El 'palmero' Figaredo

Se podría pensar que estoy obsesionado con las reglas. Con el uso de las métricas como medio y no como fin. Con el uso de los recursos para los objetivos previstos y no para cubrir las necesidades de los jugadores. Si hace falta algo, se debe crear. Lo del striptease De los Santos es sin duda lógico. No le quites la túnica a Pablo para vestir a Judas.

Una clara medida de los riesgos y oportunidades que producían las propuestas legislativas de un gobierno eran las sesiones de control parlamentario. Más allá de algún ejercicio dialéctico ingenioso e inteligente que pasaba de forma inmediata al diario de sesiones de Luis Carandell, se exponía la letra pequeña de los cambios legislativos que daban la verdadera dimensión de las leyes propuestas.

Esta mañana de miércoles dejaba de mirar con tristeza la sesión parlamentaria para disfrutarla como una mezcla de espectáculo de improvisación humorística, eso sí, muy guionizado y una grabación pagada por todos los contribuyentes de la propaganda política de los partidos conservadores para difundir en los medios. Plataformas digitales o televisivas, dependiendo del dueño financiador de las campañas.

Es triste ver que los grupos más vilipendiados, a los que se les exigió cumplir con las reglas del juego, son los únicos que de una forma prístina las respetan, cumpliendo con la finalidad de la Cámara

Es triste ver que los grupos más vilipendiados, a los que se les exigió cumplir con las reglas del juego, sean los únicos que de una forma prístina las respetan, cumpliendo con la finalidad de la Cámara. El señor Matute, de forma clara, concreta y educada, pregunta lo que la ciudadanía que tuviera el interés de aguantar la tabarra de estos espectáculos necesita saber. El señor Rufián añade la chispa que le da lo que los modernos llaman “calle”, haciendo intervenciones didácticas. Podemos disfrutar con la inocencia y esperanza del señor Guitarte. Y del magistral oficio del señor Esteban.

Sus intercambios dialécticos con el Gobierno aportan luz, criticismo y debate a las sesiones. El Gobierno puede aclarar, defender o asumir cuestiones. Es decir, eso para lo que fue creado el parlamento.

Luego están las tomas, que desgraciadamente no son falsas, de los diputados del PP-VOX, donde lo importante es la épica, el pareado ingenioso, la acusación de bar que se graba, procurando encajarla en los 27 segundos máximos que se consumen en las redes sociales o los cortes del telediario para mostrar a España cómo se lucha contra la dictadura de la representación democrática en el poder. Incluso llevan sus figurantes y secundarios. Llega un momento que incluso les resulta tan tedioso a sus señorías diputados conservadores que se necesitan los efectos especiales, la figura del regidor animador para completar la toma. Este miércoles ha sido uno de esos días, donde el señor Figaredo, la única señoría que sentía el fervor para aplaudir a su líder, ha sido capaz de cumplir con la gesta de cubrir con sus aplausos a todo su grupo.

Se critica mucho a los miembros del Gobierno cuando salen rápidamente del Congreso tras sus interpelaciones. Parece que no queda claro que esos gestos denotan la poca utilidad que dan a la Cámara, al preferir volver al despacho para seguir haciendo trabajo que afecte de verdad al bienestar de la ciudadanía.

Menos palmas y más trabajar.

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José Manuel Nevado es director de Comunicación Institucional de la Secretaría de Estado de Comunicación.

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