Ecologismo
Ecologistas se movilizan para impedir que el Ayuntamiento de Vitoria inicie la caza de jabalíes con arcos y flechas
El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz ha desatado la polémica entre el movimiento ecologista y animalista. El motivo tiene que ver con el método escogido para acabar con la sobrepoblación de jabalíes en Salburua, un humedal ubicado al este de la ciudad. El Consistorio, liderado por el PNV, ha elegido como solución a "cuatro arqueros experimentados", encargados de "abatir a los jabalíes". La respuesta ha sido inmediata. El grupo Irabazi (Iu y Equo) llevará este martes a la Comisión de Medio Ambiente una pregunta sobre la campaña de control, mientras que Pacma presentó el mismo lunes un escrito ante el Ayuntamiento para solicitar la paralización de la caza.
El lunes 21 de enero el Ayuntamiento de Vitoria hacía público su plan. El Consistorio "iniciará a partir de finales de esta semana o inicios de la siguiente una campaña de control de la población de jabalíes en Salburua". El problema, decía, es que "la sobrepoblación actual de estos mamíferos" acarrea "un impacto negativo sobre la fauna del humedal (en particular sobre anfibios, reptiles y aves que nidifican en el suelo), daños en los cultivos de los alrededores, riesgo de accidentes en las carreteras próximas (ya se han producido varios) y riesgo sanitario debido a la alta concentración de animales y a su contacto con los ciervos del parque".
Con el fin de atajar el problema, el Ayuntamiento "ha obtenido la autorización para llevar a cabo la campaña de control de la población durante dos meses", de manera que "cuatro cazadores con arco alaveses experimentados serán los encargados de abatir los jabalíes". El uso de arcos, añaden, "entraña un menor riesgo que las armas de fuego" y estas últimas, además, provocarían "huidas y un desplazamiento masivo de jabalíes y corzos fuera del humedal". Salburua tiene la particularidad de ser una zona protegida, colindante a la ciudad, que forma parte de "la zona de seguridad delimitada en torno a Vitoria-Gasteiz".
Óscar Fernández, concejal de Equo en el Ayuntamiento, explica en conversación con infoLibre la posición de su grupo. El primer movimiento consistió en solicitar una reunión con los responsables de la iniciativa, para pedir que se aplazara la campaña. Finalmente, el grupo ha logrado ganar algo de margen y evitar que se iniciase este fin de semana. El objetivo de llevar el tema a la agenda es precisamente ejercer "presión pública e ir ganando tiempo".
En la comisión de este martes el concejal Fernández planteará, además, medidas alternativas que eviten el sacrificio del animal. La caza con arco y flechas, dice, "no va a dar solución al problema". Teniendo en cuenta de que se trata de "una zona de especial conservación" y que además "la población no vive ahí, sino que va de noche en busca de comida", el sacrificio "debería ser el último recurso". Cita, entre las medidas que entiende eficaces, un mejor vallado, el uso de repelentes como la orina del lobo, o lo que a su entender es más importante, el control de la natalidad mediante el anticonceptivo inyectable GonaCon. Al final, estima, "la caza con arco sólo significaría provocar un sufrimiento innecesario" al animal y "poner en peligro a personas y especies", debido a la peligrosidad de los jabalíes "si los hieren y salen corriendo".
Precedentes
Las medidas que plantea el concejal beben de experiencias previas. Un informe publicado por la Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (Faada) dibuja las opciones a la caza, un método que tradicionalmente se ha empleado en Cataluña para controlar las poblaciones de jabalíes. En su análisis, la organización observa que la población de jabalíes ha seguido creciendo a pesar de la caza, según datos oficiales y de hecho "favorece su presencia en las zonas urbanas y periurbanas", provocando de esta manera un mayor número de accidentes.
Las propuestas que en su día trazó Faada tienen que ver, en primer lugar, con la delimitación de las zonas mediante el uso de repelentes olfativos y gustativos. En el primer grupo se encuadra la orina de depredadores, como el caso de los lobos. En Bizkaia ya se ha optado por este método, empleando la orina de los lobos en los límites de las carreteras para evitar posibles accidentes. En cuanto a los repelentes gustativos (Rep Clac), se trata de emplear estímulos alimentarios que atraigan a los animales pero cuyo sabor rechacen. De esta manera, los jabalíes tratarán de evitar las zonas donde previamente han encontrado los alimentos. Los animalistas hablan también de la instalación de barreras físicas, como vallas, en los puntos más conflictivos.
Respecto a los diferentes métodos anticonceptivos que se proponen en el informe, el uso de GonaCon es por el que se inclinan los ecologistas vascos. Se trata de una vacuna que se suministra con una sola inyección y que provoca infertilidad en los animales. Los municipios barceloneses de Terrassa, Vacarisses o Maradepera son algunos de los que desde hace un año participan en la prueba piloto, impulsada por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), de la vacuna inmunecontraceptiva que busca regular la reproducción de los jabalíes.
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Alerta animalista
Las alarmas han comenzado a saltar en el seno de las asociaciones animalistas. Acción para el Respeto Animal (ARA) ha solicitado ya la paralización de lo que consideran una "matanza" de jabalíes. "El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz debe creer que sigue en la prehistoria, ya que pretende controlar la población de jabalíes en el espacio natural protegido del humedal de Salburua con arcos y flechas", han declarado a través de un comunicado. La organización acusa al Consistorio de no contar con informes previos para "estudiar el número de animales, ni la causa por la que estos se están desplazando", aunque el Gobierno de Vitoria afirma haber obtenido la "autorización para llevar a cabo la campaña". La opción escogida, denuncia la organización, es "la más cruel y lenta de cuantas puedan existir", de manera que llaman a la puesta en marcha de métodos "éticos que en ningún caso pasen por el exterminio de animales". Una petición lanzada por la organización acumula cerca de dos mil firmas exigiendo la paralización de la campaña.
La misma posición es compartida por el partido animalista Pacma, que este lunes ha presentado un escrito al Ayuntamiento reclamando que anule la autorización de caza. Aunque la formación dirigida por Silvia Barquero no ha mantenido conversaciones con los grupos ecologistas locales que ya han iniciado la contraofensiva –así lo asegura Óscar Fernández–, considera que es "una medida inaceptable" y exige "la inmediata anulación de la misma". El equipo jurídico del partido, por tanto, ha decidido solicitar los informes técnico-biológico previos a la campaña, la autorización para llevarla a cabo, la solicitud de un protocolo para un control ético "mediante la aplicación del método de captura, esterilización y suelta de los jabalíes" y la petición de medidas "provisionales de paralización de cualquier batida".