El Congreso aprueba la reforma laboral de rebote en una jornada de "taquicardia", traiciones y errores fatales
"No os imagináis qué votación de vértigo, todavía tenemos taquicardia y cafinitrina debajo de la lengua porque las situaciones son de riesgo". Así describió la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, la votación de este jueves en el Congreso horas después de abandonar el salón de plenos. Por 175 votos frente a 174, la Cámara Baja refrendó la nueva reforma laboral que entierra la que Mariano Rajoy impuso en 2012 con la mayoría absoluta del PP pero sin acuerdo del diálogo social. La nueva legislación, ya en vigor, es ya una realidad.
La cafinitrina es un medicamento que se toma ante, por ejemplo, indicios de una angina de pecho. El corazón del Ejecutivo latió este jueves a toda velocidad ante la posibilidad de que la norma, que lleva el sello de Yolanda Díaz y es para la vicepresidenta segunda "la ley más importante de la legislatura", naufragase asestando un duro revés a la coalición de gobierno.
El hemiciclo se convirtió en un polvorín. El Gobierno sabía que tenía los apoyos muy apretados y que cualquier error podría ser fatal tras el "no" anunciado en la tribuna por Gabriel Rufián (ERC) y Aitor Esteban (PNV). A los partidos que sí habían anunciado su voto a favor (Ciudadanos, PDeCAT, Más País, Compromís, PRC, Teruel Existe, Coalición Canarias y Nueva Canarias) se habían sumado en la noche de este miércoles los dos diputados de Unión del Pueblo Navarro (UPN), aliado foral del PP.
Tras asegurar al PSOE que votarían a favor a lo largo de todo el día, los dos navarros hicieron lo contrario desobedeciendo a la dirección de su partido, que había decidido el "sí" en Pamplona. La reforma laboral habría sucumbido de no ser porque el diputado del PP por Cáceres Alberto Casero no se hubiera equivocado al votar telemáticamente "sí" en contra de lo que indicaba su partido.
El diputado ha intentado rectificar el sentido de su voto pero la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha decidido que prevalecía su primera opción. El PP, tras acabar el Pleno, ha pedido una reunión urgente de la mesa para intentar anular la votación. Casero se ha presentado en el Congreso para intentar corregir su voto presencialmente pero no se lo han permitido.
El PP y Vox rechazan la votación
El PP ha calificado de "cacicada" y "manipulación" lo ocurrido. Según ha informado tras la votación la portavoz del PP, Cuca Gamarra, el diputado extremeño ha votado a favor, es decir, correctamente, pero luego se produjo un "problema informático". Sin embargo, fuentes del PP han asegurado, antes de que Gamarra hablase de un fallo informático, que en realidad Casero se había equivocado.
El presidente del PP, Pablo Casado, aseguró que la votación es un "fraude democrático" y un "atropello a las instituciones" y avanzó un recurso a la Mesa del Congreso y al Tribunal Constitucional.
Por su parte, Vox habló de "pucherazo". Según Macarena Olona, Batet y los servicios del Congreso impidieron una rectificación del voto que, para Vox, debería habérsele permitido. Por ese motivo, la formación de ultraderecha también ha avanzado un recurso ante la Mesa del Congreso y un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.
Sergio Sayas y Carlos García Adanero han confirmado su voto negativo en su cuenta de Twitter. "He votado no a la reforma laboral porque lo contrario hubiera supuesto un claro refuerzo a Sánchez, presidente de España con el apoyo de Bildu", ha afirmado García Adanero. "Votamos no a la reforma laboral. (...) Nunca tuve un voto tan difícil como hoy pero tampoco lo tuve más claro", ha escrito el diputado de UPN. Sin embargo, los dos diputados habían comunicado al PSOE su voto a favor. Nunca avisaron de lo contrario.
En un comunicado, la dirección de UPN ha pedido a ambos que entreguen sus actas de diputado después de ir "en contra de la decisión de los órganos del partido" y "engañándonos, como demuestra que han manifestado previamente de manera pública que iban a aceptar la disciplina de voto para después no hacerlo". Asimismo, el partido navarra asegura que tanto Sayas como Adanero han comunicado el "sentido final de su voto" a otras formaciones "mientras la dirección de UPN desconocía este extremo". La formación también ha pedido disculpas al PSOE porque son "un partido de palabra, de valores y de principios, que cumple sus acuerdos".
Además de lo ajustado de la votación, en un primer momento Batet ha llegado a decir que la reforma había sido derogada, al estallar los aplausos en la bancada del PP y de Vox, que se han levantado a aplaudir. Segundos más tarde, los servicios jurídicos de la Cámara le han aclarado a la presidenta que, realmente, los votos a favor eran más que los votos en contra, anunciando la convalidación de la reforma, provocando una reacción similar en las bancadas del PSOE y Unidas Podemos, que han acabado coreando "¡Sí, se puede!".
Una norma "histórica"
El resultado ha resultado agónico para el Gobierno de coalición, que ha conseguido sacar adelante uno de sus hitos de la legislatura armando una mayoría alternativa a la que le viene dando respaldo desde el principio de la legislatura. Hasta este miércoles por la noche que UPN confirmó su sí y no estuvieron atados los apoyos.
Durante el debate, la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha defendido la reforma laboral como una norma "histórica" que acabará con "la cultura de la precariedad que ha lastrado las condiciones de vida de tantas personas trabajadoras". Tras una jornada agónica en el Ejecutivo con negociaciones al límite para sacar adelante la nueva legislación laboral, la vicepresidenta ha afeado desde la tribuna del Congreso a los grupos parlamentarios que votarán ‘no’ al decreto: "Frente a la ultractividad, prioridad de convenios o lucha contra la precariedad sólo he escuchado 'proyectos personales', 'humo', 'maquillaje'. No he logrado trasladarles lo que conlleva este real decreto ley. Me entristece, se lo confieso".
El tono de Yolanda Díaz ha sido por momentos muy duro con algunos socios parlamentarios de la coalición que este jueves se desmarcarán y se opondrán a una de las normas más importantes de la legislatura y al proyecto estrella de la vicepresidenta segunda. Y ha recordado que lo que se debate este jueves es si "este Congreso confirma para siempre la reforma laboral del PP, si esa reforma agresiva recibe una vez más su aval o si dejamos atrás el modelo de precariedad, bajos salarios, subcontratación pirata y prejuicio antisindical de la derecha”.
Yolanda Díaz ha subrayado que la reforma laboral que este jueves será convalidada “tiene el aval del diálogo social. Un pacto laborioso, artesanal y muy complejo, pero que nos da una lección: la política es diálogo y es tejer acuerdos, no es partidismo ni ruido." Y ha agradecido expresamente al PPV “haber negociado contenidos” pese a su voto final en contra.
Una alusión clara e indirecta a la actitud de ERC, que este miércoles se negó a negociar una batería de propuestas que le había trasladado el ministerio de Trabajo para intentar acercar posturas. El enfrentamiento entre Yolanda Díaz y Gabriel Rufián ha sido explícito incluso públicamente en los últimos días a cuenta de la reforma laboral. Este mismo jueves, a su llegada al Congreso, el portavoz independentista catalán era preguntado por la postura de su grupo y por los apoyos recabados por el Gobierno: “Dime con quién votas y te diré quién eres”, respondió.
Ya en la tribuna, el portavoz de ERC ha acusado al Gobierno de lo mismo: no haber querido negociar el contenido de la reforma. "Nosotros respetamos enormemente a los agentes sociales, pero las leyes se hacen en el Congreso. Cuando vienes aquí diciendo 'esto es lo que hay y no se toca porque lo he pactado fuera', lo que estás haciendo es tratar al Congreso como un notario. Eso sienta un peligrosísimo precedente que no aceptamos", ha denunciado. Aun así, "seguiremos hablando", ha añadido. "No se acaba el mundo".
Durante su defensa del real decreto, Yolanda Díaz sostuvo que la mejora de los datos del paro constatados este miércoles ya reflejan el impacto positivo de la nueva norma, con la creación por primera vez de un 15% de contratos indefinidos. Y recordó que esa legislación supone pasar página de la reforma laboral del PP, vigente hasta ahora, y que "instituyó aquello de 'mejor un trabajo de miseria que nada', del 'no te quejes que aunque sea un trabajo basura, tienes empleo". Mantener o no esos preceptos, dijo, es lo que se debate en la Cámara Baja este jueves. "Lo que hoy se vota aquí es decir 'sí' o 'no' al modelo fracasado del PP, 'sí' o 'no' a un trabajo decente", concluyó.
El PP dice que "ha traicionado a los suyos": "Es la líder de la Troika"
Tras la intervención de Díaz llegó el turno de la portavoz del PP en el Congreso, Cuca Gamarra, que arrancó su exposición asegurando que ve "nerviosa" e "insegura" a la ministra porque "sabe que ha traicionado a los suyos" con la reforma laboral y ahora sus votantes la ven "al frente de la Troika". Así, la conservadora ha asegurado que sus aliados han forzado que Díaz llegue al Congreso "como una vicepresidenta derrotada", y que por ello ha buscado atacar más la reforma del PP que su propuesta, lo que ha justificado aún más su voto en contra.
Y es que, ha asegurado, la reforma permitió abrir un ciclo de creación de empleo y ha sostenido que en ella se contiene la modernización de la alabada figura de los ERTE. "Si funciona, ¿por qué la deroga?", ha preguntado Gamarra, defendiendo modernizar este marco, y no revertirlo.
Sin embargo, Díaz ha pedido al PP que "dejen de jugar" con la autoría de los ERTE, pues "saben que durante toda la democracia han existido" y, si acaso, fue con José Luis Rodríguez Zapatero, en 2010, cuando tomaron forma, pero no ha sido hasta la pandemia cuando "se consolidan" tal y como se conciben ahora, y se estructuran como permanentes en esta reforma. "Si son los mismos, ¿qué hemos estado votando? ¿Y qué han estado haciendo los agentes sociales?", se ha preguntado, recordando que fue el PP el que votó en contra de prórrogas de este modelo de protección: "Si por ustedes fuera, nunca habríamos salvado a 3,5 millones de trabajadores y 550.000 empresas", ha dicho.
El PNV critica el "chantaje intolerable" de la CEOE para que el Gobierno no tocara la reforma laboral
El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha iniciado su intervención en la Cámara Baja reconociendo su gusto por el contenido de la reforma y también su aprecio por los consensos. "Pero los consensos no se imponen, menos en un Parlamento democrático", ha precisado, tachando de "chantaje intolerable" a los diputados que la patronal CEOE impusiera que el acuerdo no se pudiera modificar "ni una coma".
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"Pero es que enseguida se sumaron ministros, principalmente socialistas, y el propio presidente del Gobierno. Este es el colmo del antiparlamentarismo", ha espetado Esteban, recordando que ya avisaron, incluso en su visita a La Moncloa, de su necesidad de reconocer por ley una prevalencia de los convenios autonómicos y los acuerdos sectoriales de este alcance. Un rechazo que el diputado vasco ha calificado de "tozudez", atribuyéndola a "razones simbólicas", y ha cargado contra la "hipocresía" del presidente de la patronal, Antonio Garamendi, por decir en público que esto supondría romper la unidad de mercado. "En privado nos ha dicho lo contrario", ha asegurado. Asimismo, ha dicho que "si el problema era Europa" está convencido de que la Comisión Europea habría aceptado "que se puede hacer retoques sin tocar el núcleo del acuerdo. "Europa lo iba a entender", ha dicho.
Bildu critica el acuerdo de la reforma laboral: "No vamos bien cuando se da más valor a la patronal"
"Sólo las políticas de izquierdas consiguen avances y derechos para la clase trabajadora", ha subrayado por su parte Oskar Matute, de Eh Bildu, quien ha criticado que no considera "razonable ni innovador" que el Gobierno "dé más valor a formas que evocan a los Pactos de la Moncloa y el Régimen del 78".
"No vamos bien cuando se da más valor a la patronal que a fuerzas que representamos a más personas que a la propia patronal", ha esgrimido Matute, replicando toda invitación al "pragmatismo" con una cita de Angela Davies: "No estamos aquí para aceptar las cosas que no podemos cambiar, sino para cambiar las cosas que no podemos aceptar".