Los ‘influencer’ (casi) acaban con las guías turísticas: qué hay detrás de sus inocentes recomendaciones
Videos con títulos como Visita estos cinco pueblos españoles imprescindibles, El restaurante con mejores raciones de Asturias o Consejos y presupuesto para este destinazo inundan las redes sociales este verano. Las cuentas de influencers de viajes o gastronómicos ofrecen los restaurantes más económicos y con platos más contundentes, itinerarios completos para vacaciones de una semana o incluso lugares recónditos que no aparecen en las guías. Al igual que cada vez menos gente sale con un mapa a la hora de hacer un viaje por carretera, las generaciones más jóvenes han cambiado los trucos y consejos de la guía Trotamundos por vídeos de Instagram o TikTok.
Dejando a un lado las playas paradisiacas y utópicas a las que la mayoría no podemos acceder, los influencer españoles publican un contenido más asequible y práctico para la gente de a pie. Los Gemelos Viajeros, con más de dos millones de seguidores en TikTok y alrededor de 600.000 en Instagram, se centran en mostrar cosas curiosas y dar consejos acerca de los sitios más turísticos en Europa y España. Otra de las referentes es Cristina Rodríguez Box, con alrededor de 700.000 seguidores en TikTok, que ofrece itinerarios completos de varios días para distintos países o guías con todo lujo de detalles acerca de un destino en vídeos más extensos.
Lo turístico también va muy unido lo gastronómico, donde Pablo Cabezali, más conocido como Cenando con Pablo, destaca como una de las principales figuras del mundo foodie. Con casi 750.000 seguidores en TikTok y medio millón en Instagram, nos muestra las mariscadas más potentes que se puede degustar en España, los platos más grandes de Madrid o “los brutales desayunos de Murcia”. Todo a lo grande, pero también tiene videos sobre lugares más económicos y gourmet.
¿Acabarán las redes sociales con las guías?
La avalancha de los blogs, apps de viajes y redes sociales ha generado cierto pesimismo acerca de la supervivencia de las tradicionales guías de viajes en papel. La pandemia supuso un duro golpe para sus ventas, pero ha habido un nuevo auge en los últimos años, según The Economist. Tras un desplome entre el 95 y el 99% de sus beneficios en el confinamiento, se vendieron en el mundo más de 5,8 millones de guías en papel y mapas en 2023. “Aunque pueda haber una evolución donde disminuyan, las guías no van a desaparecer. Es un poco como los libros en papel y el vinilo que está volviendo. Siempre va a haber gente que le guste ojear y subrayar las páginas en físico”, detalla Karmen Garrido, presidenta de la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo (FEPET).
A pesar de que los formatos físicos se mantienen, la era digital ha cambiado la manera en la que los usuarios y las empresas plantean el turismo. Internet permite acceder a información actualizada en el momento, por lo que las reseñas de los usuarios cobran una mayor importancia y parece que se han impuesto como el nuevo “boca a boca”. Garrido explica que las redes sociales “están siendo un hito en el turismo”, ya que está provocando una evolución constante en las herramientas, pero critica a aquellos usuarios que “cierran los ojos y se dejan llevar por ellas”. “Los conocidos y las agencias de viajes siguen siendo una fuente fiable. Lo importante es no centrarse en una herramienta y tener en cuenta que puede haber siempre intereses de por medio”, señala la presidenta de FEPET.
Seguir los pasos de los ‘influencer’
Los videos de los creadores de contenido alcanzan los millones de visitas, pero ese impacto muchas veces no se traduce fuera de la burbuja de Internet. En cambio, las anécdotas y experiencias de Cenando con Pablo y Cristina Rodríguez con sus seguidores, con los que contado a infoLibre, muestran que la etiqueta de “influyente” es totalmente cierta.
“Me ha pasado que al grabar un restaurante pido ciertos platos y cuando la gente ha ido piden directamente el ‘menú Pablo’ y a veces hasta ni siquiera miran la carta. Por ejemplo, hace poco estuve en un restaurante en Sevilla y me contó el propietario que, después de haber grabado ahí la primera vez, mucha gente que iba para Cádiz paraba justo ahí a comer por sus vídeos”, relata Cenando con Pablo.
“Hago mucho itinerario de viaje y los seguidores me escriben diciendo que hicieron el viaje siguiendo mis videos y les encantó. También hace dos años hice una publicación sobre las miniestatuas de Budapest y sigo recibiendo a día de hoy selfis de la gente encontrándolas”, detalla la creadora de contenido catalana Cristina Rodríguez.
¿Publicidad encubierta?
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Detrás de todos estos videos recomendando restaurantes, bares, museos o ciudades, siempre existe la sospecha de que solo se trate de publicidad encubierta, polémica que se desata una y otra vez en redes. Tanto Cenando con Pablo como Cristina Rodríguez admiten que siempre que hacen un video promocional lo indican claramente. El creador de contenido gastronómico, que ha llegado a trabajar con destinos como Palencia, Arabia Saudí o Tailandia, lo señala directamente en los títulos, mientras que la catalana deja el aviso en la descripción de sus videos, por ejemplo, con marcas como Iberia o ciudades como Ourense. Unos avisos que son indispensables para no acabar cometiendo un delito.
Todo el contenido, aunque esté alojado en redes sociales o en cualquier otro medio, está sujeto a la Ley General de Publicidad y la Ley de Competencia Desleal, por lo que no se permite la publicidad encubierta en ningún caso. Por ello, las promociones siempre deben ser identificables para los consumidores que la reciban. La Asociación para la Autorregulación de la Comunicación Comercial (Autocontrol) explica a infoLibre que la publicidad encubierta también sería toda aquella que se presenta como un mensaje de naturaleza diferente, por ejemplo, como una información periodística, contenido editorial o reflexiones personales.
No obstante, esto no es algo nuevo en las recomendaciones turísticas. Garrido recuerda que “al igual que en los periódicos, las guías también han tenido siempre sus faldones con publicidad y sus contenidos patrocinados movidos por intereses comerciales”. Para evitar las reseñas engañosas, los intereses comerciales y los lugares sobredimensionados, apela al uso del criterio personal y, sobre todo, al boca a boca de los más cercanos.