Consuelo Ordóñez: "Me preocupa cómo se ha extendido ese odio que yo he vivido toda la vida"
Consuelo Ordóñez (Caracas, 1959) lleva veinticinco años luchando sin descanso por y para las víctimas del terrorismo a través de la asociación Covite. Pero no está acostumbrada a recibir premios. De hecho, hasta el momento, más allá de una medalla de Instituciones Penitenciarias, solo ha recibido dos. El primero se lo otorgó hace pocas semanas la Fundación Hay Derecho. Y el segundo se lo acaba de conceder infoLibre en la categoría de Compromiso Social. "Estamos empezando a recoger los frutos de tantos años de trabajo", dice con orgullo al otro lado del teléfono.
La hermana de Gregorio Ordóñez, concejal del PP de San Sebastián asesinado por la banda terrorista ETA en 1995, atiende a este diario el mismo día que ha fallecido el pintor y escultor Agustín Ibarrola. Con él, como quien dice, comenzó todo. Fue el primero que se acercó al colectivo cuando nadie quería tener nada que ver con él, cuando eran lo más incómodo que había, cuando les tenían como apestados. Y les diseñó el logo, la chiribita. "Nuestro querido referente, siempre vivirá con nosotros", apunta Ordoñez.
¿Cómo recibe el premio al compromiso social otorgado por este diario?
Yo estoy acostumbrada a recibir hostias, no premios. De hecho, es el segundo que me otorgan en toda la vida. Por tanto, lo acojo con ilusión y agradecimiento, porque eso quiere decir que estamos recogiendo los frutos de tantos años de un trabajo que nos ha costado mucho visibilizar. Un trabajo muy duro y que, también, hemos tenido que hacer con mucha soledad.
Nosotros siempre hemos estado muy solos. Éramos como la peste, lo más incómodo que había en la sociedad en la que hemos nacido, crecido y vivido
¿Soledad por quién o por parte de quién?
Porque nunca hemos estado arropados por nadie. ¿Cuántos artistas, cuantas personas del mundo de la cultura, vascos, famosos, se solidarizaron con nosotros? ¿Cuántos empresarios nos han ayudado? ¿Cuánta gente de la calle? ¿Qué hacían cuando ETA nos mataba? Nosotros siempre hemos estado muy solos. Éramos como la peste, lo más incómodo que había en la sociedad en la que hemos nacido, crecido y vivido.
Pero también, a parte de la soledad, hemos sufrido la estigmatización de la mayor parte de la sociedad española. Primero, en el País Vasco, estigmatizados por el nacionalismo y la izquierda abertzale. Y luego la izquierda de este país, que siempre nos ha estigmatizado porque ha pensado que si eres víctima de ETA tienes que ser de derechas.
Usted lleva años trabajando por y para las víctimas del terrorismo. ¿Considera, a día de hoy, que algo tan grave como el terrorismo se está banalizando?
La banalización del terrorismo ha estado instalada siempre en la sociedad vasca y navarra. La izquierda abertzale siempre ha banalizado y ha deshumanizado a las víctimas, nos ha tratado como cosas para poder justificar que para ellos el terrorismo era su herramienta política. Antes HB. Y hoy sus herederos políticos, que están en el Congreso de los Diputados y en las instituciones vascas, donde son segunda fuerza. Aún ni siquiera se han atrevido a decir que matar estuvo mal. Lo siguen justificando, lo siguen legitimando.
¿Y qué le parece la instrumentalización política que se hace de este asunto?
Si te refieres a la que hacen determinados líderes políticos y determinados partidos, es algo que llevamos denunciando muchos años, aunque ahora se visibiliza mucho más. De hecho, el artículo 2 de nuestros estatutos, que es donde está nuestra seña de identidad, dice lo siguiente: "Covite como colectivo es absolutamente independiente de cualquier partido político. Nuestros objetivos tienen que ver con la dignidad del ser humano y, en ese sentido, están muy por encima de cuestiones partidistas. Es independiente de cualquier partido político u organización similar, valor irrenunciable que nos otorga libertad plena de crítica y coherencia con nuestros fines".
Que se diga que ETA sigue existiendo o se utilice eso de "Que te vote Txapote" son cosas que duelen. Y yo voy a defender la dignidad de todas y cada una de las víctimas
Lo que nosotros defendemos está relacionado sólo y estrictamente con la dignidad del ser humano. Estamos, por tanto, por encima de cuestiones partidistas, somos independientes. Lo que queremos es memoria, verdad, justicia y dignidad. Y esto último implica tratarnos con respeto, no banalizar o respetar la naturaleza intrínseca de las víctimas, que es la pluralidad ideológica. Porque antes que víctimas somos personas y somos reflejo social.
Por tanto, ¿cómo no voy a saltar ahora contra cualquier líder político de cualquier partido que utilice el terrorismo que hemos vivido para frivolizar, banalizar y, sobre todo, para rentabilizarlo, tratando a las víctimas como si fuéramos mercancía política? ¡Pues igual que me indigno todos los días con el discurso legitimador que, todavía hoy, tienen los líderes de la izquierda abertzale! Que se diga que ETA sigue existiendo o se utilice eso de "Que te vote Txapote" son cosas que duelen. Y yo voy a defender la dignidad de todas y cada una de las víctimas.
¿Ha fallado el Estado a la hora de dar respuesta a las víctimas del terrorismo?
Nosotros nacimos con una seña de identidad clara: la defensa del Estado de Derecho y las instituciones. Pero eso no quita que nos hayan defraudado. La justicia de este país ha fracasado rotundamente con las víctimas de ETA. Mira, a lo que más esfuerzo hemos dedicado es a documentar la justicia no impartida con las víctimas del terrorismo. Y el panorama es desolador. En 2018, cuando analizamos todas las sentencias que se habían dictado, nos dimos cuenta de que sólo 76 víctimas de 24 atentados tenían a todos los que participaron en los mismos juzgados y condenados.
Cuando me encuentro con una víctima que no ha tenido justicia, me doy cuenta en muchos casos de que el origen de esa impunidad es la falta de investigación de los órganos judiciales. Se archivaban causas sin investigar
Y cuanto más sé, más me indigno y más me duele. Cuando me encuentro con una víctima que no ha tenido justicia, me doy cuenta en muchos casos de que el origen de esa impunidad es la falta de investigación de los órganos judiciales. Se archivaban causas sin investigar. Todo dependía de en qué juez y en qué fiscal recayera. Ahora, estamos con un proyecto de investigación de sumarios sin esclarecer para intentar saber qué ha pasado para que más de la mitad de las víctimas de ETA no hayan tenido justicia en este país. ¿Y sabes lo que nos hemos encontrado al descender al papel? Casos en los que el mismo día se dicta un auto incoando sumario y otro diciendo que ya se han hecho las diligencias de investigación y archivando. Eso es un juez corrupto.
Hay jueces, por tanto, que han actuado con la debida diligencia, con responsabilidad, cumpliendo con sus obligaciones. Y otros que han sido unos irresponsables, han cometido gravísimas negligencias y hasta han sido corruptos. Y no es uno, ni dos. Llevamos no tantos sumarios en papel investigados y en dos años me he encontrado ya cinco casos iguales. ¿Cómo se van a resolver los crímenes cuando no los investigas?
¿Y los distintos Gobiernos?
Mira, llevo trece años sufriendo el maltrato institucional. Nosotros, en 2010, cuando aún era un borrador, advertimos de que si sacaban la ley estatal de víctimas del terrorismo como estaba iban a cometer la mayor injusticia entre víctimas, porque lo que se dice es que la vida de aquellas que no han tenido justicia vale la mitad que la de los que sí la han tenido. No nos hicieron caso. Luego, llegó el PP, que supuestamente dice que es de los nuestros. Y tampoco. Siete años estuve peleando con ellos, y solo era necesaria voluntad política, quitar una tabla de la norma e igualar las indemnizaciones.
Nos sentimos maltratados por las instituciones. Pero, sin embargo, seguimos creyendo en ellas. Somos los que más motivos tenemos para estar defraudados, pero las defenderemos siempre
Con este último gobierno tenía la esperanza de que me hicieran caso. Y estuvieron a punto. Pero no, no les ha dado la gana, tampoco les debemos importar. O al menos a la ministra María Jesús Montero, que es la que se negó a hacer nada por nosotros.
Nos sentimos, por lo tanto, maltratados por las instituciones. Pero, sin embargo, seguimos creyendo en ellas. Somos los que más motivos tenemos para estar defraudados, pero las defenderemos siempre.
Carta a Consuelo Ordóñez
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¿Cómo percibe la situación política en nuestro país? ¿Le preocupa la crispación y polarización que estamos viviendo?
Me preocupa cómo se ha extendido ese odio que yo he vivido toda la vida, que se haya exportado al resto de España, que odiar se haya puesto de moda. Un odio que solo conduce a la violencia, como estamos viendo con estas manifestaciones. Un odio que siempre está basado, primero, en la mentira. Y que sirvió en su día para que ETA matara y atentara contra la vida de miles de personas en este país. A eso lleva el germen del odio.
Hasta yo, que soy la presidenta de Covite, lo estoy sufriendo en redes sociales. Nosotras somos el mejor ejemplo que este país ha tenido frente al odio, el mejor ejemplo de convivencia democrática y pacífica. Pero parece que este país no ha aprendido nada de nosotras. Y eso también duele. Pero seguiremos trabajando porque somos más necesarios que nunca.