ERC y Bildu rechazan la reforma laboral porque es "humo" y no deroga la legislación del PP
Esquerra Republicana y Bildu, socios presupuestarios del Gobierno de coalición, han insistido este martes en su rechazo a la reforma laboral pactada por sindicatos y patronal al considerar que no supone una derogación real de la legislación del Ejecutivo del PP, informó Europa Press.
"Venden humo", ha resumido el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, acusando al Gobierno de Pedro Sánchez de haber dedicado "muchas horas" a hablar con la CEOE y Cepyme y "cero horas" en negociar con sus socios. "Han empezado la casa por el tejado", sostiene.
A su juicio, "faltan" cosas en esa reforma laboral y "hay muchísimo margen de mejora", por lo que, de momento, los trece diputados de ERC están en "un 'No' bastante claro".
También la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, ha resaltado a los periodistas que la reforma laboral liderada por las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz no va a contar con el apoyo de su formación porque no da respuesta a las necesidades de los trabajadores.
Quieren introducir cambios
En todo caso, si se convalida, Bildu exigirá que se tramite en el Congreso como proyecto de ley para introducir cambios porque faltan "muchísimas cosas" para cumplir el compromiso de la derogación completa de las normas que impuso el PP.
"Esta reforma no es histórica, pero puede serlo porque puede poner fin al recorte de tantos años —afirmó después en el Pleno del Congreso—. Esperamos que en la tramitación parlamentaria el Gobierno tenga una actitud constructiva, es necesario dialogar para cumplir la palabra dada, le parezca bien o mal a la patronal".
Cs se reserva su voto
El portavoz adjunto de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha declinado adelantar su voto ante la reforma laboral pero, en todo caso, se ha mostrado convencido de que al final el Gobierno "se arrodillará" ante sus socios para sacar adelante con ellos la nueva legislación.
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En declaraciones en el Congreso, Bal ha reiterado que, de lo que se conoce de la reforma laboral, hay que "cosas buenas" que su partido comparte, como la firma de todos los agentes sociales o el combate de la temporalidad, pero también incluye medidas que no les gustan nada, como la ultraactividad o la preeminencia de los convenios del sector, aunque sea sólo a efectos salariales.
A su juicio, se trata de una reforma "poco ambiciosa" y una "oportunidad perdida" para llevar a cabo cambios más profundos copmo la llamada 'mochila austriaca'. "Nuestra opinión es bastante desfavorable", ha comentado, a la espera de conocer el texto del decreto ley.
Ahora bien, Edmundo Bal está convencido de que, al final, el Gobierno no buscará a Ciudadanos, al que aún ni ha llamado, sino a sus socios presupuestarios de PNV, ERC y Bildu. "No sé si lo tendrá atado el Gobierno porque sus socios se hacen los enfadados y pedirán mil y un disparates, pero al final el Gobierno se rinde y acaba aprobando las cosas con sus socios. Se pondrá de rodillas", ha señalado.