Transición energética
El Gobierno empleará fondos europeos para multiplicar las cooperativas de energía y hacer frente a las grandes eléctricas
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Estos días el Ministerio de Transición Ecológica, al frente del cual está la vicepresidenta cuarta Teresa Ribera, se encuentra inmerso en consultas con interesados y expertos para sacar adelante una serie de proyectos energéticos financiados con los fondos europeos. En concreto, la Vicepresidencia ecológica ha publicado una manifestación de interés relacionada con las Comunidades Energéticas Locales con el objetivo de "multiplicar" las cooperativas del ramo, ofrecer una alternativa al oligopolio de empresas como Naturgy, Iberdrola o Endesa y generar miles de puestos de trabajo.
Queda mucho por definir: el modelo, según la expresión de interés publicada por el ministerio, busca "promover un papel proactivo de la ciudadanía en la transición energética" y "democratizar el sistema energético", y para ello se apoya en "las corporaciones y las entidades locales", las cuales "en el modelo convencional eran solo consumidoras y hoy pueden ser agentes proactivos". Es difícil prever el alcance que tendrá la iniciativa, pero el Gobierno quiere seguir los pasos de Alemania. Este país tiene al menos 1.750 comunidades y cooperativas energéticas locales y España solo 33. Es decir, Alemania tiene 53 veces más.
Son datos que maneja el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente de Transición Ecológica y uno de los que impulsa el proyecto. "Nuestra idea es multiplicar esas experiencias exitosas en otros países como la propiedad energética compartida. Buscamos a gente y a entidades interesadas en crear comunidades", explica Joan Groizard, director del IDAE.
Groizard es una de las personas de confianza del equipo de Teresa Ribera: "Si poner de acuerdo a una comunidad de propietarios es difícil, imagina a una cooperativa energética", ironiza. "Pero las posibilidades son enormes", y cita varios proyectos: huertos solares, instalación de placas solares y fotovoltaicas, rehabilitación energética de viviendas, generación de energías renovables en el ámbito urbano y rural, redes de calor y frío en zonas con biomasa, proyectos de movilidad eléctrica y y car-sharing, de autoconsumo, baterías y gestión de demanda...
Para desarrollar esta idea, el Gobierno debe antes transponer en 2021 dos directivas europeas: la Directiva 2018/2001 de renovables (que recoge las Comunidades de Energía Renovables, CER) y la Directiva 2019/944 de Mercado Interior de la Electricidad (que contempla las Comunidades Ciudadanas de Energía, CCE). Las CER y las CCE son las que Transición Ecológica pretende expandir gracias al Fondo de Recuperación Next Generation EU dotado de 72.000 millones en ayudas directas hasta 2023. Todo ello guiándose a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que marca las directrices para el uso de fondos comunitarios.
Excedente para familias vulnerables
"Tenemos que transformar las ciudades en torno al vector de la energía", opina el ex diputado de ICV Joan Herrera, anterior presidente del IDAE hasta su dimisión por razones personales en 2019. "Para ello, es necesario dotar de prerrogativas las cooperativas. El acceso al dato del consumo energético, por ejemplo. O el abaratamiento general del precio derivado del autoconsumo, cuyo excedente a su vez podría utilizarse para dárselo a familias vulnerables", enumera.
Para Joan Herrera, las comunidades locales deben poder actuar en última instancia como comercializadoras, pero también como distribuidoras. "Es en la distribución donde están los beneficios de las grandes compañías", critica. "Hay una perversidad con la actual normativa. En cualquier desarrollo urbanístico, la distribución de la energía actúa como monopolio natural y la única opción según la ubicación de la vivienda suele ser Endesa, Iberdrola, Naturgy...". El ex diputado ecosocialista catalán cree que las comunidades tienen que representar aquí una alternativa.
"¿Elegir? Tanto como elegir distribuidora no sé yo si me atrevería a decir que pasará", concede Alicia Carrasco, fundadora y directora de la consultora olivoENERGY. "Pero como poco, el futuro marco regulatorio de las comunidades locales deberá permitirnos tener las mejores herramientas para que cada ciudadano seleccione mejor sus recursos distribuidos". Carrasco, que en el pasado ha ocupado puestos directivos en Siemens o Tesla, lanza una pregunta: "¿Cuál es la mejor cooperativa? Ni yo misma lo sé", reconoce. "Pero tenemos que aprovechar la oportunidad de fomentar el consumo compartido, de monitorear mejor el consumo de los clientes o de agregar recursos distribuidos".
Asesoría financiera y empresarial
Todas estas propuestas están contempladas en el documento del Plan de Recuperación relativo a las comunidades energéticas que el ministerio ha elaborado dentro de la manifestación de interés. Así, se promoverán "proyectos que impliquen la formación o que tengan como promotores comunidades energéticas", y entre ellos están los de "producción eléctrica con energía renovable", "para autoconsumo", o "para entrega de red"; de "producción de calor y frío con energía renovable"; "servicios de eficiencia energética"; o "servicios de movilidad sostenible o recarga para vehículos eléctricos".
El Gobierno quiere ofrecer como parte del Plan de Recuperación asistencia técnica y asesoramiento a todo tipo de entidades o comunidades que se interesen por el asunto. Ello incluirá elaborar "estudios de mercado" u "hojas de ruta" para poner las cooperativas en marcha. Y también "actuaciones de promoción" y "labores de información". Igualmente, se dará asesoría financiera y empresarial dentro del mundo de la participación social.
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Alemania, Dinamarca, Holanda, Reino Unido...
De momento no hay una cuantía económica concreta para la iniciativa. Joan Groizard espera que, de entrada, "se creen unas cuantas decenas de cooperativas". En el IDAE se habla de proyectos piloto. Además del caso alemán, en Dinamarca operan 700 comunidades y en Países Bajos unas 500, seguidos del Reino Unido con 431. Países como Francia (70), Bélgica (34) o Polonia (34) se asemejan mucho más a España y sus 33 cooperativas: Som Energía SCCL, GoiEner S. Coop., Barrizar Cooperativa de Servicios Energéticos, EnergÉtica S. Coop... Alguna tiene más de 100 años de historia y se fundó en contextos muy distintos al actual, cuando la producción de energía brillaba por su escasez.
Joan Herrera señala que "incluso la España vacía" debería de apuntar a las cooperativas, especialmente a las Comunidades de Energía Renovable. "Se les puede dar prioridad en la venta de energía y pueden obtener una retribución superior en la subasta", indica. "La repercusión de las placas fotovoltaicas y de los aerogeneradores en un pueblo debería traducirse en más beneficios y más empleo para ese pueblo", augura.