¡Viva el Rey! ¡Muera el mal gobierno!
Eso se gritaba en la España del siglo XIX y ahora no se grita, pero muchos lo dicen de otra manera y muchos más lo piensan, creo que son los mismos que en el siglo XIX también gritaban: ¡Vivan las cadenas!
Es un grito de súbditos, no de ciudadanos.
España es constitucionalmente un Estado Social y Democrático de Derecho, pero desgraciadamente el poder sigue sin facilitar que sus ciudadanos tengan formación adecuada y suficiente para tener un pensamiento crítico por ellos mismos sin que nadie les diga lo que tienen que pensar.
Con la tragedia de la riada de Valencia, con más de 200 muertos en nuestro pensamiento, los políticos se han dedicado a tirar la piedra y esconder la mano y algunos medios y otros “lo que sean” a manipular para que la ciudadanía tire barro contra quienes tienen la obligación y el poder de proporcionar y gestionar las ayudas, que son los gobiernos central y autonómico, ¡Muera el mal gobierno!, pero reciben a los reyes con alegría como en Bienvenido Mister Marshall, ¡Viva el Rey!
Tengo la impresión de que a Felipe VI le están ayudando, o aconsejando a hacer algo parecido al 23F de su padre, con una diferencia clara, él no es responsable ni del fenómeno meteorológico, la dana, ni de sus consecuencias, mientras que en el caso del emérito existen dudas razonables sobre lo que sabía el Jefe del Estado antes y durante el golpe frustrado de Tejero y Armada.
Tengo la impresión de que a Felipe VI le están ayudando, o aconsejando a hacer algo parecido al 23F de su padre, con una diferencia clara, él no es responsable ni del fenómeno meteorológico, la dana, ni de sus consecuencias
La Constitución nos dice con meridiana claridad quién tiene la posibilidad de gobernar y la responsabilidad de hacerlo, y no es ningún rey, también nos dice la Constitución que los ciudadanos tenemos derecho a una información veraz, pero los medios de comunicación se han convertido en órganos de partido, ya no existen o tienen escasa relevancia periódicos como El Socialista, del PSOE, Mundo Obrero del PCE o Arriba del Movimiento Nacional, ese trabajo ahora lo hacen otras cabeceras con pretensión de independencia y probablemente sean independientes de la estructura de los partidos políticos, pero en absoluto son independientes de la financiación que llega de los poderes públicos controlados por esos mismos partidos.
Jamás tanta gente ha tenido derechos políticos y jamás tantos han renunciado a usarlos en defensa de sus auténticos intereses.
El Jefe del Estado, el rey, lo es por designio del dictador, aunque después fue ratificado en la Constitución del 78, pero no tiene poder para resolver los problemas causados por la riada, quien sí tiene poder y obligación de hacerlo es el gobierno autonómico que estuvo desaparecido mientras moría la gente; otros poderes, por ejemplo los ayuntamientos, con la misma información disponible, comenzaban a actuar en defensa de sus vecinos. El Gobierno de la nación dio la información a través de sus instituciones, pero actuó respetando las competencias de las CCAA, como quedó demostrado dos semanas más tarde en la siguiente dana en Andalucía, donde el presidente de la Junta y el Alcalde de Málaga, entre otros muchos, estuvieron velando por la seguridad de sus ciudadanos y el resultado fue totalmente diferente a la tragedia en vidas humanas de Valencia, las riadas trajeron menos destrucción y ninguna muerte.
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Ángel Díez de Miguel es socio de infoLibre.