¿Tendremos “memoria” en Nochebuena?

Domingo Sanz

Gracias a que el 26 de noviembre los brazos de madera del PP en el Parlament Balear brillaron con todo su esplendor durante treinta errores seguidos en otras tantas votaciones a las órdenes de un mismo gesto, se ha salvado de rebote una ley de Memoria que no les gusta a ellos ni a sus hasta ahora socios, los añorantes del dictador que en 2019 fue trasladado a Mingorrubio.

Hablamos de “memoria” en navidades y recordamos que el 24 de diciembre sucederá lo mismo que cada año, por lo que procede interrogar a quien llenará las pantallas ese día, el mismo desde 2014 porque antes lo hacía su padre. Y antes, el mismo dictador ya cadáver que decía, el que restauró la monarquía.

¿Se atreverá el mensajero de las nochebuenas de España a romper por fin una lanza por la Memoria valiente, la de quienes se enfrentaron a los nazis y a los fascistas que ayudaron al golpista del 18 de julio?

Memoria es recordar y recuerdo cómo se suma para descubrir que ha usado 15.334 palabras para leernos sus diez mensajes navideños y que solo dos veces, una en 2016 y la otra en 2020, alguna de tantas palabras estuvo escrita con las letras m-e-m-o-r-i-a, aunque nunca referida a la que dignifica la ley superviviente a trompicones en el mismo archipiélago donde el mensajero de la Nochebuena veranea con su familia en un palacio, el de Saridakis, robado al pueblo que era dueño según testamento por los franquistas que aún gobernaban en 1973, pero que también comenzaban a disfrazarse para el futuro inevitable.

También veo la tele cuando no es 24 de diciembre y coincido con un discurso de 3.108 palabras muy solemnes pronunciado el día 11 en Italia por el mismo mensajero del que estamos hablando. Sorprendido, le oigo decir que “Somos dos países con memoria, con una clara conciencia del pasado –en particular del que no puede ni debe repetirse, ni siquiera como caricatura–” y, como en la diplomacia hay mucha más maldad de la que se proclama, tengo derecho a pensar y pienso que la Meloni añorante del fascismo puenteó al Sánchez presidente para que alguien de la “Casa Real” le dijera a alguna ministra inamovible, quizás, lo mucho que la romana admira a Isabel la Católica y entonces Sánchez le dijo a la “Casa Real” que sí, que de acuerdo para no dejar a La Zarzuela a la altura de la nada, pero a cambio de meter un instante de “memoria” decente en un discurso donde ella estuviera presente.

Es lo malo de presumir de transparencia y seguir con una Ley de Secretos franquista: nadie puede desmentir lo que tú te estás atreviendo a imaginar.

¿Se atreverá el mensajero de las nochebuenas de España a romper por fin una lanza por la Memoria valiente, la de quienes se enfrentaron a los nazis y a los fascistas que ayudaron al golpista del 18 de julio, la de los millones que defendieron una legalidad que era tan legítima como la de hoy, o más, la de ese “pasado” que a tantos molesta recordarlo?

¿O negociará con Sánchez a cara oculta de perro para convertir cada avance hacia la justicia en la moneda de cambio que le permita seguir pagando el alquiler de privilegios indecentes como el de la impunidad y la continuidad en el cargo coronado?.

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Domingo Sanz es socio de infoLibre.

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