Esclavos laborales
El número estimado de trabajadores y trabajadoras atrapados en formas contemporáneas de esclavitud es más elevado que nunca. Se calcula que asciende al menos a decenas de millones en todo el mundo, afectando prácticamente todos los sectores y todos los países, pero se han producido muy pocas condenas en relación con este fenómeno y las medidas preventivas resultan ineficaces.
Los millones de esclavos modernos representan únicamente la punta del iceberg en dos sentidos: en primer lugar, porque el trabajo forzoso está oculto y resulta difícil de comprobar, de manera que muchas otras víctimas permanecen sin ser identificadas, especialmente teniendo en cuenta la inexistencia o ineficacia de la inspección del trabajo en muchos países.
En segundo lugar, el creciente número de trabajadores y trabajadoras en condiciones de esclavitud moderna es consecuencia de décadas de desregulación del mercado laboral, que ha dejado a los trabajadores desprotegidos en la economía global. Además, muchas de las personas atrapadas en la esclavitud son víctimas de otras formas de explotación laboral, lo que las convierte a su vez en posibles trabajadores forzosos el día de mañana.
La esclavitud se da hoy en día en las cadenas de suministro globales, y los gobiernos deben asumir la responsabilidad de adoptar y asegurarse de que se aplique una legislación firme, la debida diligencia y la legalidad dentro de sus países y en las cadenas de valor de las compañías multinacionales que tengan su sede o que operen en su territorio.
La esclavitud se da hoy en día en las cadenas de suministro globales, y los gobiernos deben asumir la responsabilidad de adoptar y asegurarse de que se aplique una legislación firme
Para parar esta sangría de esclavismo laboral, lo principal, desde mi punto de vista, es erradicar la pobreza y con ello las causas que las producen entre ellas los tratados de comercio e inversión que son uno de los principales “ problemas” que están ocasionando, desde mi humilde opinión, estos grandes problemas: la pobreza y el esclavismo laboral.
Uno de los principales aspectos que aumentan el problema de la pobreza son las políticas de recortes, que muchos países están introduciendo y que están generando esa pobreza y como consecuencia: desigualdad, el esclavismo laboral y a la vez destrucción del medio ambiente.
Es intolerable que los poderes públicos y empresas en nuestro país se hayan acostumbrado a convivir con las actuales tasas de pobreza y exclusión social. Dos de cada cinco personas vive en España en riesgo de pobreza y exclusión. La desigualdad sigue creciendo y sin embargo, el número de personas millonarias aumenta. En el mundo, una de cada nueve personas carece de alimentos suficientes, millones viven en la más extrema pobreza, y la mayoría de las personas pobres son mujeres: “Las 85 personas más ricas del mundo tienen el mismo dinero que los 3.500 millones de personas más pobres del planeta”.
Así mismo, como he dicho anteriormente, al mismo tiempo, a la pobreza y a esta desigualdad están contribuyendo mucho los tratados de comercio e inversión que las élites del capitalismo mundial, con la complicidad de gobiernos e instituciones políticas, negocian aceleradamente para favorecer los intereses de las grandes empresas multinacionales en detrimento de los consumidores, comerciantes, pequeños productores y de la ciudadanía en general. Y sobre todo al aumento de un esclavismo laboral consentido.
Por ello es necesario y yo diría urgente para erradicar la pobreza y evitar el esclavismo laboral, un nuevo modelo económico y social que transforme radicalmente las reglas del juego, para que las personas sean la prioridad; el cumplimiento de las leyes y los reglamentos nacionales por parte del sector empresarial; la regulación de los mercados financieros, principales responsables de la pobreza y la desigualdad en el mundo; la necesidad de que los Estados se comprometan a vincular la política fiscal con el cumplimiento y garantía de los derechos humanos; y el respeto a los derechos humanos.
__________________________
Ximo Estal es socio de infoLibre.