Empate técnico entre Carazo y Franganillo en su primera batalla en los informativos de la noche
Marta Carazo y Carlos Franganillo se han estrenado este lunes como rivales en los respectivos informativos de la noche de TVE y Telecinco. En rigor, el auténtico estreno ha sido el de Marta en la cadena pública. Lo de Carlos ha sido más bien un cambio de ubicación de TVE a Telecinco, que fichó al periodista para intentar recuperar la ventaja que durante cinco años tuvo sobre ella, y que desde el verano pasado hasta este mismo lunes se ha visto adelantada por la cadena pública. Se trata de una competición por el segundo puesto, ya que Antena 3 es líder destacada desde que emite, inmediatamente antes del noticiario, el espacio Pasapalabra, que arrastra a su informativo, un fenómeno que también consigue a las tres de la tarde con otro concurso, La ruleta de la suerte.
Cualquier análisis sobre ambos estrenos tiene que estar sujeto a la provisionalidad de una sola edición, la de este lunes, cuando se trata de espacios que precisan para su veredicto un amplio recorrido. Conviene, quizás, empezar con lo más llamativo: el cambio de marco que rodea a Franganillo, en el que domina un azul entre metálico y eléctrico muy llamativo (¿demasiado?) y una redonda mesa traslucida, con el presentador en el centro. El protagonista estuvo bien (no recuerdo ningún momento, ni como corresponsal, ni como presentador, en que Carlos Franganillo estuviera mal, ni siquiera mediocre): se trata del profesional más relevante que ha aparecido en la televisión informativa en los últimos años. Tiene aplomo, personalidad, carisma, genera empatía y credibilidad, y lo hace con una gran ambición profesional, presente en la creación de nuevos discursos informativos tan alejados de la monotonía de entradilla/video, como del personalismo abrumador.
Sin embargo, dio la impresión de que le faltaba tiempo. En esta primera noche dispuso de 35 minutos, iniciados no a su hora sino a la que marca programación que, a imagen de Antena 3, está supeditada al espacio anterior. La impresión es que realizó un —para él— desacostumbrado resumen de noticias, en las que una se atropellaba con la siguiente: demasiados asuntos con casi inexistentes transiciones, sin reposo, sin análisis, sin contextos, justo el punto fuerte de su anterior trabajo en TVE.
Al otro lado, su competidora ("y sin embargo amiga", que diría tantas veces Alfonso Sánchez) Marta Carazo, hasta anteayer corresponsal en Bruselas. Nadie, por lo visto este lunes, lo diría. Destiló aplomo y seguridad, como si tan solo volviera tras el fin de semana y llevará años al frente del telediario de noche. Su presentación fue sobria, sin dejar de ligar los temas, ayudada para las transiciones por las mini cabeceras temáticas, que tanto contribuyen a la sensación de orden en el discurso narrativo.
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Para esta edición del lunes contó, además con uno de esos bloques monográficos en los que hasta hace pocas semanas encabezaba Franganillo, en esta ocasión referido al carrusel de elecciones que tendrán lugar en 2024. Y ahí, en ese terreno de la información internacional, TVE es imbatible. Tras la crónica de la guerra en Palestina de la nueva corresponsal en la zona, Almudena Ariza, y la frustrada-y recuperada más tarde- de José Antonio Guardiola desde Guatemala, se instalaron en el estudio Lorenzo Milá y Anna Bosch, que aportaron veteranía y conocimiento al relato, iniciado por Cristina Olea desde Iowa y continuado por José Manuel Fernández desde Bruselas, Diego Arizpeleta en Londres, Lara Prieto en Moscú, Oscar Mijallo en Kiev, y Yolanda Álvarez en Taiwán. Con todos ellos Marta Carazo condujo un conjunto lleno de análisis, contexto y explicación. O lo que es lo mismo, información completa en estado puro, impensable a día de hoy en las cadenas comerciales.
A partir de ahora, los espectadores darán su veredicto. Lo que es seguro es que con este doble estreno, esta nueva competencia, gana enteros la información televisiva.
La primera entrega de Franganillo al frente de los informativos de Telecinco logró imponerse por la mínima a TVE con un 11,5% de share y 1.559.000 espectadores, batiendo además su récord de temporada y el dato más alto desde hace casi un año. La televisión pública con Carazo se quedó a dos décimas si se suman las audiencias de TVE y la del 24 horas. En concreto, obtuvo un 11,3% y 1.555.000 espectadores, un empate técnico al ser la diferencia inferior a 40.000. No obstante, el informativo de Antena 3 de Vicente Vallés sigue arrasando con un 19% de share.