Gulags alfanuméricos
Gulags alfanuméricos
Siglos atrás, el persa Al Juarismi descubrió los algoritmos en la Ciudad Redonda de Bagdad liberando al peor de los efrits: éste predijo que los mortales construiríamos una prisión sin paredes a partir de nuestro narcicismo.
Ah0r4 h4y un s1st3m4 d3 punt4j3 s3cr3t0 3n l4s r3d3s s0c14l3s. Ya no somos amos de nuestras decisiones. Vivimos en una simulación.
Por eso estamos tú y yo bajo los rascacielos del Silicon Plateau Bangalore intentando crackear los códigos. Por eso huimos de los robots policía en el aeropuerto de Shenzhen. Luchamos contra millones de procesadores. Pero venceremos. ¿Estás conmigo?
Montículos de belleza infinita
El caballero apaleado bebió el bálsamo de Fierabrás y obtuvo vómito, sudor y sueño.
Al saberse que pululaba entre Alcolea y la Cañada Real, los venteros escondían los odres y le negaban albergue, pues la última vez, creyendo enfrentarse al coloso Pandafilando, destrozó a estocadas una bodega de pellejos.
Vagó hasta caer la tarde y vio cómo aquella tierra de gigantes tomaba el color del vino derramado. Contempló las Motillas y comprendió cuánto merecía la pena tan vivir loco: aunque aquellos montículos de belleza infinita lo dejaban sediento de hazañas, también lo embriagaban de inmensidad.
Y en Madrid nació el infierno
Duelo a las diez por culpa de una intriga de los enanos del Alcázar: Austrias y Borbones se batían en los campos de Europa y el Zurdo había traicionado a sus socios holandeses para llevarse el oro de Vigo. Aquella mañana, por culpa de un escote y los versos de un mal poeta, tenía cita con la muerte en el claustro de las Descalzas.
Era 1702 y Jonathan Swift escribía el segundo viaje de Gulliver, Inglaterra coronaba a la reina Anne, el cielo ardía por la erupción del Changban en China, los océanos seguían infestados de corsarios y el Zurdo caminaba hacia la parca, porque de aquel oro robado, sombra del Potosí y maldición del inca, tan sólo le quedaba un real de plata. Se encontró ante sus enemigos, desenvainó, cayó tras varios sablazos y su cuerpo fue llevado al hospital de la Misericordia, donde falleció aferrándose al cura.
Destierro
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Ahí mismo el Padre Piquer fundó el Monte de Piedad con aquel real de plata y en nombre del supuesto perdón de Dios. Los numerosos crímenes del Zurdo quedaron empequeñecidos en comparación con los del sacerdote, que acababa de crear el primer banco moderno de España.
* Nihm Smoboda (Mataró, 1979) es el seudónimo de un jurista y burócrata que trabajó en una televisión local. En la actualidad, reside en Berlín. En los últimos años ha sido incluido en distintas antologías y ha formado el grupo literario de los 'Unbekannte [Los desconocidos]', junto a otros autores hispanohablantes de la escena berlinesa. La editorial Abrazos Books publicó el libro 'Los Unbekannte' en septiembre de 2023.
