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TERREMOTO EN EL PSOE DE MADRID

El acta y la declaración de Lobato no dejan claro el origen de la filtración y el Supremo mira a Moncloa

Juan Lobato llega este viernes a prestar declaración como testigo ante el Supremo.

El hasta hace dos días secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, se ha sentado este viernes en el Tribunal Supremo para declarar como testigo en la causa abierta por la filtración de un correo electrónico del abogado de Alberto González Amador, pareja de Isabel Díaz Ayuso. Durante su comparecencia, el exlíder de los socialistas madrileños ha insistido en su versión, ha entregado el acta notarial que ha provocado su citación y ha dejado voluntariamente su móvil para que el instructor pueda cotejar ambas cosas. Una documentación en la que se puede ver cómo la entonces jefa de gabinete del jefe de gabinete de Presidencia, Pilar Sánchez Acera, le hace llegar el mail antes de que una imagen del mismo fuera publicada en la prensa: "Lo tienen los medios". Pero que no despeja la incógnita de cómo llegó a su poder.

El magistrado Ángel Hurtado, instructor del caso que salpica directamente al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, llamó a testificar a Lobato después de que el diario Abc revelase que el ex secretario general del PSM había depositado en un notario una serie de mensajes intercambiados con Sánchez Acera en relación a un correo del abogado de Alberto González Amador, pareja de Ayuso, en el que ofrecía un pacto a la Fiscalía para reconocer dos delitos fiscales en la causa que se sigue contra él. Un mail que, por cierto, hizo caer el bulo lanzado por Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete de Ayuso, quien había colocado el relato de que era el Ministerio Público quien buscaba el acuerdo.

Todos estos WhatsApp fueron consignados en el notario el pasado 6 de noviembre, una semana después de que el instructor de esta causa por revelación de secretos ordenase a la Guardia Civil el registro del despacho del fiscal general del Estado. Un acta notarial que este viernes Lobato ha facilitado, junto con su móvil, al magistrado Hurtado. Y que viene a confirmar las explicaciones que había dado en los últimos días: que la carta se la envió Sánchez Acera para que la sacara en la Asamblea de Madrid, que preguntó de dónde salía y que ella le dijo que la tenían los medios y que saldría para la sesión de control. Ahora bien, no destapa el origen de la filtración.

"La imagen con la carta es potente"

A las 8.29 horas del jueves 14 de marzo, según consta en el documento notarial al que ha tenido acceso infoLibre, Sánchez Acera envió a Lobato una imagen del correo electrónico del letrado de González Amador, archivo que a su vez figuraba como "reenviado". "Cuidado con los datos personales", le avisó. Y, a continuación, le comentó que se podía "sacar" en la pregunta que le fuera a plantear a la presidenta madrileña durante la sesión de control al Gobierno, un Pleno que arrancaría hora y media después. "La imagen con la carta es potente", resaltaba la ahora asesora de Moncloa.

A las 8.41 horas, el entonces secretario general de los socialistas madrileños le preguntó de dónde salía la misiva: "¿La carta cómo la tenemos? ¿Se ha publicado en algún sitio?". Y Sánchez Acera, al minuto, le respondió: "Porque llega, la tienen los medios". Tras eso, añadió en otros cuatro mensajes: "Vamos a verlo. Para que estés más respaldado. Si es así te lo digo. Si no, la tienes en retaguardia". "Sí porfa. Es buena para explicar en la rueda de prensa con la propia carta. Pero la necesito diciendo de dónde la saco. Porque si no parece que me la ha dado la Fiscalía", contestó Lobato.

La jefa de gabinete de Óscar López se interesó, acto seguido, por la hora a la que intervendría Lobato, a lo que éste le respondió que a eso de las 11.00. "Va a salir antes, para el control. A las 11 ya habrá salido todo el mundo con ella. Pero te aviso cuando salga", continuó Sánchez Acera en tres mensajes. Y cuarenta y un minutos después, a las 9.29 horas, la asesora de Moncloa envió a Lobato el enlace de una noticia de El Plural que incluía la imagen de la misiva pero con algunos datos personales tachados –a diferencia de la que ya tenía Sánchez Acera–. "Ya está", completó. Una hora después, Lobato mostró en la Asamblea de Madrid la misma carta que publicó el diario digital.

El juez hace un volcado de su móvil

El contenido de los mensajes aportados al notario permite concluir, por tanto, que la entonces jefa de gabinete de Óscar López tenía una copia de dicho correo antes de que una imagen del mismo sin marca de agua apareciese publicada por primera vez en el diario digital. Ahora bien, no despeja la incógnita sobre si dicho documento le habría podido llegar de Moncloa, de la Fiscalía o, incluso, de aquellos medios que unas horas antes ya habían tenido acceso a la información. Porque hay que recordar que la noche anterior, tanto la Cadena Ser como elDiario.es habían recogido ya en sus informaciones entrecomillados precisos de dicho mail del abogado de González Amador.

Según las fuentes jurídicas consultadas por este diario, la comparecencia de Lobato ante el magistrado se ha ceñido "esencialmente" al contenido de dichos mensajes, que llevó al notario para "cubrirse las espaldas" a la vista de la judicialización del caso por un correo que él mismo había utilizado en sede parlamentaria. Además, ha contado que el comunicado que lanzó tras la información de Abc lo consensuó con Sánchez Acera y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán. Una declaración en la que han estado presentes el abogado de González Amador, las acusaciones populares, la Fiscalía y la Abogacía del Estado.

Lobato ha salido del Supremo "tranquilo", conservando su condición de testigo y sin que nadie vea por el momento elementos suficientes como para pedir su imputación. Eso sí, lo sin su teléfono móvil, que ha entregado voluntariamente al instructor del caso para que agentes de la Guardia Civil realizaran un volcado de los mensajes con el que poder contrastar el contenido del acta notarial. Lo ha hecho, según informan fuentes jurídicas, después de que una de las acusaciones haya visto en las capturas de pantalla elementos que le han hecho sospechar que podía haber más conversación relevante para el caso relacionada con los hechos que no se depositó en el notario.

Ahora, tras la declaración del ex secretario general de los socialistas madrileños, todos los focos se sitúan sobre Sánchez Acera. Si hace algunos días era el colectivo ultra Manos Limpias quien solicitaba su citación como testigo en la causa, este mismo viernes, tras la comparecencia de Lobato, el Colegio de Abogados de Madrid, que ejerce la acusación en el procedimiento, ha pedido directamente la imputación de la actual jefa de Gabinete en el Ministerio para la Transformación Digital de Óscar López.

A la espera del análisis sobre García Ortiz

Mientras tanto, la principal línea de investigación de la causa que salpica al fiscal general del Estado sigue su curso sin que, por el momento, se haya localizado la pistola humeante. El primer informe elaborado por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil en base a las comunicaciones mantenidas por la otra investigada, la fiscal jefa provincial de Madrid, da por hecho que la filtración de los correos electrónicos de González Amador se inició en la Fiscalía. Ahora bien, sin encontrar por el momento prueba contundente que demuestre que García Ortiz fue quien filtró u ordenó el envío a diferentes medios de dichos mails.

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Lo que ha acreditado por el momento la Guardia Civil es que el fiscal general del Estado requirió antes de que se publicase en los medios aquel correo electrónico en el que el abogado de González Amador reconocía dos delitos fiscales. Y que recibió todos los mails del caso. Algo que, por otro lado, no es nuevo. Ya se sabía. De hecho, él mismo confirmó todo esto públicamente, si bien rechazó que fuera el responsable de la filtración. Ahora, con todos estos elementos sobre la mesa, la UCO continuará su trabajo analizando la información que incautaron en el despacho del fiscal general del Estado, algo que dará lugar próximamente a un segundo informe.

El instructor de la causa, además, se ha dirigido en las últimas horas a la Fiscalía General del Estado para pedir imágenes de cámaras de seguridad durante el día del registro. Lo hizo a petición de la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF), que ejerce como acusación popular y que aseguró en un escrito remitido al magistrado Hurtado que durante aquella jornada habían visto a eso de las 19.00 horas a García Ortiz en el salón noble de Fortuny "revisando" un móvil "que aparentemente le pertenecía" junto a la teniente fiscal del Supremo.

El instructor del Supremo, sin embargo, ignoró que las actas del registro que él mismo tiene a su disposición dejaron constancia de que los agentes, tras concluir el clonado, le habían devuelto el dispositivo a García Ortiz a las 17.55 horas. En resumen, que no hubo manipulación alguna durante el registro puesto que el móvil ya había sido devuelto tras el volcado de información. Pero no solo eso. El magistrado también pidió unas imágenes que no existen. Y así se lo hizo saber el Ministerio Público: "No existe ninguna cámara de seguridad instalada en el patio central, solo existiendo en el perímetro exterior del edificio".

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