'El amor y la muerte': un viaje al legado de Enrique Granados

El compositor Enrique Granados (Lérida, 1867-canal de la Mancha, 1916) ha regresado a Nueva York más d eun siglo después de aquel trágico viaje de regreso en el que perdió la vida. El amor y la muerte, documental de Arantxa Aguirre a partir de la idea original de Rosa Torres-Pardo, también productora del filme, se estrenaba en la prestigiosa escuela Juilliard de Nueva York, donde se formó también la pianista. La película, que trenza la trayectoria de Granados desde la Barcelona del XIX al Nueva York del XX con nuevas versiones de sus piezas, llega el día 9 de noviembre a cines de Madrid —el miércoles 7 a las 20 horas tendrá lugar un preestreno en el Círculo de Bellas Artes— y Cataluña después de haber pasado por la SEMINCI de Valladolid. 

"Esta historia habla de la fuerza (bruta) del destino y también de la vida como campo de batalla. Habla además del amor, del entusiasmo, de la amistad... Y, sobre todo, esta película, en sus mejores momentos, no habla sino que escucha. Escucha y es correa de transmisión de la música formidable de Enrique Granados", cuenta la directora en las notas de producción. No era la primera vez que Arantxa Aguirre se introducía en la música clásica: su largometraje Dancing Beethoven, estrenado en 2016, fue nominado al Goya al mejor documental. Ahora, además de la trayectoria del compositor, el documental recoge versiones de algunas de sus piezas interpretadas por la propia Torres-Pardo —que trabaja desde hace años sobre la obra del ilerdense—, el pianista ruso Evgeny Kissin, el guitarrista Cañizares, el cantaor Arcángel o la cantaora Rocío Márquez. 

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Torres-Pardo había trabajado antes con distintas piezas de Granados, además de atreverse con la ópera Goyescas, que Granados presentó en Nueva York poco antes de morir. Fue en el viaje de regreso, en la etapa Folkestone (Reino Unido)-Dieppe (Francia) cuando el vapor Sussex en el que navegaba junto a su mujer fue alcanzado por el torpedo de un submarino de guerra alemán, que lo confundió con un barco militar. "Sentí que había que hacer esta película", decía la pianista en una entrevista reciente con la revista especializada El compositor habla. "Surge por el convencimiento de que es necesaria, por el sueño de reflejar en cine la música de Granados a través de la danza, de la interpretación y la creación musical, por el deseo de ilustrar y divulgar su historia y su tiempo del mejor modo posible".