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FESTIVAL DE MÁLAGA

Lavapiés (y la crisis) en plano secuencia

Un fotograma de 'Hablar'.

INFOLIBRE

La película Hablar, dirigida por Joaquín Oristrell, ha sido la encargada de dar el pistoletazo de salida a la Sección Oficial a concurso de la edición número 18 del Festival de Málaga. Rodada en un plano único y en continuidad, el filme es un viaje entre el teatro y el cine que retrata al Madrid actual y refleja los problemas y las preocupaciones de los personajes que entran y salen de la escena ante una cámara en permanente movimiento.

Hablar, cuyo director la ha calificado como una "comedia bárbara", es el resultado de lo que preocupa a toda una generación, una película "conciliadora" que demuestra que "con las palabras se pueden hacer cosas maravillosas". Así, la calle en la que transcurre la historia, en el barrio de Lavapiés, es "reflejo de la España de hoy, en la que vivimos con estupor todo lo que pasa".

"Retrata a gente perdida en una noche que busca cosas que no sabe muy bien qué son", ha indicado este viernes en rueda de prensa Oristrell, que vuelve al Festival de Cine de Málaga con esta cinta, después de lograr la Biznaga de Oro a la Mejor Película y Biznaga de Plata al Guión con Sin vergüenza.

La historia transcurre en el popular barrio madrileño de Lavapiés, en una calurosa noche de agosto de 2014, donde durante 80 minutos y medio kilómetro de recorrido, 20 personajes en plena crisis económica, política y existencial hablan, discuten, ríen, lloran, amenazan, susurran, gritan, roban, se citan, se enfadan, se abrazan y proponen al espectador una reflexión sobre el inmenso poder de la palabra.

Juan Diego Botto, Raúl Arévalo, Marta Etura, Miguel Ángel Muñoz, Sergio Peris-Mencheta, Estefanía de los Santos, María Botto, Goya Toledo, Antonio de la Torre, Mercedes Sampietro, Carmen Balagué, Secun de la Rosa, Nur Levi, Melani Olivares, Alex García, Goya Toledo, Petra Martínez y Juan Margallo, entre otros, forman parte del elenco.

Experimentar como objetivo

Se trata de un proyecto que comenzó a fraguarse hace unos cuatro o cinco años, sin ningún interés más allá del "deseo creativo de rodar en un solo plano", según ha destacado el Oristrell. "No había ningún objetivo más que experimentar", ha apostillado, al tiempo que ha considerado que el momento que vive el cine español "permite hacer experimentos".

De hecho, ha asegurado que al comenzar a trabajar en ella, ni siquiera sabían que iba a convertirse en una película y mucho menos que acabaría en un festival de cine. En este punto, ha incidido en que el Festival de Málaga es "un muy buen test para una película" y ha resaltado que su público es "cinéfilo y generoso". "El premio ya es estar aquí", ha apostillado.

Fue el "especial" proceso de producción, ha relatado el director, lo que se acabó convirtiendo en "un motor" que impulsaba a formar parte de ella. "El plano secuencia crea una tensión especial en todos los miembros del rodaje, desde el último técnico hasta el primer actor", ha el director, quien ha estado acompañado por Carmen Balangué, Estefanía de los Santos, Juan Diego Botto, María Botto, Miguel Ángel Muñoz y Nur Levi.

Además, han sido los propios actores los que han decidido qué querían interpretar y qué iban a contar. Así, Juan Diego Botto ha explicado que su personaje es una muestra de "la cantidad de razones que puede haber para justificar lo injustificable". El actor ha subrayado "la adrenalina que supuso que se levantara el telón y saber que no podías cortar y que todo lo que pasaba era único e irrepetible".

"Algo que solo se genera en el teatro", ha sostenido María Botto, para quien "unir esas sensaciones dentro del cine ha sido maravilloso". La actriz ha expuesto que su personaje, una mujer que vive en la calle con su hijo y que no tiene trabajo, refleja la realidad que se vive a diario con los desahucios.

Por su parte, Miguel Ángel Muñoz, que interpreta a un adicto al porno, ha subrayado lo "emocionante" de la experiencia. "Pocas veces tienes la oportunidad de hacer algo tan excepcional como recorrer grabando más de un kilómetro y medio desde una estación hasta un teatro", ha comentado. Carmen Balagué, su madre en la película, la ha calificado como algo "mágico y novedoso".

Por último, Nur Levi ha subrayado que lo interesante ha sido "hablar del lenguaje y de su perversión", mientras que Estefanía de los Santos, quien no habla en toda la película, ha afirmado que "llevaba muchos años fantaseando con un personaje mudo". La película está producida por Aquí y Allí Films y Sabre Producciones, con el apoyo de Producciones Cristina Rota y Canal +.

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