por escrito, establecer los contactos necesarios con la Comisión Europea y posiblemente con representantes de los Estados miembros y del Consejo”.

Pero un día antes de firmar ese acuerdo, el 20 de abril, el abogado griego ya había enviado una carta a la Comisión Europea solicitando autorización para la compra. La respuesta de Bruselas, el 11 de mayo, fue redirigirle al Gobierno griego, puesto que son los Estados miembros los que aplican las sanciones. La ventaja concedida entonces a Capital era considerable, dado el acceso privilegiado de los armadores griegos al Gobierno de Atenas y los estrechos vínculos de Marinakis con la familia del primer ministro Mitsotakis.

De hecho, la compra se cerró con éxito y los barcos pasaron a formar parte de la flota de Capital entre el 5 y el 13 de mayo. Es decir, antes de que la Comisión Europea respondiera invitándole a preguntar al Gobierno griego y sólo 15 días después de que Pappas firmara su contrato con la naviera. El 15 de mayo, a los tres días de concluir el traspaso, expiraba el periodo de gracia concedido por la UE a los contratos firmados con Rusia antes del 16 de marzo de 2022, que quedaron hasta esa fecha fuera de la prohibición general por la guerra en Ucrania. A esa excepción se acogió la operación de compraventa.

EIC ha contactado con Capital Product Partners, el buque insignia del grupo de Marinakis, cuyo consejero delegado, Jerry Kalogiratos, niega que pagara la comisión de éxito a Pappas: “ING había ejecutado la hipoteca de los buques en cuestión en virtud de sus acuerdos de préstamo con Sovcomflot y, por tanto, ING (y no Sovcomflot) era el vendedor de los barcos. Por tanto, las sanciones de la UE ya no eran relevantes para la transacción y no se requería más asesoramiento de Pappas. Así que Capital Ship Management pagó a Pappas sólo sus tarifas horarias por la cantidad de trabajo inicial que hizo”.

Pappas corrobora esta versión: “La comisión de éxito no se aplicó porque la Comisión Europea no fue quien tomó la decisión final y el asunto debía seguirse a nivel nacional, probablemente por ING”. El abogado dice que sólo envió la carta a la Comisión, “sin emprender ningún otro contacto” con ella, y que sus honorarios ascendieron “a una suma de cinco cifras”.

Mario Mauro asegura a EIC que, en la operación de los petroleros rusos se limitó a manifestar su “disposición a ser utilizado como asesor” de Pappas, & Associates, indicando su salario por hora, pero no se le solicitó ninguna actividad ni servicio. Precisa que su actividad con el bufete de Pappas en 2022 sólo se refirió al “contexto legislativo italiano”.

ING responde que ha “cumplido plenamente con las sanciones de la UE”, pero no ha querido explicar los detalles de la operación. “Nuestra política es no compartir con los medios de comunicación información sobre clientes individuales o si son nuestros clientes o no”.

Eva Kaili y Francesco Giorgi tampoco han contestado a las preguntas de EIC. En las notas que Giorgi preparó para su defensa, señala que su papel se limitó a poner en contacto al armador y al abogado. Sin embargo, esto se contradice por el hecho de que tenía el borrador del acuerdo entre Pappas y Capital en su disco duro. “Guardé el contrato como modelo para mí”, escribe el asistente italiano.

Excepción al gas licuado ruso

En el caso de George Procopiou, en una primera vídeoconferencia se citaron Francesco Giorgi, Mario Mauro y Spyros Pappas. El asunto del día eran las sanciones de la UE al gas natural licuado en Rusia o importado de Rusia.

Según los correos electrónicos, del 22 de agosto de 2022, a los que ha tenido acceso EIC, Giorgi presentó a Pappas y Mauro a Ioanna Procopiou, una de las hijas del naviero griego y alta ejecutiva de Dynagas. Giorgi prometió a Procopiou que el dúo de abogados era perfectamente capaz de lograr una “excepción” a las sanciones contra Rusia en el negocio del GNL. De hecho, elogia las credenciales de Mario Mauro, “exministro de Defensa de Italia y político muy respetado”, y de Pappas, ex director general de la Comisión Europea, que sabe “navegar con atajos en las instituciones e identificar inmediatamente a las personas clave que influyen en los procedimientos y las decisiones políticas”.

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Spyros Pappas redactó una carta dirigida a la Comisión Europea en la que abogaba por eximir de las sanciones rusas al gas. La cuestión se debatió en el llamado Coreper, el Comité de Representantes Permanentes de los gobiernos nacionales. Y, el 16 de diciembre de 2022, el Consejo de la UE, el órgano institucional compuesto por los Ejecutivos de los Estados miembros, anunció el noveno paquete de sanciones, que excluían al gas natural licuado procesado en plantas rusas. El trabajo estaba hecho.

George y Ioanna Procopiou no han respondido a las preguntas que les ha enviado EIC sobre este asunto. Mario Mauro niega haber participado en “reuniones presenciales”, sólo en la vídeoconferencia en agosto, donde explicó la actividad de consultoría de su empresa, Meseuro. Según indica a EIC, la empresa del armador griego nunca le solicitó “servicios o actividades”.

“No estoy autorizado a hacer comentarios”, apunta por su parte Spyros Pappas, sobre su trabajo para Procopiou. Según la base de datos Lobbyfacts, Pappas declaró en marzo de 2023 al Registro de Transparencia de la UE que trabajó para dos navieras chipriotas que forman parte del imperio Procopiou. Pero siete meses después, el abogado borró esta información. Preguntado al respecto, dice que “corrigió” su declaración, pero descarta hacer más comentarios. 

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