La UE lanza su primer paquete de represalias arancelarias contra EEUU por valor de 20.000 millones

En 24 horas será oficial la primera represalia de la Unión Europea a los Estados Unidos en respuesta a los aranceles del 25% impuestos por Donald Trump al acero, el aluminio y los productos europeos facturados con estos materiales.
Las tasas con las que la UE reacciona al arancelazo alcanzarán, como mínimo, un valor de 20.000 millones de euros. El bourbon estadounidense quedará previsiblemente exento para así evitar un nuevo golpe impositivo de Washington al sector vinícola europeo, al que Trump amenazó con imponer un 200% de tarifa.
Carne de pollo y de aves, frutas como las fresas, verduras como la soja, madera, pero también maquinaria agrícola, quitanieves, motocicletas como las icónicas Harley Davidson, ropa de abrigo o los vaqueros Levi's, electródomésticos y herramientas de taller y hasta vapeadores o parches de nicotina sufrirán una subida arancelaria considerable. La cifra final será inferior a los 26.000 millones de euros inicialmente propuestos por la Comisión, porque como explica el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, “no nos dedicamos al ojo por ojo”. “O al centavo por centavo”, puntualizó el político eslovaco.
Los ministros de Economía o de Comercio de los 27 discutieron y confirmaron la noche de este lunes en Luxemburgo la primera respuesta comunitaria a la guerra comercial desatada por el presidente de EE UU. La lista será aprobada este miércoles por los embajadores nacionales ante la UE. Son los principales diplomáticos que cada Estado miembro tiene en Bruselas, los conocidos como sherpas –por el término alpinista referido al montañero nativo que acompaña al expedicionario extranjero en la subida de una cumbre–, que en la capital comunitaria defienden la política de sus gobiernos, van cerrando los documentos que luego discuten los ministros y son quienes están pegados al primer ministro o jefe de Gobierno en las cumbres.
En los últimos días, países como España, Italia o Francia han objetado en favor de retirar el bourbon de la lista. Es un ejemplo de cómo las presiones e intereses económicos de varias capitales han ido dando forma a las represalias europeas, y de Luxemburgo ha salido “un apoyo mayoritario al calendario planteado por la Comisión Europea en cuanto a que se aprobará el miércoles la lista de medidas para que entren en vigor en los siguientes días”, confirmó el ministro español de Economía, Carlos Cuerpo.
Bruselas aplica el enfoque en dos fases. Primero, la batería de represalias impositivas a una lista de productos estadounidenses que rondará los 20.000 millones de euros. La segunda, todavía bajo discusión y con el 15 de mayo en el horizonte para su entrada en vigor, incluye medidas más políticas, aunque fuentes comunitarias prefieren “no especular” sobre ella porque todas las opciones están sobre la mesa.
En este segundo caso, los primeros aranceles dejarían paso a otras disposiciones como una tarifa homogénea a todos los productos estadounidenses, similar a las aprobadas por Trump. Pero también a denuncias ante la Organización Mundial del Comercio y a la activación del mecanismo anti coerción, con gravámenes a los servicios digitales de Apple, Google, Facebook, Amazon o X (antigua Twitter) –una demanda impulsada públicamente Francia–, o el veto a las constructoras estadounidenses en los concursos públicos del continente.
Una última oferta europea
No obstante, Bruselas y los 27, a pocas horas de imponer las primeras represalias arancelarias a los productos estadounidenses ante el camino unilateral de la confrontación emprendido por Trump, siguen dispuestos a enterrar el hacha de guerra. Por eso la Comisión acaba de ofrecer aranceles cero recíprocos a Estados Unidos en los bienes industriales, para que ni en las aduanas de la UE ni en las de la otra orilla del Atlántico estos productos tengan que pagar tarifas por entrar.
La oferta llegó de manos de la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen: “Cero por cero para los bienes industriales, como hemos hecho satisfactoriamente con otros muchos socios comerciales”, dijo. Una idea planteada el viernes en videollamada por el comisario europeo Sefcovic a su homólogo estadounidense, Howard Lutnick, y que de momento no ha sido aceptada por la Casa Blanca.
Automóviles, caucho, maquinaria plástica o productos químicos estarían entre los beneficiados, siguiendo el principio de acuerdo recogido en el difunto TTIP, la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión entre Bruselas y Washington de la pasada década. Y es que los coches estadounidenses pagan hoy un 10% de aranceles para entrar en el mercado único europeo, a diferencia de los japoneses o canadienses.
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Los aranceles entre la UE y los EE UU son muy bajos, explicaban hace sólo unos días en privado altos funcionarios de la Comisión. Hay sectores con una tasa media del 1,2% por parte del lado comunitario y del 1,4%, del estadounidense. El promedio para los productos industriales sería muy semejante, entre el 1% y el 3%, de ahí que la oferta de Bruselas no se vea como una renuncia a jugosos ingresos tarifarios y sí como un último intento negociador.
El ministro español de Economía asegura que esta propuesta “está totalmente en línea con la voluntad de llegar a un acuerdo y reforzar una relación comercial que ya de por sí es la más importante del mundo”. Pero Carlos Cuerpo, desde Luxemburgo, mostró cautela sobre la verdadera voluntad de Washington de comprometerse: “Veremos cuál es la reacción, pero de nuevo está la mano tendida de la Comisión y los Estados miembros”.
No todos los políticos en Bruselas son tan diplomáticos como el dirigente español, muchos conscientes de que, por ahora, no hay marcha atrás en la carrera arancelaria. El comisario de Industria, Stéphane Séjourné, lanzó una clara advertencia a Washington, a poco más de 24 horas de las primeras represalias europeas: “Usando el vocabulario de Donald Trump, nosotros también tenemos cartas [en referencia a la expresión usada contra el presidente ucranio, Volodimir Zelensky], tenemos las herramientas para hacer que los americanos se dobleguen”.