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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

LA NUEVA LEGISLATURA

La investidura remueve el tablero catalán: ERC, Junts y PSC deberán cohabitar y rivalizar a la vez

Míriam Nogueras y diputados de Junts en el Congreso

El tablero político catalán se remueve. Y es que lo que está pasando en el Congreso de los Diputados afecta directamente a la correlación de fuerzas en el Parlament y a los cálculos de cara a las futuras elecciones autonómicas. Un triángulo cuyos ángulos se acercan a veces, se distancian en otras y se oponen también según las circunstancias: ERC, Junts y PSC.

En Madrid, el PSOE, Junts y ERC están en la línea de formar una mayoría para la investidura de Pedro Sánchez después de conseguir un pacto para controlar la Mesa del Congreso, a través de la figura de la socialista Francina Armengol. Este camino juntos choca con lo que pasa en el Parque de la Ciutadella, sede del Parlament, donde Junts y ERC luchan por liderar el soberanismo, en tanto que Salvador Illa aguarda para lograr el Palau de la Generalitat en 2025.

La pugna entre Junts y ERC (que rompieron en el Govern) es uno de los elementos más peligrosos a la hora de abordar la investidura de Sánchez, pero fuentes socialistas reiteran que esperan que se llegue a un acuerdo y reconocen que hay que mantener equilibrios y no hacer que unos se sientan mal respecto a los otros. “Hay que ayudarlos a que hagan ese camino”, comenta un miembro del Gobierno.

Asimismo, en los equipos negociadores del PSOE y de Sumar se ve como muy buena señal que Junts accediera a formar parte de ese bloque para lograr la Mesa, lo que supone, según comentan varias fuentes de esos dos partidos, la voluntad de pactar la investidura y hacer que la legislatura dure.

Los recelos entre Junts y ERC

Esquerra y Junts viven momentos complicados con una lucha dentro del espacio soberanista. Los de Carles Puigdemont salieron del Govern por entender que la apuesta de Pere Aragonès por la vía pragmática no daba resultados y no iba en la buena dirección. Esto supuso el fin de la convivencia de las dos formaciones y del trabajo mano a mano en las instituciones catalanas durante el procés y la declaración unilateral de independencia.

El recelo es muy fuerte entre las dos formaciones y ahora además compiten por el protagonismo en las negociaciones en Madrid. En ERC no quieren perder el foco que tuvieron en la pasada legislatura como socios preferentes de La Moncloa, en tanto que observan cómo Puigdemont gana enteros y escenarios mediáticos. No obstante, como reconocen fuentes de Esquerra, precisamente ahora el expresident se ha sumado a la senda que ellos abrieron con el Gobierno central y asume, en su opinión, la dirección marcada por Oriol Junqueras.

Esquerra y Junts negocian por separado con los socialistas. El ministro de Presidencia en funciones, Félix Bolaños, habla en paralelo con los de Pere Aragonès y con el núcleo duro de Junts, a través de Míriam Nogueras, la persona de confianza de Puigdemont en la Carrera de San Jerónimo.

Primeros pasos

En La Moncloa sostienen que ese pacto de investidura es viable porque ERC y Junts tienen que leer los resultados del 23J, donde el PSC arrasó con más de un millón de votos y más diputados que todo el independentismo junto, y Sumar quedó como segunda fuerza en votos por delante de Esquerra y los de Puigdemont. Por lo tanto, concluyen en el entorno de Sánchez, el mensaje por el diálogo y la convivencia fue muy claro por parte de la sociedad catalana.

Pero tanto Esquerra como Junts buscan dar visibilidad, dentro de unas negociaciones discretas, a su papel decisorio. Un ejemplo muy claro fue no anunciar su voto sobre la Mesa hasta pocos minutos antes de la sesión, aunque de maneras diferentes: ERC lo hizo a través de una rueda de prensa en el Congreso mientras que Junts deshojó la margarita en una reunión de su Ejecutiva vía telemática. 

El escenario pude llevar al PSC a apoyar los presupuestos de Aragonès

“En teoría las elecciones catalanas tocan en 2025, pero de facto se hablaba de un adelanto hacia septiembre u octubre de 2024 porque se le puede hacer muy difícil a Aragonès gobernar con 33 diputados y no se sabe si el PSC le dará apoyo de nuevo para los presupuestos”. Es la radiografía de la situación que hace Toni Aira, politólogo y profesor de la UPF-BSM.

Al hilo, introduce este factor: “Pero ante el nuevo escenario eso queda en stand by, porque los socialistas vuelven a necesitar a ERC. Y a la ecuación se suma un Junts que podía estar cómodo en el discurso de que Esquerra apoyaba a los socialistas, pero hay que ver qué hacen y en qué condiciones”.  Por eso, dice que es muy importante, en el caso de que apoye la investidura, cuál es el relato de Junts. No obstante, precisa que este partido ya está vendiendo que con sólo una negociación para la Mesa ha conseguido más que ERC en todo este tiempo, en relación al fomento del catalán en la UE y en las Cortes.

Cree que ese relato sobre quién “incide más en la política española” contará mucho en las próximas elecciones catalanas, pero a la vez, prosigue Aira, incidirá en el propio planteamiento sobre Cataluña de Pedro Sánchez, ya que dependerá tanto de ERC como de Junts.

El PSOE frena en seco la ofensiva del PP en busca de tránsfugas para la investidura de Feijóo

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La primera gran prueba de fuego será ver cómo se da cauce a la exigencia independentista de una ley de amnistía para los implicados en el procés. Desde Sumar se cree que tiene encaje constitucional y se ha constituido un grupo de veinte juristas para buscar una solución. El presidente del Gobierno no ha dado pistas, en cambio, pero asume que tendrá que buscar algún tipo de alivio penal. En la rueda de prensa tras ver al rey no entró de lleno ante las preguntas de los periodistas pero sí estableció una filosofía: “El diálogo es el método y la Constitución es el marco”.

Tensión entre Feijóo y el PP catalán

Y en estas horas el PP ha dado un giro inesperado, apelando a hablar también con Junts de cara a la investidura de Alberto Núñez Feijóo, que se celebrará los días 26 y 27 de septiembre. Los dirigentes populares se abren a hablar con los de Carles Puigdemont apenas unos días después de criticar a Pedro Sánchez por depender de un “prófugo”. Esto ha provocado malestar interno dentro del PP catalán, como señaló su líder, Alejandro Fernández: “Se avecinan movimientos (y fotos) que van a destruir la reputación de quien los impulse. Porque no hay nada más valioso que ser coherente con tu pasado, tus principios y tus opiniones”.

Quien no acudirá a una futura reunión con el PP será ERC, que ha dado un portazo directo a cualquier tipo de diálogo con los populares. En lo que sí ha habido acuerdo en los últimos días ha sido entre ERC y Junts con Sumar y el PSOE, respectivamente, para que estos últimos les cedan diputados y puedan conformar grupos parlamentarios propios en el Congreso, que conllevan más presencia en los debates y más financiación.

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