GALICIA
Feijóo se convierte en el único presidente de la Xunta en cuyo mandato Galicia no obtuvo ninguna competencia

El próximo 12 de mayo se cumplirán tres años desde que Alfonso Rueda fuera investido presidente de la Xunta en sustitución del dimitido Alberto Núñez Feijóo. Este 11 de abril se cumplió un año de su primera investidura tras acudir a las urnas como líder del PP.
Con estos dos hitos temporales, tres años en el cargo y uno sin la condición de suplente, Rueda ya tiene en la cuenta personal de su Presidencia un logro inédito en los trece años de gabinete en los que se desempeñó como número dos, conselleiro y vicepresidente. La semana pasada Galicia incorporó una nueva competencia a su autogobierno, la de planificación y gestión del litoral, algo que no ocurría desde hacía casi 17 años.
El propio presidente calificó de " histórico " un traspaso que, como es sabido, estuvo precedido por un conflicto con el Gobierno de España. La Xunta asumió la competencia con una ley específica y el Ejecutivo estatal la recurrió ante el Tribunal Constitucional, que avaló el texto gallego en sus fundamentos. A partir de entonces, se iniciaron unas negociaciones que ambas partes aplaudieron en público por su tono y "facilidades", que dieron como resultado, además de lo obvio, que Feijóo volviera a ser el único presidente en la historia de la autonomía sin ninguna competencia nueva para Galicia bajo su mandato.
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El fin de la sequía de transferencias desde la Administración central pone punto y final al récord de cuatro legislaturas gallegas sin ninguna nueva competencia. Pero también inaugura un contador simbólico para el propio Rueda que, como jefe de campaña de Feijóo en 2009, descalificó como "traspasiños” la decena de ellas formalizadas por el Gobierno del PSdeG y el BNG en sus apenas tres años y medio de duración (de agosto de 2005 a abril de 2009).
Incluso dejando fuera del recuento al presidente que se encargó de poner en marcha el Estatuto de Galicia, el popular Gerardo Fernández Albor, con 72 competencias asumidas en cinco años de Gobierno en precario, el balance en esta materia del actual líder estatal del PP es elocuentemente pobre. No sólo en comparación con los doce traspasos del gabinete presidido por el socialista Emilio Pérez Touriño con Anxo Quintana como vicepresidente en unos años en los que el desarrollo estatutario y el contexto político estatal eran, en gran medida, comparables a los de la era Feijóo.
La escasez de autogobierno durante el mandato del actual líder del PP es comparable también a las trce transferencias logradas en poco más de dos años por el Gobierno tripartito presidido por Fernando González Laxe (PSdeG), desde el otoño de 1987 a principios de 1990. Incluso viendo las cuatro competencias logradas por el último Gobierno del PP de Manuel Fraga, (2001-2005), del que Feijóo llegó a ser vicepresidente, todas con el PP de José María Aznar en la Moncloa.