FOOTBALL LEAKS
Mourinho, Bale o James pidieron al Real Madrid favores para burlar a Hacienda
La Agencia Tributaria comenzó hace más de un lustro a demostrar especial interés por la manera en que los clubes de fútbol pagaban a sus jugadores. Los muchos millones que se mueven alrededor de las costosísimas estrellas del deporte se habían convertido en terreno abonado para explotar los agujeros de la legislación tributaria. En esos esquemas fiscales adquirieron un papel protagonista los también millonarios agentes, a veces tan mediáticos como los futbolistas y más poderosos.
Los avisos de Hacienda asustan a todos, incluidos los galácticos, sus abogados y sus representantes. Aunque las sanciones y condenas judiciales tardaron en llegar, la alarma cundió en cuanto los inspectores empezaron a hurgar en las declaraciones de los jugadores. Y el primer movimiento de éstos y sus agentes fue acudir a los clubes en busca de ayuda. Al menos fue lo que ocurrió en el Real Madrid, según se desprende de los documentos de Football Leaks compartidos por la revista Der Spiegel con la red European Investigative Collaborations (EIC) a la que pertenece infoLibre.
Hasta que Hacienda empezó a investigar, los clubes pagaban a los agentes una parte de las abultadas remuneraciones de los futbolistas. Así rebajaban sus nóminas, y por tanto su IRPF, por el que tributan al tipo máximo. A los representantes, en cambio, se les retribuye en virtud de un contrato de prestación de servicios, por el que sólo deben pagar el IVA a un tipo muy inferior. Para Hacienda, se trata de contratos simulados, porque el agente trabaja para el futbolista, no para el club que lo contrata.
Las peticiones al club incluyen la antedata de documentos en el caso de Fábio Coentrão, algo que el propio Real Madrid tacha de fraude de ley. En el del entrenador Víctor Fernández, los directivos blancos no dudan en calificar como una “barbaridad” –“cooperar para defraudar a Hacienda”, dicen– el favor que le solicita su representante, Arturo Canales. Pero, sobre todo, los agentes requieren la construcción de relatos que sostengan los contratos de los agentes, porque Hacienda considera que remuneran servicios prestados al jugador, no al club. Los merengues, en los documentos analizados, se niegan a colaborar.
El Real Madrid no ha querido responder a las preguntas que sobre los favores fiscales que le pedían jugadores y entrenadores le ha formulado infoLibre, que se reproducen al final de esta información.
Fábio Coentrão
El 22 de junio de 2016, Carlos Osório de Castro, abogado de Fábio Coentrão, escribe un correo al director general del Real Madrid, José Ángel Sánchez Periáñez, para pedirle “ayuda”: el jugador portugués, cuya cesión al AS Mónaco finalizaba el 30 de ese mes, volvía al club blanco el 1 de julio, por lo que ese año sería considerado residente fiscal en España. “Lo que tiene un impacto fiscal considerable” para el futbolista, le explica Osório, también abogado de los más renombrados jugadores de la agencia portuguesa Gestifute, del superagente Jorge Mendes, desde Cristiano Ronaldo hasta James pasando por Falcao. Y del hoy entrenador del Tottenham, José Mourinho, entre otros.
Así que le pregunta si el club puede prolongar la suspensión hasta el regreso de las vacaciones de verano o extinguir el contrato actual y firmar otro con fecha posterior, el 10 de julio. Es decir, le pide al Real Madrid que colabore en la comisión de un fraude de ley “en beneficio fiscal del jugador y en perjuicio de Hacienda”, como le explica a su jefe, José Ángel Sánchez, el director Económico del club, Julio Esquerdeiro, que se opone a hacerle ese favor a Coentrão. Hay que darle de alta obligatoriamente en la Seguridad Social española del 1 de julio porque dilatarlo hasta el 10 de julio supone dejar al futbolista sin cobertura, un riesgo “enorme” que el Real Madrid no quiere correr –“Imaginemos una invalidez no cubierta y reclamada al club”, advierte–. Y sí, no hay duda, el alta en la Seguridad Social es un “indicio rotundo” de residencia fiscal.
En julio de 2015, un año antes de este intercambio de correos, la Agencia Tributaria ya había abierto una investigación a Fábio Coentrão por las retribuciones cobradas del Real Madrid entre 2011 y 2014. Nunca declaró a Hacienda las rentas obtenidas por sus derechos de imagen. La Fiscalía le denunció por no pagar 1,29 millones de euros en impuestos. Antes de declarar ante el juez, en 2017, el portugués pagó al fisco 1,68 millones de euros.
Como publicó entonces Football Leaks, Coentrão simuló la cesión de sus derechos de imagen a una empresa domiciliada en Panamá, Rodinn Company, que posteriormente los cedió a otra con sede en Irlanda, Multisports & Image Management Limited, la misma que utilizaban para engañar a Hacienda Cristiano Ronaldo y José Mourinho.
De hecho, en octubre de 2015, cuando los inspectores de la Agencia Tributaria comunican a Senn Ferrero, los abogados en España de Coentrão –también los de Ronaldo y Mourinho– que van a dar traslado de sus conclusiones al Ministerio Fiscal porque consideran que el jugador portugués ha cometido un delito fiscal, Julio Senn hace una recriminación que es, además, un señalamiento de autoría en toda regla: “Señores, la estructura que creasteis es un problema muy serio para el jugador”. El correo electrónico va dirigido a Carlos Osório, a Jorge Mendes, a su sobrino y directivo de Gestifute Luis Correia, y a Miguel Marques, representante del banco Suizo Saint Galler Kantonalbank (SGKB) en Portugal.
JOSÉ MOURINHO
Esos mismos días, José Mourinho también peleaba con Hacienda. A través de su abogado en Madrid, Julio Senn, pide al director general del Real Madrid y a su director económico que le ayuden en defensa de sus intereses en el recurso que va a presentar contra el fisco. La Agencia Tributaria, explica en una carta dirigida a Julio Esquerdeiro, le ha solicitado al Real Madrid todos los contratos y facturas entre el club, Jorge Mendes y cualquier otro empleado de Gestifute relacionado con Mourinho. El entrenador quiere que Esquerdeiro y Sánchez Periáñez digan a Hacienda que el Real Madrid contrató a Gestifute “a petición exclusivamente del Real Madrid y en beneficio exclusivamente del club”. Y lo hizo “para que le asistiera y realizara todos los esfuerzos en beneficio del club” a fin de lograr su “desvinculación” del Milan, su contratación por el Real Madrid, e incluso “su renovación y la buena marcha del contrato” después.
El remarcado interés de Mourinho por dejar claro que Gestifute –su agente– trabajó sólo para el club y a solicitud de éste es fundamental para sostener que las cantidades abonadas por el Real Madrid a la empresa no son parte del salario del entrenador, que es lo que argumenta la Agencia Tributaria que, como queda dicho, considera simulados los contratos con los representantes. De ahí el énfasis que los abogados de Mourinho ponen en la carta que mandan a firmar al Real Madrid para que éste refrende que el club solicitó los servicios del agente, éstos quedaron documentados en el contrato firmado y se pagaron “puntualmente”.
La respuesta de Julio Esquerdeiro no puede ser más contundente: “Esta carta que piden que firmemos es improcedente”. El director económico explica que el club ha aportado a Hacienda “datos objetivos sobre facturas y pagos”; por el contrario, Mourinho le pide ahora que firme “opiniones y comentarios” a los que no está obligado. “Lo que ha sido la relación entre Gestifute y el club está adecuadamente reflejada en el contrato y no hay más que añadir”, concluye. El director general confirma después que no van a respaldar la petición del entrenador.
gareth bale
Con Gareth Bale, en cambio, la negociación fue muy larga y mucho más complicada. En noviembre de 2017 Joshua Barnett, hijo de Jonathan Barnett y, como él, al frente de Stellar Group, la empresa que representa a Gareth Bale, le pide a José Ángel Sánchez una reunión con los abogados del galés, de la firma BDO. La cita debe ser antes del 19 de diciembre, que es cuando han sido convocados por la Agencia Tributaria británica, HM Revenue and Customs (HMRC). Los inspectores consideran que los pagos del Real Madrid a Stellar forman parte del salario del jugador, traspasado desde el Tottenham en 2013. Y los abogados de BDO temen que hagan la misma salvedad con los que se refieren a la renovación del jugador en 2016. Acaban de presentar un recurso administrativo para evitar que el asunto termine en los tribunales.
Según le explican al club, además, les consta que el HRMC ha obtenido documentación sobre el contrato con Bale “proporcionada por las autoridades españolas”. Dicen que las haciendas británica y española están intercambiando información sobre este asunto, también la que suministren a ambas tanto el Real Madrid como Stellar. Porque el club blanco está igualmente bajo la lupa de la Agencia Tributaria por el mismo motivo. “Por tanto”, concluyen los abogados de BDO, “hay un interés mutuo en reunirnos con el Real Madrid para debatir la información que estamos compartiendo con el HRMC y viceversa”. A la reunión, que quieren que sea presencial, están convocadas tres firmas distintas: los asesores fiscales (Stellar), abogados (Withers LLP) y contables (BSG Valentine). Un potente escuadrón.
El 8 de diciembre, José Ángel Sánchez le contesta que el Real Madrid ha recurrido las actas levantadas por Hacienda respecto a los pagos del contrato de 2013, pero que con el de 2016 han abonado al futbolista el íntegro –el salario de Bale más la retribución de Stellar– para evitar riesgos fiscales, al mismo tiempo que han presentado el correspondiente recurso, porque no están de acuerdo con el criterio de Hacienda. No hace mención alguna a la reunión que le solicitan los británicos.
Cuando se entera de los recursos, Alistair Culverwell, el abogado de BDO, teme que, al llegar a los tribunales, los detalles del caso sean públicos y la Hacienda británica se haga con ellos. Si, además, el tribunal falla en contra del Real Madrid, los intereses de Gareth Bale en Reino Unido saldrían perjudicados, resalta. De hecho, en un correo posterior Culverwell saca a colación dos casos en los que el HMRC “se basó en gran medida” en sentencias judiciales españolas para defender su posición en los tribunales británicos. En uno de ellos, el HRMC está pendiente de que se resuelva en España un recurso para concluir su informe sobre el pago del IVA en un contrato similar. De ahí que los británicos quieran conocer los argumentos del Real Madrid y de la Hacienda española al respecto, así como la documentación que han presentado.
El director económico del club aconseja entonces a Sánchez Periáñez que rechace la reunión. “No dudo que a ellos les interese involucrarnos en su tema con la Hacienda inglesa, pero de lo que estoy seguro es de que al club no le interesa en absoluto, al contrario, podría perjudicarle”. El Real Madrid, subraya, “nunca ha entrado en un problema particular fiscal de un jugador, menos de un agente, en su propio país”. “Sólo faltaría ahora que nuestros planteamientos ante la Justicia española fueran cuestionados o usados en una corte inglesa”. Esquerdeiro expresa también su molestia: “La insistencia por su parte ya ofende”.
Pero el director general quiere ser mucho más diplomático: “Negarse a verles va a crear una dificultad grande en la relación con ellos [con Stellar y sus abogados] y puede que la sospecha de que estamos defendiendo nuestra posición de una forma que les perjudica a ellos, o algo así”. Así que le pregunta a Esquerdeiro si puede alegar protección de la confidencialidad o conveniencia para no proporcionarles la información que piden.
“Entiendo tu posición. Los agentes han adquirido, para bien o para mal, un poder muy importante en esta actividad y, si has de tratar con ellos, resulta necesario mantener con ellos una relación lo mejor posible”, le responde el director económico. Pero también le advierte de que en este caso “no se trata de ser amable y tener una reunión protocolaria para tomar un café”. Por el contrario, los británicos pretenden “coordinar las estrategias de defensa (por eso hablan de “mutually beneficial”), por lo que el Real Madrid corre el riesgo de que “le citen como testigo en su proceso o hacerle responsable de cualquier perjuicio económico”, asegura Julio Esquerdeiro.
De forma que recomienda a Sánchez Periáñez que sean los abogados de Garrigues, el despacho del club, quienes llamen por teléfono, nada de reuniones, a los abogados de Bale y les respondan “hasta donde sea posible” sus dudas. Será una “discusión técnica”, entre abogados, y sin ningún representante del Real Madrid. “En ningún caso coordinaremos ningún planteamiento jurídico con ellos”, remata.
El director general da su visto bueno a la opción de Esquerdeiro el 14 de diciembre. Pero no es hasta el día 18 cuando Gonzalo Gallardo, un abogado de Garrigues, se pone en contacto con Culverwell para fijar una cita telefónica. Por tanto, la reunión del 19 con el HMRC tuvo que celebrarse sin la información que BDO quería obtener del Real Madrid, porque el 11 de enero aún seguían cruzándose correos para ajustar fechas… y pactar la modalidad de la cita. Los británicos insisten en que sea presencial y se ofrecen a visitar Madrid en varios días posibles de enero y febrero. Pero el Real Madrid sólo está dispuesto a una conferencia telefónica como toma de contacto para luego decidir qué información suministra a BDO y cuál no. Es más, Esquerdeiro se queja de la “mala educación y la arrogancia” de los abogados de Bale y califica de “inaudito” que quien pide una “cortesía/favor” pretenda además “establecer el terreno de juego y fijar las reglas”.
La conferencia telefónica se celebró finalmente el 24 de enero. El abogado de Garrigues cree que el club no puede seguir negándose a recibir a los británicos y que le interesa la información ofrecida por ellos –todo un dosier, dice– para “argumentar bien el caso de Bale, al ser cuantitativamente el más importante”.
El Real Madrid accede entonces a la reunión presencial que demanda BDO. Aunque los asesores de Gareth Bale pretenden que los argumentos de españoles y británicos ante sus respectivas Haciendas “estén en la misma línea”, Esquerdeiro sigue advirtiendo de que “en ningún caso” puede llegar a haber una “actuación jurídica coordinada”.
Los abogados de Bale y los del Real Madrid se vieron finalmente las caras en las oficinas de Garrigues en Madrid el 8 de febrero. Pero el 23 de marzo los de Bale piden aún más información al club. En concreto, las fechas exactas de las reuniones que Jonathan y Joshua Barnett mantuvieron en Londres y en Madrid con José Ángel Sánchez y con Florentino Pérez, así como con Daniel Levy y Franco Baldini, del Tottenham, para negociar el fichaje de Gareth Bale en 2013. También los nombres de las personas que asistieron a esas reuniones e incluso copia de las actas de las conversaciones. Lo mismo preguntan para las negociaciones que mantuvieron los contables de Bale y del club sobre los derechos de imagen. Los abogados de BDO aseguran que los Barnett no guardan ningún registro de esas citas. Igualmente quieren saber quién redactó el contrato, si fue un abogado o un asesor, y si fue un documento hecho a medida o se hizo siguiendo una plantilla modelo. También cuándo firmaron Stellar y el jugador el acuerdo que dejaba en suspenso su contrato y autorizaba a la empresa de Barnett a trabajar para el Real Madrid. Ese documento fue firmado en Madrid sólo un día antes de que el galés suscribiera el contrato que le convertía en jugador blanco, indican los abogados de BDO, pero como carece de fecha, le reclaman una confirmación que lo date.
Además, preguntan al club merengue cómo se negoció y se fijó la retribución que abonó a Jonathan Barnett: 16,373 millones de euros, la mayor cantidad pagada nunca por el Real Madrid a un agente. “Míster Barnett nos indicó que no hay ‘ninguna base científica que explique cómo se calculó esa cantidad”, le revelan al club. Sí que les dijo que esa retribución es “más elevada de lo habitual”. “¿Hubo circunstancias especiales, como servicios adicionales que fuera a suministrar Stellar más allá de los proporcionados de forma habitual por un agente, que se tradujeran en una mayor remuneración?”, preguntan los abogados de BDO.
infoLibre ha solicitado a Jonathan Barnett y su hijo Joshua sus comentarios sobre estas negociaciones, pero no ha obtenido respuesta.
La indagatoria continúa más o menos en el mismo tenor cuando se refiere a la renovación de Bale en 2016. Sus abogados aseguran que, según les ha referido Barnett, el galés fue “contactado directamente por varios clubs de fútbol del Reino Unido para que volviera a jugar en la Premier League”. Y que como el Real Madrid estaba interesado en que el jugador se quedara, pero al mismo tiempo él sentía “nostalgia” y estaba pensando abandonar el club, éste contrató a Stellar para persuadir al galés de que renovara. Para ello, Barnett, Gale y el Real Madrid se reunieron en Toronto (Canadá), una entrevista de la que solicitan, de nuevo, la fecha exacta, los asistentes y copias de las actas. También quieren averiguar si el club contrató a otros agentes o asesores para negociar la renovación de Gareth Bale o si éste contrató a otros para asistirle en este asunto.
En este nuevo contrato, el Real Madrid pagó a Jonathan Barnett ocho millones de euros, señalan los abogados de BDO, la mitad que tres años atrás. Y vuelven a preguntar al club cómo se calculó esa cifra y cómo se negoció.
Hay otra diferencia entre ambos contratos que es sustancial de cara a Hacienda. Según aparece en el escrito enviado por BDO al Real Madrid –un PDF de cinco páginas–, en 2016 Bale no suspendió el contrato que mantenía con Stellar poco antes de firmar la renovación –como sí había hecho en 2013–. Los británicos preguntan al club por qué no se suspendió el contrato de representación que había firmado con Stellar el 23 de julio –sólo unos días antes de renovar con el Madrid, el 10 de agosto–, para que Stellar pudiera trabajar por encargo del club sin que hubiera conflicto de interés.
En el Real Madrid semejante cuestionario no cayó muy bien. De hecho, quedó sin contestar al menos hasta junio de 2018. Los responsables legales del club replican que se trata de preguntas que nada tienen que ver con temas fiscales y que Garrigues no puede contestar. También expresan sus dudas de que José Ángel Sánchez pueda responder o de que al club siquiera le interese contestar. En agosto estaba previsto que los abogados de BDO entregaran una declaración COP9 (Code of Practice 9, que el HMRC abre cuando encuentra sospecha de fraude) a la Hacienda británica. Ellos aseguran que el HRMC compartirá los datos que figuren en el COP9 con la Agencia Tributaria española, por lo que piden una nueva reunión.
Finalmente, el Real Madrid tuvo que pagar a Hacienda por Gareth Bale 4,21 millones de euros, de los que 2,83 millones correspondían al IRPF y 1,37 millones al Impuesto de la Renta de No Residentes (IRNR), según los documentos de Football Leaks. La mayor cantidad que ha abonado el club hasta ahora para regularizar a sus jugadores tras las inspecciones a que los sometió Hacienda. Pero ésa fue sólo la primera regularización, hasta 2015. Cuando el fisco la amplió hasta junio de 2016, el Real Madrid pagó otros 2,45 millones por Bale. Además, por el nuevo contrato de ocho millones de euros firmado con el agente del galés en 2016, el club blanco tuvo que ingresar 3,6 millones de euros más en Hacienda en concepto de IRPF no abonado en su día. En total, los problemas fiscales de Gareth Bale le supusieron al Real Madrid un total de 10,26 millones de euros. El club impugnó en su día todos estos pagos, primero ante la propia Agencia Tributaria y después ante el Tribunal Económico-Administrativo Central (TEAC), paso previo antes de acudir a la justicia ordinaria, y confía en recuperarlos.
SAMI KHEDIRA
La historia se repitió cuando la Hacienda española se puso a investigar las retribuciones a Sami Khedira, a su hermano Denny, que figura al frente de la empresa que gestiona sus derechos de imagen, Khedira 28 Marketing GmbH, y al agente alemán Jörg Neubauer.
Los asesores fiscales del centrocampista alemán de origen tunecino, una empresa de Stüttgart llamada Bansbach, le piden una reunión a José Ángel Sánchez el 4 de abril de 2016. Cuatro días después, le solicitan por lo menos una conferencia telefónica. Le preguntan si puede proporcionarles una confirmación por escrito de que el club contactó con Neubauer para que Khedira firmara el contrato con el Real Madrid en julio de 2010. “Nos gustaría mucho”, concluyen, “comentar la opinión del Real Madrid sobre esta desagradable cuestión fiscal”.
Sin embargo, el club de Florentino Pérez no está interesado en absoluto. El director económico recuerda que es el mismo caso de “Mourinho y otros jugadores”. “Quieren claramente que el club asuma ese coste”, advierte Julio Esquerdeiro, que rechaza cualquier responsabilidad del Real Madrid al respecto. A renglón seguido desaconseja “cualquier reunión como la que plantean”. Así que José Ángel Sánchez contesta a los alemanes que el club es completamente ajeno a las relaciones que Khedira mantiene con su agente y con la empresa que explota sus derechos de imagen y que ya le ha pagado todo lo que establecía su contrato, concluido el 30 de junio de 2015. “No hay nada que el Real Madrid pueda hacer en relación con el tema que menciona”, termina el correo.
Curiosamente, el fiscalista que defiende los intereses de Khedira frente a la Hacienda española es un abogado de Garrigues, el mismo despacho que lleva los asuntos –fiscales y de todo tipo– del Real Madrid.
Sólo unos meses más tarde, en junio, Khedira recurrió a otra firma legal, Abendaño Abogados, para exigir vía burofax al Real Madrid casi 2,67 millones de euros. La inspección de Hacienda le supuso una merma de esa cantidad en sus ingresos netos entre 2011 y 2013 tal y como se le habían garantizado en su contrato con el club. De forma que se los reclamaba. Los responsables legales del Real Madrid encargan a Garrigues que redacte la contestación. Uno de ellos precisa que “por conflicto de interés” la carta que se le envíe al abogado del jugador alemán “no puede ir con membrete de Garrigues, ya que, por lo visto, han llevado temas de la propia inspección de Khedira”.
Pero el culebrón Khedira estaba lejos de acabar. En marzo de 2018 es su agente, Jörg Neubauer, quien pide un favor al director general del Real Madrid. El hermano del jugador, Denny, se ha hecho con la gestión de todos los asuntos económicos del centrocampista y ha presentado una demanda contra Neubauer: le reclama tres millones de euros por el dinero que Sami ha perdido por culpa de la inspección de Hacienda en España. El agente le envía a José Ángel Sánchez un texto que quiere que firme. En él, asegura que fue Mourinho quien contactó con Khedira durante el Mundial de Sudáfrica de 2010 para comunicarle el interés del Real Madrid en ficharle. Y que Khedira puso en contacto al Real Madrid con Neubauer. Después, continúa su relato, firmaron los contratos –laboral, de imagen y con el agente– que el Real Madrid había redactado según los modelos que el club tiene. También pretendía que el club confirmara que la comisión del 10% que la sociedad de Neubauer, NBR13 GmbH, cobró del Real Madrid fue por los servicios prestados al club y por encargo del club.
“Es evidente que no puedo decir esas cosas”, explica José Ángel Sánchez a los responsables legales del club cuando les pide que le redacten una respuesta, “podré decir lo que puedo decir, y lo que sea verdad”. Lo que sus asesores le indican es que no puede firmar nada relativo a datos de carácter personal del jugador sin la autorización de éste y que debe ser Neubauer quien pida en el juzgado un oficio con las preguntas que quiere que conteste el Real Madrid.
MESUT ÖZIL
En octubre de 2014 otro jugador alemán, Mesut Özil, manda un correo a su antiguo club para solicitarle ayuda en sus tratos con Hacienda. A diferencia de los anteriores, lo hace personalmente, sin intermediarios. El asunto del email es un escueto “Hey” y lo abre con un coloquial “Hola Javi. This is Mesut” dirigido al entonces director de Coordinación del Real Madrid, Javier García Coll. Dice que necesita con urgencia una copia de sus contratos para entregar a la Agencia Tributaria española. En noviembre vuelve a contactar con el club para pedir una versión en español de los contratos. “Parece urgente. Cómo se está poniendo la cosa con la Agencia Tributaria”, apremia el director general a sus colaboradores. Se los envían el 19 de noviembre.
En abril de 2015 Özil vuelve a escribir al club merengue para pedirle un documento parecido al que los abogados de otros jugadores redactan cuando Hacienda pone en cuestión las retribuciones de sus agentes. “Necesito que diga que mi exagente Reza Fazeli prestó servicios en mi traspaso del Werder Bremen al Real Madrid, y después para mí y para el club. Sería genial si pudierais hacer eso por mí”, les explica.
El 10 de junio José Ángel Sánchez envía a Özil un escrito en inglés donde se limita a certificar que International Soccer Management, la empresa de Fazeli, “actuó como agente para y por encargo del Real Madrid en la negociación y ejecución del contrato laboral y de imagen” del extremo alemán, así como en el contrato de traspaso con el Werder Bremen. Le explican que no pueden ser más precisos en cuanto a cifras porque violarían la confidencialidad del agente.
Como reveló en su día Football Leaks, Özil tuvo que pagar finalmente 2,8 millones de euros a la Agencia Tributaria por las retribuciones cobradas a través de su agente para eludir el IRPF.
JAMES RODRÍGUEZ
En julio de 2018, Manuel de Vicente-Tutor, de Equipo Económico, el despacho fundado por el exministro de Hacienda Cristóbal Montoro, reclama al Real Madrid el pago de 1,5 millones de euros a James Rodríguez. También inspeccionado por Hacienda por los pagos realizados a su agente, la empresa portuguesa Gestifute, el centrocampista colombiano tiene que ingresar en agosto esa cantidad al fisco para regularizar su situación. De Vicente-Tutor promete devolver el dinero si consigue anular la liquidación.
Pero el Real Madrid, una vez más, contesta con una negativa rotunda. “Es evidente que se trata de un problema de James. Nosotros nos hemos limitado a cumplir el contrato. Si interviniésemos en este caso concreto, tendríamos que hacerlo con los problemas de cada jugador”, zanja Sánchez Periáñez.
Víctor Fernández
En otros dos casos, los agentes solicitaban al Real Madrid que cometiera un fraude. “El favor fiscal que pide es una barbaridad y le he dicho que no”, estalla el director de Recursos Humanos, José María García Tomás, sobre la petición que le ha hecho Arturo Canales, agente del entrenador Víctor Fernández.
Canales quería cobrar 200.000 euros del Real Madrid detrayendo 100.000 euros del salario de Víctor Fernández, que ejerció como director de Formación de la cantera del Real Madrid entre 2015 y 2017. “Para eso hay que destruir los contratos firmados y hacer otros por 50.000 euros menos de retribución cada uno de los dos primeros años”, explica el directivo a José Ángel Sánchez. “De ninguna manera”, continúa, “el Real Madrid va a hacer esas maniobras para que la Agencia Tributaria deje de ingresar 45.000 euros de impuestos de Víctor”.
Eso sería, insiste, “cooperar para defraudar a Hacienda”. En efecto, el contrato que firmaron con fecha del 25 de septiembre de 2015 incluyó finalmente una remuneración a Canales –que también es el representante de Gerard Piqué, Iván Rakitic y Lucas Vázquez– de 100.000 euros por sus servicios para contratar a Víctor Fernández. No los 200.000 que pretendía.
Sergio Llull
Para el jugador de baloncesto Sergio Llull, sus abogados, Berenguer & Mònico, querían cambiar el contrato de intermediación. Lo habían firmado en julio de 2015: 1,65 millones de euros hasta el 30 de junio de 2021. Pero la aparición de los inspectores de Hacienda les llevó a pedir al Real Madrid que lo modificaran sólo cinco meses después, en diciembre. Prentenden que se rompa ese documento y se date el nuevo en octubre “para evitar el riesgo del IVA por no haber emitido la factura por el total de la intermediación en julio”, detalla el jefe de administración del club, Ángel Sánchez Cembellín. También solicitan que, a partir de ahora, se facture a cada socio “individualmente, con el IVA y las retenciones que correspondan” en lugar de a la sociedad. El Real Madrid encargó un informe a Garrigues, aunque el director del departamento jurídico apunta ya que “no se pueden romper unos contratos que ya están firmados y manejan las partes”.
Como en los casos anteriores, los agentes de Llull buscaban incorporar al nuevo contrato un relato que hiciera creíble que sus servicios los prestaron al club y no al jugador, a fin de evitar la garra de Hacienda. En el de Llull, se explica en el documento, Berenguer & Mònico evitaron que el jugador aceptara una oferta de los Houston Rockets, de la NBA. Y lo hicieron, por supuesto, por encargo expreso del Real Madrid.