Díez no piensa dimitir como líder de UPyD pese a las críticas y no pide el escaño a Lozano y Anchuelo

Rosa Díez no rectifica ni da un paso atrás pese a que sufre una lluvia gruesa de críticas de sus compañeros. Y pese a que está recibiendo severos toques de atención vía dimisiones. Este lunes, dimitieron cuatro de los 20 miembros que componen el Consejo de Dirección de UPyD, su ejecutiva. Entre ellos, dos diputados nacionales, Irene Lozano y Álvaro Anchuelo, que consideran que Díez debe dejar su cargo de líder del partido tras la debacle en las elecciones andaluzas del domingo, donde UPyD quedó hundida en un ridículo 1,93% de los votos y sin escaño, frente a un emergente Ciudadanos, que se hizo de golpe con 9 actas y un 9,28% de los sufragios.

Además de Lozano y Anchuelo, también abandonaron la dirección David Andina y Rodrigo Tena. Este martes también se supo que en noviembre abandonó la ejecutiva la portavoz de UPyD en Segovia, Luciana Miguel, por no estar de acuerdo con el funcionamiento de la formación magenta. No trascendió la noticia porque no quería perjudicar la imagen del partido, informa Europa Press. También amagó ayer con dimitir el portavoz de UPyD en la Asamblea de Madrid, Luis de Velasco, pero finalmente reconsideró su decisión y se queda en la cúpula.

Díez habló a los medios tras la reunión de su grupo parlamentario en el Congreso, en la que tuvo delante a Lozano, Anchuelo y al valenciano Toni Cantó, otra de las voces críticas que piden la renuncia de la portavoz. Díez dijo lamentar y "respetar" la marcha de Lozano y Anchuelo del órgano ejecutivo de UPyD –Cantó no forma parte de él–, y elogió el "buen trabajo" que han hecho en la dirección y en el Congreso. Pero no se dio por enterada de lo que reclaman. Contó que en la reunión de ayer lunes del Consejo de Dirección, se sometió a votación tanto la opción de buscar de nuevo pactos con Ciudadanos como el respaldo a ella misma como líder de la formación magenta. En ambos casos, "la mayoría" avaló su postura: ni nuevas conversaciones con Albert Rivera ("se apoyó la decisión de seguir siendo un partido autónomo" y presentarse a las elecciones con sus siglas) ni dimisión de la portavoz.

La líder se apoyó en el argumento que ha ido repitiendo en la campaña andaluza, que UPyD es "único por las cosas que hace", como la "infatigable lucha contra la corrupción".

Seguirán haciendo "un buen trabajo"

"Respeto las minorías y las mayorías. Cuando se gana, la votación se asume, igual que cuando se pierde. Lo que propone la minoría es muy importante, y siempre lo voy a respetar, pero no más que lo que decida la mayoría", reseñó. No dijo por cuántos votos ganó su postura en la ejecutiva de ayer, porque las deliberaciones de los órganos son "secretas".

Díez subrayó que no va a pedir su escaño ni a Lozano ni a Anchuelo. "Ambos son extremadamente responsables y están haciendo un buen trabajo, y no le cabe la menor duda de que seguirán haciéndolo".

Sin embargo, quien sí arremetió contra los parlamentarios críticos fue el diputado Carlos Martínez Gorriarán, mano derecha de Díez y número dos del partido. Esta mañana en el Congreso sostuvo que aquellos que "abandonan el barco" cuando las cosas van mal dadas son unos "irresponsables" y no piensan en los intereses de UPyD sino en su propia carrera personal "y nada más". Gorriarán defendió que el desastre en Andalucía no es un "fracaso personal" de la portavoz porque los partidos suben y bajan. También atribuyó el resultado a la campaña mediática de "elogios y parabienes" que ha recibido Ciudadanos en los últimos meses. Antes había disparado desde su cuenta de Twitter.

Díez no desautorizó a su portavoz adjunto. Dijo no haber leído sus declaraciones a los medios.

Lozano: la convivencia va a ser "muy difícil"

Pese a la sensación de tranquilidad que quiso imprimir Díez a la crisis interna en UPyD, los críticos dejaron claro su malestar. Irene Lozano admitió que la convivencia dentro va a ser "muy difícil" a partir de ahora, pero insistió en que hizo lo que juzgó que debía hacer, que era asumir responsabilidades por lo ocurrido en Andalucía. Díez negó ese mal rollo. "En el grupo hemos trabajado hoy con normalidad", insistió a los periodistas.

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Cantó subrayó por su parte que la dirección ha de asumir responsabilidades por un resultado "muy malo" y explicó que si ayer escribió un tuit calificando de "decepcionante" la rueda de prensa de Díez –en la que adelantó que no dimitiría ni convocaría un congreso extraordinario ni cambiaría de estrategia respecto a Ciudadanos– fue para expresar a la militancia que debe tener "un poco de esperanza" y saber que no todos los cargos de UPyD están "en la misma línea" que su portavoz nacional.

Así las cosas, quien sí sacó la cara por Díez este martes, aparte de Gorriarán, fue su portavoz en el Parlamento Europeo, Maite Pagazaurtundua. La dirigente rechazó una "caza de brujas" contra Díez y recalcó la necesidad de mantener la "estabilidad" en los equipos en un año electoral que se presume "complicado" para UPyD, informa EP.

La crisis no está todavía cerrada. Este sábado, Díez se enfrentará a la reunión del Consejo Político del partido, el máximo órgano de dirección.