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IGUALDAD

Trece asesinatos machistas en quince días destapan fallos en todas las escalas de protección de las mujeres

Minuto de silencio en la subdelegación del gobierno en Alicante por la última víctima de violencia machista.

Son seis los feminicidios que la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género ha confirmado este martes. La mayoría, crímenes machistas perpetrados este mismo fin de semana. Con las estadísticas en la mano, las últimas dos semanas pasarán a la historia como uno de los peores momentos en términos de violencia machista: once mujeres y dos menores asesinados en poco más de quince días. Las cifras dejan una única lectura posible: "Hay fallos en todas las escalas de responsabilidad", dicen las expertas.

El pasado 6 de julio, un hombre asesinó a su expareja, una mujer de 48 años, en Zaragoza. La víctima tenía dos hijos menores a su cargo y no había denunciado a su agresor por violencia de género. El 13 de julio en Valencia, un varón asesinó a su pareja a pesar de las denuncias que sí existían contra el maltratador. La víctima tenía 31 años. 

Sólo tenía 29 años la mujer asesinada por su pareja, también el 13 de julio, en Madrid. Ella tenía un hijo menor y no existían denuncias previas. El mismo 13 de julio fue asesinada una mujer de 76 años, a manos de su pareja, sobre quien sí pesaban denuncias previas. Ocurrió en Tarragona. Y en Alicante, una mujer de 36 años fue asesinada por su novio el domingo 14 de julio. No existían denuncias por violencia machista.

El Ministerio de Igualdad ha elevado este martes la cifra de mujeres asesinada, tras confirmar un caso en Barcelona. La víctima era una mujer de 32 años, asesinada presuntamente por su pareja el domingo 14 de julio. Tenía cuatro hijas menores de edad y no existían denuncias previas por violencia de género contra el presunto agresor.

El pasado 5 de julio fueron asesinadas dos mujeres: una de 67 años en Alicante, a manos de su compañero sentimental; otra de 50 años en Málaga, también por parte de su pareja. El 28 de junio, una joven de 30 años perdía la vida a consecuencia de la violencia ejercida por su pareja, quien también asesinaba a sus dos hijos menores en Cuenca. Y el 29 de junio, Málaga lamentaba el asesinato de una mujer de 76 años por su pareja y Granada hacía lo propio con una víctima de tan sólo 20 años, asesinada por su expareja.

Las cifras dan cuenta de la gravedad: son trece víctimas mortales en los últimos diecisiete días los que deja la violencia machista. En lo que va de año, son 26 mujeres y nueve niños asesinados. "Un goteo insoportable al que tenemos que poner freno, todos y todas, como sociedad", ha señalado en redes sociales el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. "Hago, de nuevo, un llamamiento a todas las fuerzas políticas para renovar el Pacto de Estado contra la Violencia de Género", ha insistido.

En la misma línea se ha expresado la ministra de Igualdad, Ana Redondo, quien además ha subrayado la necesidad de "seguir reforzando toda la coordinación entre los ministerios, las comunidades autónomas y entes territoriales". Este martes, su ministerio se reunirá con la presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), María José García-Pelayo, con el propósito de tejer alianzas sólidas en la lucha contra la violencia. Este diario ha preguntado si existen propuestas específicas sobre la mesa, pero el departamento de la ministra insiste en que sólo tras la cita de este martes podrán comenzar a trazarse pasos concretos.

Mejorar el sistema de seguimiento y protección

La pregunta más obvia es también la más pertinente, sobre todo en un contexto de acumulación de casos como los de este fin de semana: ¿Qué es lo que está fallando? Y la respuesta es que el sistema no está a la altura. Así lo afirma la propia presidenta del Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género, del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Ángeles Carmona: "Todos los asesinatos son un error del sistema".

Para Nuria Varela, experta en políticas públicas de igualdad, el primer paso urgente tiene que ver con repensar el sistema de protección y seguimiento, VioGén. "No está funcionando, hay fallos continuos en la valoración de riesgo y existe una falta de protección", detalla en conversación telefónica. Si bien cree que "lo más necesario es la prevención", también reconoce que "lo urgente es modificar el sistema de protección". Y eso pasa, en su opinión, por cambiar la base misma de su funcionamiento: "Es un error que dependa de las fuerzas de seguridad, agentes que no son expertos en violencia de género". 

La Policía es la encargada de llevar a cabo la valoración de riesgo de las mujeres víctimas y es del cuerpo de quien depende no sólo su protección, sino su entrada misma en el sistema. "Habría que modificar la función pública para que se creen puestos de expertos en políticas de igualdad y lucha contra la violencia de género", sostiene Varela.

Graciela Atencio, cofundadora de Feminicidio.net, se inclina por una opción intermedia: "Debe haber un grupo multidisciplinar, porque la violencia machista es poliédrica", opina. "Si la mirada que debemos tener ante la violencia machista es interdisciplinar, lo lógico sería que esa valoración la hicieran las fuerzas de seguridad junto a otros expertos dedicados a la intervención". A su juicio, ni los policías solamente, ni los expertos de manera aislada, serán quienes de resolver el problema: "Tiene que haber una combinación de ambos grupos, sin prescindir de las fuerzas de seguridad, porque son quienes actúan", razona la experta, quien siguiendo esa línea insiste en que, mientras sean los policías los encargados de atender a las víctimas, es necesario un refuerzo de las plantillas.

A 30 de junio de 2024, el sistema de seguimiento de VioGén contaba con 92.134 casos activos: 23 de ellos en riesgo extremo, 1.490 en riesgo alto, 13.906 en riesgo medio, 40.754 en riesgo bajo y en 35.961 en los que no se apreciaba riesgo alguno.

"Hay fallos en todas las escalas"

Quienes dedican sus esfuerzos y su tiempo en analizar la violencia machista y las estrategias para combatirla, creen que el problema no se explica atendiendo únicamente a los fallos puntuales: el gran fracaso está en la raíz misma del sistema. "No hay una voluntad política seria para enfrentar la violencia de género, se trata de forma superficial y sin profundizar en cuáles son las políticas adecuadas. Hay fallos en todas las escalas de responsabilidad", asiente Varela.

La primera gran derrota la encuentra la experta en la desconfianza: "La inmensa mayoría de las mujeres no confía en el sistema. Es un fallo enorme que no haya confianza, pero lo es aún mayor cuando sí lo hacen y las asesinan", lamenta. Las estimaciones apuntan a que en torno al 70% de las víctimas de violencia de género no son quienes de dar el paso de denunciar, pero lo cierto es que existe un porcentaje que da cuenta en mayor medida del fracaso del sistema: el 21,5% de las víctimas mortales sí había denunciado a su agresor. Mujeres que "estaban en el sistema de protección y eso no impidió que las asesinaran", denuncia Varela. 

Atencio cree importante incidir en la denuncia como arma, pero apuesta por desplazar la responsabilidad: no se trata sólo de la víctima, sino de su entorno. "Necesitamos una alerta social de prevención, estar atentos a los casos cercanos, porque es evidente que la denuncia no es la panacea y el sistema de prevención no puede estar basado sólo en que haya denuncia, pero sí tenemos que crear un entorno social que esté alerta. Hay muchas mujeres que no han denunciado ni van a denunciar, mujeres sumidas en un proceso de aislamiento".

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En el primer trimestre del presente año, el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) registró 45.899 denuncias por violencia machista y el número de mujeres víctimas es de 43.580. En todo el año anterior, fueron 199.282 las denuncias contabilizadas y 193.521 el total de víctimas. Sólo el 1,8% fueron presentadas por familiares y el 3,43% por servicios asistenciales o terceros en general.

Ir al corazón de las políticas

Si lo urgente tiene que ver con blindar la protección, lo necesario está vinculado directamente con la prevención: una acción planificada, estructural y capaz de anteponerse a los crímenes. Atencio cree que las campañas deben intensificarse en los meses estivales, una época en la que cada año se constata un aumento palpable de la violencia. En esa línea, apuesta también por reforzar todos los mecanismos para detectar la violencia, especialmente en los centros de salud:  "Hay que crear un mecanismo de detección a través del sistema de salud, porque puede ser una herramienta muy importante", sugiere. El 7,94% de las denuncias registradas el año pasado llegaron a raíz de un parte de lesiones recibido directamente en el juzgado

Varela completa el análisis: formación especializada en las aulas, revisar la actuación dentro del Poder Judicial, fortalecer el acompañamiento de las mujeres y poner fin a la externalización de los recursos dedicados a las víctimas, cita. Pero si la ambición pasa erradicar la violencia en todas sus formas, es necesaria una reorganización del corazón de las políticas: "Creación urgente de una Secretaría de Estado contra la violencia de género, porque eso significaría una estructura potente y demostraría voluntad política a la hora de acabar con la violencia", señala. Es necesario, en síntesis, un compromiso político sólido que se traslade a todos los ámbitos de actuación y a todos los niveles de la administración. "Existe un desdén tremendo. No soportaríamos estas cifras en ningún otro ámbito", cierra la experta. 

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