Un paseo fotográfico por la memoria
Si los muros hablaran
Carmen García Moreno (epílogo de Javier Bozalongo)
Sonámbulos Ediciones (2020)
Si la fotografía apresa, ya está dicho innumerables veces, es por la mirada: la mirada fundamental, tanto la del fotógrafo como la del modelo, que queda adherida luz sobre el papel. En el libro de Carmen García Moreno la mirada la devuelven las paredes. La mirada está también sobre las paredes que nos rodean, los muros y los paneles publicitarios que jalonan la ciudad. A quien esto escribe, un niño criado en un barrio, las paredes le hablaban continuamente, en aquellos años 70 y 80 las paredes insultaban, provocaban a través de sus pintadas y las paredes clamaban y gritaban a través de sus carteles, carteles a veces comprometidos, carteles a veces lúdicos: carteles que invitaban a ir al circo, o carteles que invitaban a manifestarse y ponerse en pie.
Decía Susan Sontag, que todas las fotografías atestiguan la despiadada disolución del tiempo. También los carteles son paso del tiempo. Carmen García Moreno ha buscado ese paso del tiempo, efímero, urgente; en esos carteles ha buscado esas miradas pegadas a la pared como un palimpsesto ―papel sobre papel, papel que oculta papel, mirada que oculta mirada—. García Moreno va rebuscando quién le mira y desde dónde, para ello ha recorrido diversas ciudades ―París, Madrid, Granada, Almería— donde ha mirado fijamente esas paredes y hallado esos rostros que quedan para siempre ahí, fijados. Quizás el modelo, cuando le hacen una fotografía, quizás el político, cuando sonríe a la cámara, quizás el músico cuando prepara la campaña publicitaria de su concierto, quizá quien hace promoción, no sabe que su rostro va a quedar ahí enmarcado a merced de las miradas ajenas, a merced de la cola de otro cartel, a merced del rasguño del tiempo.
El poeta, la poeta, lo poeta
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Este libro opta entre otros muchos a un importante premio de Paris Photo, ojalá dentro de poco podamos hablar del libro de García Moreno como uno de esos libros españoles que han enseñado a mirar el mundo de otra manera y a mirar las paredes del barrio con otra mirada. Si los muros hablaran es un libro de fotografía, pero un libro, un libro extremadamente cuidado, editado en un papel excepcional y con una calidad de impresión envidiable: papel rugoso, no un papel cuché que confundiese con las revistas del corazón, que deslumbrase la luz. Ese papel que da el relieve que evoca la rugosidad de las paredes. Sonámbulos, una editorial dedicada sobre todo a la fotografía, hace una edición importante y Carmen García Moreno nos propone un paseo inolvidable por la memoria: porque los carteles de hoy, porque los carteles de anteayer ―como es el caso— serán la memoria de mañana.
Nos mira Ava Gardner, nos mira el Che, nos mira McCartney, aún sorprendido el músico, nos mira un grupo de políticos sonrientes esperanzados y embaucadores, nos miran las modelos de ropa cara, de soslayo. Y ahora los miramos nosotros, para siempre, porque ahí han quedado, en el papel, en esa luz hecha papel que es la fotografía. En libro.
Alfonso Salazar es escritor.