Cataluña ante el 1-O
Los soberanistas logran colocar el 1-O en la agenda de la prensa internacional
La Generalitat de Cataluña ha sido consciente desde el primer momento de la importancia que tiene internacionalizar el referéndum del próximo 1 de octubre para tratar de otorgarle la máxima legitimidad posible. Y para ello, el Ejecutivo catalán ha tenido claro que la mejor herramienta para mantener vivo el foco sobre Cataluña en otros países del mundo son los medios de comunicación extranjeros. Eso explica las repetidas reuniones que desde comienzos de año ha ido manteniendo el president, Carles Puigdemont, en el Palau de la Generalitat con los corresponsales afincados en suelo catalán. Citas en las que ha señalado el gran impacto internacional que tendrá que España no permita el referéndum, ha insistido por activa y por pasiva que el próximo 1-O se sacarán las urnas a la calle y en las que ha rechazado que la futura consulta vaya a ser otro 9-N.
La primera reunión desde que arrancó el año decisivose produjo en abril en la sede del Ejecutivo catalán con motivo de la festividad de Sant Jordi. Allí, rodeado de periodistas, el president insistió en que se llevaría a cabo la consulta "con todas las de la ley". Algo en lo que también ahondó durante un almuerzo con corresponsales en el Palau horas antes de que el Parlament de Cataluña aprobase la Ley del Referéndum, la Ley de Transitoriedad Jurídica y el Govern convocase formalmente la cita con las urnas, una comida con periodistas extranjeros en la que, además, anunció que si se imponía el sí el 1-O dirigirá "una apelación, una propuesta, una llamada" al Gobierno central para sentarse a negociar. "Tenemos que procurar que lo que hayamos ganado en las urnas no lo perdamos en la transición", completó en una tercera reunión con corresponsales el pasado 11 de septiembre, horas después de la Diada.
Y, al parecer, la estrategia de comunicación con los periodistas extranjeros está dando sus frutos. En las últimas semanas han sido varios los medios a nivel internacional que han prestado atención al proceso en Cataluña. Algunos periódicos, como Financial Times, The New York Times, The Guardian, BBC, Le Monde o Bloomberg han publicado sobre el 1-O reportajes, columnas de opinión o editoriales. Otros, como Le Figaro o el Frankfurter Allgemeine, le han dedicado reportajes al president y al conseller de Asuntos Exteriores, Raül Romeva.
'The Guardian' y 'Financial Times'
El pasado domingo, el mismo día que la revista dominical francesa calificaba a Puigdemont como "el padre" de la futura república catalana y la germana le dedicaba una doble página al conflicto con declaraciones de Romeva –"Con Cataluña, el Gobierno español se juega la democracia"–, el periódico británico Financial Times le dedicaba un duro editorial a la consulta del 1-O. En ocho párrafos, el diario económico recordaba que el Govern y el Parlament "han seguido adelante" de una manera "que salta sobre los procedimientos democráticos apropiados para un asunto de tanta importancia" y señalaba que la Ley del Referéndum "no establece un mínimo de votos para ser válido", por lo que "una pequeña minoría del electorado podría activar la declaración de independencia".
"En estas circunstancias, y teniendo en cuenta la pasión que ha levantado la legalidad del voto, cualquier proclamación de una Cataluña independiente carecería de legitimidad política", añadía el editorial. En este sentido, el Financial Times también apuntaba que "los argumentos legales" favorecen a "las autoridades centrales españolas" , afirmaba que el caso catalán no es comparable con "referendos y actos de independencia de otras democracias" –Quebec (1995) o Escocia (2014)– y aseveraba que el independentismo busca que el Ejecutivo central aplique "mano dura" para poder "mostrarse como víctimas de la represión política". "Tenga o no tenga lugar el referéndum, el paso esencial para ambas partes es abrir serias negociaciones para llegar a una versión actualizada de la autonomía de Cataluña", sentenciaba el diario.
También The Guardian dedicó el pasado domingo un par de piezas, ambas firmadas por el periodista Stephen Burgen, a la consulta del 1 de octubre. Mientras que en una de ellas se recogía la opinión de cinco catalanes dispuestos a votar en el referéndum, en la segunda analizaba cómo se encontraba el conflicto a dos semanas de la hipotética cita con las urnas. En once párrafos, Burgen desgranaba las actuaciones del Gobierno para frenar el 1-O, pasos que han girado entre la "acción policial" y las "amenazas", y apostillaba que el Ejecutivo de Mariano Rajoy "se ha negado a discutir el tema". "Los llamamientos a la calma son ignorados por ambas partes. Los españoles confían en que se alcance un compromiso de última hora para evitar una colisión frontal", concluía el diario.
'Le Monde', BBC y Bloomberg
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Sin embargo, los dos periódicos británicos no han sido los únicos que han opinado sobre la consulta. Hace una semana, el diario francés Le Monde publicó un editorial en el que calificaba el enfrentamiento de "absurdo" y pedía a ambas partes que "entren en razón": "Los sentimientos anticatalanes se están exacerbando en España y los antiespañoles en Cataluña", aseguraba. Además, el periódico galo recordaba la "ausencia total de diálogo" y advertía de que las medidas tomadas han empujado a ambos bloques a la "sobrerreacción". Por ello, consideraba que "Madrid debe entender la reivindicación de centenares de miles de catalanes" y emplazaba a Rajoy a "seguir el ejemplo" del ex primer ministro británico David Cameron, que "permitió a Edimburgo organizar la votación". "Convenciendo al mismo tiempo a la mayoría de los catalanes de una verdad: su futuro europeo sigue estando dentro de España", sentenciaba.
También se posicionaron sobre la consulta el pasado viernes Bloomberg y la BBC. La agencia de noticias estadounidense describía la situación en Cataluña como una "combinación tóxica de frustraciones enquistadas, mitos nacionalistas y mala gestión desde Madrid", pedía a ambas partes que pongan fin a sus posiciones y dejen de "inflamar más las pasiones", algo que es "posible y necesario", y vaticiaba que la consulta no arreglará el problema definitivamente. La cadena británica, por su parte, apostaba por un análisis de James Badcock en el que explicaba que el Gobierno estaba tratando de impedir la consulta, aunque evitando utilizar mano dura, y calificaba la situación como "juego del gato y el ratón".
Todos estos puntos de vista se suman al que aportó el diario The New York Times hace casi tres meses. En un editorial titulado El desafío de Cataluña a España, el periódico estadounidense cargó contra la "intransigencia" del Ejecutivo de Mariano Rajoy, una posición que, añadía, no hace más que "inflamar las frustraciones" catalanas. "España está decidida a evitar un referéndum catalán de independencia, pese a que su actitud dura hacia los líderes catalanes probablemente sólo ha incrementado el entusiasmo hacia una medida con apoyo cuestionable", arrancaba el editorial, que pedía negociar "de buena fe con los líderes catalanes" para encontrar "una solución política". "El mejor resultado sería permitir el referéndum, y para los catalanes rechazar la independencia", sentenciaba The New York Times.