Cómic

El periodista en viñetas viaja al pasado

Una página del libro 'La Gran Guerra', de Joe Sacco.

Ir por ir, no. Si va, lo hace con ganas y por convicción. Y si no, se queda en su casa con las pantuflas puestas, y se dedica a mejor a la recreación de la historia. Joe Sacco, el hombre mitad dibujante mitad periodista, se ponía ayer frente a sus colegas (los del último ámbito de su híbrida profesión) para presentar en Madrid sus dos nuevas publicaciones: La Gran Guerra La Gran Guerra (Reservoir Books) y Srebrenica (Acuerdo). Reconocido y laureado por sus trabajos sobre el conflicto entre Israel y Palestina (Palestina: en la franja de Graza; Notas al pie de Gaza) o la guerra de Bosnia (Gorazde: zona protegida; El mediador), el maltés-estadounidense (1960), vuelve a la carga con dos cómics de no ficción que, con escenarios diferentes y desde perspectivas absolutamente dispares –una panorámica dibujada sin diálogos y una historieta digital interactiva- abordan el mismo tema sobre el que ha venido trabajando desde sus inicios: los conflictos humanos.

El periodista y dibujante Joe Sacco | EFE

Por esa razón, porque son los conflictos lo que le interesan, aseguraba ayer el corresponsal de guerra que no tiene ninguna intención de calzarse las botas y partir a Siria, o a Ucrania, o a Egipto, o a Venezuela, o elija usted la confrontación de entre las muchas que se dan estos días a lo largo y ancho del planeta. “No pienso hacer eso más”, sentenció el dibujante, menudo y de mirada vivaz y tono sereno, para explicar que en su reciente libro Reportajes ha tratado las cuestiones de la migración y la pobreza en Europa. “Y eso también es otra forma de conflicto, así que no tengo necesidad de ir a otra guerra”. A la grande, a la I Guerra Mundial, llegó a través de documentación y de los testimonios escritos de testigos, también visitando el terreno, para generar “unas imágenes mentales que tomé e intenté traducir como dibujos”.

La idea de crear una panorámicasin diálogo se la sugirió un amigo en una noche de copas hace ya quince años, tiempo en el que la ocurrencia había quedado aparcada en el limbo de las posibilidades nunca realizadas. Hasta que aquel compañero, hoy editor, le llamó para recordárselo. “Mi primera reacción fue decir que no, pero luego pensé que dado que soy un dibujante, sería interesante narrar algo a través de un dibujo no estático, en movimiento”, relató el dibujante, que decidió concentrarse en la batalla de Somme, ocurrida en 1916. “Entonces pensé en el tapiz de Bayeux, del año 1066, que narra la invasión normanda de Inglaterra a lo largo de cientos de metros”. Inspirado por aquella obra medieval, ha creado así su propio tapiz sin bordados de uno de los choques más cruentos de la I Guerra Mundial en el que, frente al individuo, se imbuye en la psicología del ser humano como masa.

Una imagen de 'Srebrenica'. 

“Tomar el arte medieval como referencia me liberó de la noción de tener que dibujar a escala: aquí, unos pocos centímetros pueden representar una milla”, abundó el periodista, que apostilló que “los detalles son exactos, pero la escala es medieval”. Este viaje al pasado ha hecho además virar la dirección de la carrera del iniciador y maestro del periodismo en viñetas, acostumbrado a los relatos de primera mano, como los que recabó para elaborar Srebrenica, el primer cómic periodístico interactivo de la historia, así como otros títulos anteriores como El final de la guerra. “No hay nada comparable con hablar con un superviviente, por eso en el libro de La Gran Guerra hay un mayor desapego”, ilustró, para subrayar que, no obstante, “en ambos casos caminé sobre el terreno”.

El de Bosnia lo conoce desde hace 18 años, cuando visitó la zona para realizar sus anteriores trabajos sobre el conflicto. Cuando regresó nuevamente para documentarse y dar forma a Srebrenica, lo que más le “entristeció”, según contó, “fue ver que el país no había avanzado”. “La primera vez conocí a un par de personas prometedoras que tuvieron la oportunidad de abandonar el país después de la guerra”, rememoró. “Les vi hace poco y me contaron que decidieron quedarse para ayudar en la reconstrucción, pero reconocieron que esa decisión había sido un error, porque ahora lo que les preocupaba era el futuro de sus hijos. La catástrofe económica, la corrupción, la falta de oportunidades, así como la gran división entre los grupos étnicos, sigue estando presente allí”.

Una página de 'La gran guerra'. 

Caracterizado por su atención por el detalle a la hora de dibujar que, cree, seguramente le venga de su formación periodística, Sacco ha mantenido en Srebrenica -del que contó que la experiencia de trabajar en formato digital le resultó "muy difícil", porque no conocía cómo funcionaba- una de las constantes de su obra: a sí mismo. "Me he hecho más guapo que en la realidad", dijo divertido, para explicar que su entrada en sus propias viñetas resultó casi "accidental". "Mis primeros cómics fueron autobiográficos, eran historias sobre la ruptura con mi novia y cosas así. Cuando empecé con el periodismo, pensé en ello como una extensión de mi autobiografía, como dibujar mis aventuras en Oriente Medio. Es difícil no dibujarte cuando hablas con gente, y luego me di cuenta de que además tenía ventajas, porque deja claro que el trabajo que hago no es objetivo, sino que que el lector ve a través de mis ojos".

Objetivo, no; pero sí "honesto". De ahí que no dudara en afirmar que, aunque dos no pelean si uno no quiere, en todo conflicto suele haber una parte más cargada de razón que la otra. "En un mundo ideal, lo normal sería que la gente reconociera los crímenes de su bando, por eso me resultó difícil digerir lo que escuché en Bosnia, ya que ninguno reconoce sus crímenes. Sin embargo, aunque las fuerzas bosnias también cometieron crímenes, no lo hicieron a la misma escala que las serbias", sentenció. "Tengo mis simpatías, y eso se demuestra en lo que elijo para hablar de ello: normalmente son las personas que no tienen voz en los medios hegemónicos. La gente victimizada no son siempre ángeles, aunque yo conecte con ellos, pero no creo en la idea de contar una historia de un lado y luego del otro: tienes que acercarte a la verdad lo más posible, y esta no está necesariamente en el medio de las dos partes". 

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