SOLIDARIDAD CON UN PUEBLO HERMANO
"Mientras existan saharauis, habrá Frente Polisario”: 50 años entre el olvido oficial y el apoyo de la ciudadanía
“Mientras existan saharauis, existirá el Frente Polisario”. Son palabras de Abdulah Arabi, delegado del Frente Polisario para España, este miércoles 10 de mayo en conversación con infoLibre. Justo 50 años antes de esta fecha, en 1973, nacía en Zuerat (Mauritania) la organización que representa, fundamental para entender el devenir del norte de África en este último medio siglo. Alabado y criminalizado, apoyado y censurado, el Frente Polisario ha vivido durante todos estos años multitud de vicisitudes políticas, sociales e internacionales, siempre con un compromiso inquebrantable e ineludible: lograr la independencia del Sáhara Occidental y la autodeterminación del pueblo saharaui.
El Frente Polisario no surge de la nada. A finales de los años 60 había surgido en el Sáhara Occidental ocupado por España una organización para defender la libertad del territorio, la llamada Organización de Vanguardia de la Lucha Saharaui (OVLS), que fue desmantelada por los servicios militares españoles en 1970. Sin embargo, la semilla ya había sido plantada y los restos de este movimiento serían fundamentales para la fundación, unos pocos años después, del Frente Polisario. Junto a ellos, también participaron en su creación saharauis del norte del Sáhara Occidental que habían estudiado en Marruecos y otros del interior que, pese a no tener pasado militante eran conscientes de la posibilidad de que España entregará el Sáhara a Marruecos y de los peligros que esto podría acarrear.
En el momento de su fundación, la organización política del territorio era un conjunto de tribus con tan solo agrupadas en la Yemaa, una institución que agrupaba a los diferentes líderes y que había sido promovida por los españoles. Quizás por esa falta de organización y precariedad en muchos aspectos, Hassan II, el entonces rey de Marruecos, dijo que el Frente Polisario no duraría más de dos semanas. 50 años después, la organización ha desafiado todas las dificultades y las expectativas y continúa siendo un actor fundamental en la lucha del pueblo saharaui.
“En el éxito que supone la supervivencia del Frente Polisario intervienen numerosos factores. En el corto plazo, este éxito se explica por la sencilla razón de que, aunque compartan el islam como religión, marroquíes y saharauis son pueblos muy diferentes”, explica Carlos Ruiz Miguel, catedrático en Derecho Constitucional en la Universidad de Santiago de Compostela y autor de uno de los pocos libros que recoge toda la historia de la organización, El Frente Polisario: desde sus orígenes hasta la actualidad. De hecho, apunta a que, una vez ocupado el norte del Sáhara por Marruecos a finales de los años 50, los marroquíes comenzaron una gran persecución contra los independentistas saharauis.
Este hostigamiento es otro de los factores, quizás el más importante, del éxito del Frente Polisario durante estos 50 años. “Es precisamente el odio marroquí, que rompe con toda racionalidad, uno de los factores que ayudan a explicar su existencia. Para los saharauis quedaba claro que el único movimiento que les defendía frente al odio marroquí era el Frente Polisario”, apunta Ruíz.
De los acuerdos de Madrid al cambio de postura de Sánchez
Solo dos años después de su creación, la organización tiene que enfrentarse a uno de los momentos más trascendentales de la historia del Sáhara Occidental, la Marcha Verde y los llamados Acuerdos Tripartitos de Madrid. Para Ruiz la “marcha” fue un intento de Marruecos y los Estados Unidos, con Henry Kissinger como ideólogo, “de crear un hecho consumado que impidiera la aplicación del referéndum de autodeterminación en el Sáhara Occidental”, el cual había sido anunciado por España en 1974 y que sería avalado por el Tribunal Internacional de Justicia. Además, servía de apoyo a un Hassan II que en esos años veía su poder en entredicho por varios golpes de estado y que era un aliado fundamental del país americano y de Israel. Ocho días después de la Marcha Verde, se firmaban los Acuerdos de Madrid, donde España se desentendía del devenir del Sáhara Occidental y dejaba a Marruecos y Mauritania como protagonistas en un proceso de descolonización que aún no ha llegado.
En ese momento, destaca Ruiz, el Frente Polisario se equivocó en su análisis de la situación por varias razones. La primera, explica, radicaba en pensar que en España existiría una ruptura con la dictadura que conduciría a la independencia de las colonias, como había sucedido en Portugal. La segunda fue minusvalorar el apoyo a Marruecos dentro de la dictadura franquista y, por último, en su opinión, se equivocaron al pensar que el Movimiento de Países No Alineados, del cual formaban parte muchos de los estados descolonizados que no apoyaron tácitamente a ninguno de los dos bandos de la Guerra Fría, iba a adquirir con el Sáhara un compromiso mucho mayor que el que finalmente acabó mostrando.
Otro de los momentos clave en el conflicto también llegó en fechas cercanas a otra efeméride. En marzo del año pasado, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, comunicaba al rey de Marruecos, Mohammed VI, un volantazo total a la política de España con respecto al Sáhara. Nuestro país sigue siendo de iure potencia administradora del territorio ya que, al no haberse producido un referéndum de autodeterminación, los Acuerdos de Madrid no son válidos a ojos del derecho internacional.
Muchos refugiados en los campos de refugiados de Tinduf aún conservan su DNI español y hablan español. El Sáhara no solo fue una colonia, sino también la provincia número 53. Quizás por ese vínculo, más allá de lo jurídico, nuestro país siempre se había mantenido en una posición favorable al referéndum y a las reclamaciones del Frente Polisario, que son también las de la ONU. “Hemos esperado ansiosamente durante 47 años que el estado español asuma sus obligaciones y responsabilidades como potencia administradora, y lejos de hacerlo, hemos visto que el presidente del Gobierno ha tomado una decisión unilateral que se contradice con el derecho internacional y cuenta con la disconformidad del Congreso y del Senado”, denuncia Abdulah Arabi.
Una oposición que también atribuye a la sociedad española, de la cual destaca su solidaridad con el pueblo saharaui. “En estos 50 años nos hemos sentido arropados por los españoles que han demostrado ser un pueblo inmensamente solidario con los saharauis, el mejor estructurado y el más grande a nivel mundial a nivel de apoyo. Gracias a ese trabajo de tantas personas de forma altruista y solidaria no han podido hacernos más daño”, alaba Arabi.
Los retos y el balance del Polisario tras 50 años
A día de hoy, la ONU sigue incluyendo al Sáhara Occidental en su lista de territorios no autónomos pendientes de descolonización. Un objetivo que se presume casi imposible en la propuesta marroquí, que colocaría al territorio como una suerte de “autonomía” dentro del territorio de Marruecos, pese a la opinión del Gobierno de ser la opción más “realista”. “Si de ‘realismo’ hablamos y no de legalidad, es evidente que la opción más realista es reconocer a la RASD (República Árabe Saharaui Democrática) y el control del territorio que posee al este del muro de división del Sahara Occidental. La separación del territorio en dos zonas una controlada por Marruecos y otra por la RASD es un hecho de la realidad sobre el terreno”, considera Ruiz, que cree que la opción menos realista de todas es, de hecho, la fórmula de una “anexión del territorio disfrazada de una pseudo-autonomía”.
El problema radica en unir ese realismo con la legalidad internacional, que es la que debe primar siempre según Ruiz. Sin embargo, cree que todo puede cambiar en el caso de que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea confirme las sentencias de las instancias judiciales comunitarias inferiores que le conferían al Frente Polisario la explotación económica del Sáhara Occidental.
Pese a que el Frente Polisario es el único representante válido del pueblo saharaui para Naciones Unidas, Ruiz piensa que es un actor ignorado continuamente en la resolución del conflicto, tanto por la parte marroquí como por la española. Para el catedrático, en el caso de España “todo es aún más patético, porque, por un lado, se dice que se apoya al Enviado Personal, el cual considera al Frente Polisario como una de las partes en el conflicto… pero por el otro lado se niega a recibir oficialmente al Frente Polisario e incluso se alientan campañas de calumnias contra él”.
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Tras estos 50 años, el balance que hace Abdulah Arabi es positivo: “Hemos consolidado la República Saharaui como miembro de la Unión Africana, el reconocimiento por parte de 84 países a nivel mundial, fundamentalmente latinoamericanos y africanos, tenemos representación en casi todo el mundo y en la Unión Europea como Frente Polisario y como movimiento de liberación”. También añade que “hemos tenido una paciencia total para que la vía pacífica sea la solución al conflicto, pero no ha sido así por los obstáculos interpuestos por Marruecos y la inacción de la comunidad internacional”.
La opinión de Ruiz es algo menos optimista, definiendo ese balance como algo “agridulce”, ya que pese a conseguir mantener apoyo de la comunidad internacional y constituir una realidad institucional alternativa, la RASD, a Marruecos, no ha logrado la liberación de todo el territorio ocupado por el país marroquí.
La celebración del medio siglo de vida
El Frente Polisario ha querido celebrar su aniversario este miércoles con un acto en el Espacio Larra de Madrid, donde ha habido destacada presencia de varios partidos con representación parlamentaria, entre los que destacan diputados y senadores de Unidas Podemos, Más Madrid, Izquierda Unida, BNG, Bildu, Esquerra Republicana de Catalunya, Junts per Cat, PNV y el PCE. Además han estado presentes los embajadores de Venezuela, Cuba, Uruguay, Bolivia y Sudáfrica. La celebración ha constado de dos partes, la primera con la presentación del libro El Frente Polisario: desde sus orígenes hasta la actualidad, ante una sala completamente repleta, y una segunda con recepción a los asistentes de la Representación del Frente Polisario en España.