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Los ataques que lanzaban contra Rajoy los nuevos 'fontaneros' de Casado

Pablo Casado, durante la Cumbre de Líderes del PP Europeo, en Bruselas.

"Los de los principios y valores vuelven a estar de moda en el Partido Popular". Con estas palabras cargadas de ironía reaccionaba un diputado conservador este jueves preguntado por infoLibre sobre los últimos fichajes de Pablo Casado para su gabinete de la presidencia del PP. Al ya conocido la semana pasada de Javier Fernández-Lasquetty, muy afín a José María Aznar y a Esperanza Aguirre, se ha sumado ahora la incorporación de Isabel Benjumea, directora de la red Floridablanca, un think tank integrado por militantes y simpatizantes del PP, sobre todo del ala más conservadora. Benjumea será la número dos de Lasquetty. Ambos han colaborado también con Faes, la fundación del expresidente del Gobierno.

Como Aznar y Aguirre, el ex consejero madrileño y la líder de Floridablanca representan ese sector dentro del PP que demandó a Mariano Rajoy la vuelta a los "principios y valores" tradicionales del partido. Pero también ese sector que fue perdiendo poder en la estructura interna de las filas conservadoras a medida que Rajoy iba configurando su nuevo equipo. Donde los aguirristas y aznaristas veían una clara intención de arrinconar, de apartar y de prescindir del talento de dirigentes con las ideas de lo que debía ser el PP muy claras, los marianistas cargaban contra la deslealtad de unos compañeros de partido que se alegraban con cada tropiezo que tenía Rajoy.

Ahora, con Casado al frente, la puerta de Génova vuelve a abrirse para "los de los principios y valores". Hay en el PP quienes ven bien "recuperar el talento expulsado" años atrás porque creen que sólo con la defensa "sin complejos" de los planteamientos clásicos del partido llegarán a la Moncloa. Otros lamentan que vuelvan a primera línea personas que, apuntando contra Rajoy, también hicieron "mucho daño" a las siglas del PP. 

A continuación, infoLibre repasa las principales críticas que Fernández-Lasquetty y Benjumea lanzaron contra el PP de Rajoy.

  Lasquetty: el 'callejón sin salida' del PP de Rajoy

El que a partir de ahora ejercerá como jefe de gabinete de Casado fue subdirector del Gabinete del entonces presidente Aznar entre 2002 y 2004. Entre 2004 y 2014 ocupó diversos cargos en el Gobierno y en el PP madrileño. El varapalo judicial a la privatización de los hospitales en la Comunidad cuando él era consejero de Sanidad supuso el fin de su carrera política. Hasta la victoria de Casado.

Desde 2015 a día de hoy, el exconsejero de Aguirre ha vertido su opinión en artículos publicados en Libertad Digital.

El 21 de diciembre de 2015, en un texto titulado Cuando se renuncia a los principios se marchan los votantes, erró en su pronóstico: "Mariano Rajoy y su equipo renunciaron a dar la batalla ideológica –y ganarla– porque pensaban que ese tipo de cuestiones no interesan a la gente. El resultado es que en pocas semanas España tendrá un Gobierno dominado por un partido leninista revolucionario como lo es Podemos". Era el día después de las generales. El PP había bajado de los 186 a los 123 escaños.

"Mariano Rajoy y su Gobierno no quisieron cumplir el mandato claro de enérgicas reformas que los españoles les dieron hace cuatro años. Pensaron que hacer esas reformas produciría mucho desgaste. El resultado es que ha perdido más de 4 millones de votos: un auténtico récord de desgaste", añadió.

A ojos de Lasquetty, "desdibujarse, atenuar la diferenciación ideológica hasta hacer irreconocibles las diferencias entre partidos, no ha dado buen resultado" a su partido: le había llevado, dijo, "a su mayor fracaso histórico, lo mismo que ha llevado a Ciudadanos a su nada sorprendente fiasco. La cuestión no es poner caras jóvenes y decir frases que suenen bien en los magazines televisivos". "La cuestión es que refugiarse en el tibio y pegajoso consenso socialdemócrata, como han hecho PP y Cs, ha multiplicado los votos de la izquierda de verdad, la que no renuncia al combate ideológico. Los discursos de la noche electoral lo volvieron a poner de manifiesto", consideró.

Hechas estas consideraciones, aprovecha para poner en valor a Floridablanca, la red de la que ha fichado a Benjumea: "El centroderecha español puede recuperarse si cambia de rumbo. Eso conllevaría recuperar sus principios básicos, las ideas liberales que le hicieron dar a España sus mejores años y al PP sus mejores resultados. Esas ideas existen, y un grupo de gente joven e inteligente como Floridablanca las ha articulado de manera muy sólida a lo largo de estos meses".

Frases vacías, líderes insustanciales, mítines cansinos

Casado cuenta ahora con un jefe de gabinete que el pasado abril consideraba que en el PP quedaba gente a la que le valía "la pena" seguir creyendo en los principios y valores de la etapa de Aznar. Pero que habían aprendido a "disimularlo". "Han mecanizado el aplauso rítmico después de cada frase vacía de cada líder insustancial en cada mitin cansino. Y han visto cómo hacían carrera los más trepadores. No meterse en peleas ideológicas ha sido la consigna. Meterse en el barro de los dossieres y de las filtraciones ha sido la consecuencia", escribía. Por esos días, Cristina Cifuentes acababa de abandonar la presidencia de la Comunidad de Madrid.

"Mariano [Rajoy] quería que los que tuvieran convicciones se marcharan, y efectivamente la mayoría ya se han marchado", añadía.

El PP "reservón" y "cobardón"

Un día después de que su ahora jefe ganara las primarias del PP escribió Con principios sí se gana. "El PP lleva demasiados años –14, para ser exactos– cooptado por una minoría de políticos firmemente decididos a esperar sentados a que el adversario cometa errores. Un PP reservón y cobardón, del que no podía salir sino lo que salió: una política triste y desdibujada que ha hecho que la mitad de los que votaban al PP hayan dejado de hacerlo", disparó.

A su juicio, esos electores son recuperables si el jefe de los conservadores hace lo que prometió en campaña. "El riesgo no es tanto lo que integre, sino que mantenga su integridad. Ahora le caerán encima toda clase de actores relevantes del mundo empresarial, mediático y político, y todos le recomendarán que haga lo contrario de lo que ha prometido. Pero Pablo Casado en este tiempo ha firmado con sus electores un contrato que se puede resumir en un concepto: no sorayizarse", una dura crítica a quien fue mano derecha de Rajoy en todos sus años en la Moncloa, Soraya Sáenz de Santamaría, que fue precisamente la perdedora en las primarias frente a Casado.

A principios de julio también dejaba por escrito los motivos por los que iba a votar a Casado. Y aprovechaba para citar a Floridablanca, apuntando a que la red tenía razón cuando pedía métodos de elección de líderes en el PP más democráticos.

Rajoy, un mal recuerdo

En su opinión, el PP estaba en esos momentos "mejor" que cuando Pedro Sánchez (PSOE) llegó a la Presidencia del Gobierno. "No solo porque Rajoy sea ya solo un mal recuerdo, cada vez más difuminado, que no es poco. Lo principal es que se ha abierto por fin una competencia real entre distintas personas, con diferentes perfiles, que rivalizan por convencer a las bases del PP con argumentos que se pueden distinguir unos de otros", subrayaba.

Sobre las propuestas de Casado veía con buenos ojos que abogase "por aplicar en Cataluña una estrategia opuesta al inmovilismo de Rajoy". "Ha dejado todo el campo de acción libre para el independentismo liberticida", sentenció.

  Benjumea: ser crítico, "una sentencia de muerte" en el PP

La red Floridablanca nació a principios de 2015 "con la vocación de ser un espacio para el análisis, el debate y la reflexión de la realidad y la actualidad política española desde una perspectiva liberal-conservadora", puede leerse en su web.

Fue en 2016 cuando la cúpula del PP vio algunas señales de alarma. El 20 de diciembre de 2015 se habían celebrado elecciones generales y la gestión que Mariano Rajoy había hecho del periodo de Gobierno en funciones, su rechazo a someterse a un debate de investidura y la reacción a los escándalos de corrupción que afectaban –y siguen afectando– al partido despertaron a un sector crítico que se preguntaba si el ya expresidente era la persona adecuada para seguir llevando las riendas de las filas conservadoras. Se especulaba, incluso, con que el ala derecha del PP meditaba formar su propio partido. Vox ya existía.

Por aquellas fechas, en conversación con este diario, Benjumea negaba que tras Floridablanca estuviese la semilla para ese nuevo partido del que se hablaba en círculos del PP. Decía, como dice ahora Aznar y comparten en Génova, que "se ha perdido" eso de que al partido "es la casa común del centro derecha" y pedía "regeneración y renovación desde dentro".

En el mes de abril de 2016, Floridablanca publicaba el artículo Reaccionar para ganar. A través de él lanzaban "una petición abierta a firmas para solicitar la convocatoria de un Congreso abierto en el Partido Popular".

 

"Nos dirigimos a todos aquellos afiliados y simpatizantes que creen que el PP debe renovarse. Que creen que lo mejor para España es un PP fuerte, con un proyecto claro y unido donde todos tengan cabida. Que no quieren esperar a que ocurra la catástrofe y que quieren tomar parte", demandaban. 

Advertían de que ponían en marcha esta campaña porque creían en el PP. Pero el texto de la petición era una enmienda a la totalidad a la gestión de Rajoy y los suyos. Para la red que preside la mano derecha del jefe de gabinete de Casado el proyecto de Rajoy era inmovilista y huía de la autocrítica.

  "El Partido Popular atraviesa una situación inédita en su historia. Tras unos resultados electorales que supusieron un duro retroceso (encadenados con citas municipales, autonómicas y europeas), la formación se ha instalado en una cerrazón que las bases no se explican y que tampoco se entiende como estrategia política. La dirección del PP ha renunciado a llevar la iniciativa política durante las negociaciones para formar gobierno, y en el plano interno ha renunciado a hacer la más mínima autocrítica sobre lo ocurrido, lo cual impide cualquier posibilidad de mejora". 

"Afiliados y simpatizantes, entre los que cunde el desánimo, ven cómo el futuro político de España queda en manos de terceros, mientras ellos se ven relegados a seguir religiosamente las decisiones discrecionales de una cúpula cuyo mandato caducó hace más de un año". ven cómo el futuro político de España queda en manos de tercerosseguir religiosamente las decisiones discrecionales de una cúpula

"Vivimos un momento de emergencia que necesita acciones decididas y valientes. El inmovilismo no es la solución. Este tiempo de dificultad debe aprovecharse para poner en marcha un proceso que permita al PP salir del atolladero y presentarse a la sociedad con un programa político renovado...". El inmovilismo no es la solución.

La campaña puede todavía verse en la web de este think tank. Tiene 3.213 firmas.

Ser crítico en el PP, una "sentencia de muerte"

En este momento, Benjumea ya había concedido varias entrevistas en las que había desgranado el ideario y la razón de ser de Floridablanca. En febrero de 2016, lamentó en Vozpópuli que "ser crítico en el PP" supusiese "para muchos su sentencia de muerte dentro del partido".

Benjumea, licenciada en Derecho y Relaciones Internacionales por la Universidad Pontificia de Comillas de Madrid (ICADE) y que trabajó en el Banco Mundial antes de recalar en Faes, según figura en el currículum alojado en la web de su red, fue invitada a la Escuela de Verano del PP en septiembre de 2015. Allí lanzó a los presentes la pregunta de qué había pasado para que casi cuatro millones de personas hubiesen dejado de votar al PP, episodio que recuerda en la citada entrevista.

Recordando la dimisión de Esperanza Aguirre, en medio del cruce de escándalos de corrupción que asolaron en PP de Madrid, Benjumea consideró que había "asumido la responsabilidad política de los escándalos de corrupción que azotan al PP de Madrid". Y recordó que ese mismo día en el editorial de la web de Floridablanca habían pedido que Rajoy también asumiera la suya.

Rajoy debió dimitir por la corrupción

"Nosotros no hemos pedido sólo la dimisión de Mariano Rajoy, hemos dicho también desde hace más de un año que es necesario apelar a la autocrítica, a la generosidad del presidente de Gobierno invitándole a que hubiese un gran acuerdo entre el PP, el PSOE y Cs, basándonos no en personalismos sino en un proyecto", dijo.

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También ha criticado que "buena parte del programa de Partido Popular no se cumplió". "Especialmente en lo que tenía que ver con las banderas de Mariano Rajoy cuando encabezó la oposición ante el Gobierno de Zapatero", añadió. "Yo no sé qué ha pasado, lo que sí percibo es que se han centrado en la gestión: había una recesión, había que sacar adelante el país. Era una prioridad. Pero por centrarse en ese tema, que era sin duda prioritario, se olvidó lo más importante: en la política se está para defender ideas. Ese espacio donde no defendieron lo que dijeron que iban a defender, que dejaron vacío, llegaron otros y lo ocuparon". Son declaraciones suyas de 2016.

"El PP ha perdido la gran oportunidad de regenerarse". Fue el titular que Benjumea dio a La Gaceta el 12 de abril de 2017. Como Fernández-Lasquetty, Benjumea se queja del polémico mitin de Elche de 2008. Dice que fue en ese momento cuanto el PP "traicionó" sus principios. "Allí se invita a los liberales y a los conservadores a abandonar el partido", recuerda.

También lamenta la actuación de Rajoy en Cataluña: "Si lo que está haciendo ahora Mariano Rajoy con Cataluña lo hubiera hecho el primer día, otro gallo cantaría. Si la actual contundencia se hubiera aplicado desde el primer día, no hubieran llegado tan lejos como han llegado". Y define a un PP que hace guiños a la izquierda con los Presupuestos: "Si algo hemos aprendido en estos dos años es lo difícil de hacer predicciones. Lo único que sé es que el partido hará lo imposible por acabar la legislatura. Se está viendo con las continuas concesiones al centro izquierda. Por ejemplo con los presupuestos, que son cualquier cosa menos liberal conservadores".

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