Chavela revive a través de Rozalén y Nita: "Tenía mucha verdad en las tripas, la garganta y el corazón"

Rozalén, Nita, Luisa Gavasa, Paula Iwasaki, Raquel Varela, Laura Porras y Alejandro Pelayo presentan 'Chavela'

“El individuo humano no tiene que estar anclado a nada, el que está estacionado no crea nunca. Soy libre, tengo alas, unas alas muy bellas y muy tenues. Yo casi no necesito avión, vuelo por el mundo, y ahí sueñas y ahí creas. Hay que romperse el alma para poder crear, no es fácil, no se da todo de un día para otro, la vida es un parto eterno, pero así es". Palabra de Chavela Vargas. Poco más se puede añadir, en realidad está todo ahí, pero siempre se puede escarbar un poco más en busca del tuétano de la existencia misma.

Eso fue lo que la icónica artista mexicana hizo en vida y sigue haciendo desde donde quiera que esté a través de dos cantantes reconvertidas en actrices: Rozalén y Nita (exvocalista de Fuel Fandango). Ambas protagonizan —en días alternos, consultar cartelera— un musical que no es un musical al uso, más bien un montaje teatral, en el que la música en cualquier caso, por supuesto, cataliza todas las emociones. Un viaje con amor, muerte, dolor y vida, mucha vida, que arranca desde ya hasta el próximo mes de mayo en el madrileño Teatro Marquina. Su título, claro: Chavela.

"La única manera de llegar a la verdad de Chavela es cantar las canciones que cantaba ella, y hacerlo intentando transmitir muchísimo desde cada una de nosotras, no desde ella", destaca a infoLibre Rozalén, para quien esta producción es "una celebración de la vida y de la muerte" con dos protagonistas "gigantes" que representan ambos extremos: Chavela y La Pelona. "Muerte, violencia en la infancia, lucha LGTBI, alcoholismo, adicciones...", enumera la albaceteña, colocando el amor por encima de todos los temas y las emociones que se congregan en escena: "Ella era la más macha entre los machos, ejercía la libertad, era amor y desamor todo el rato y amaba muy fuerte. Por eso cantaba así y por eso es imposible que no te toque algo el corazón".

"Chavela no se puede explicar con palabras, tiene más que ver con lo trascendental, con lo que no es terrenal. Cosas de los espíritus, de las personas iluminadas y los artistas que transmiten las emociones de una manera brutal", tercia Nita, en otro intento imposible de explicar lo inexplicable y así está bien. Pero insiste en buscar una explicación para infoLibre, tal es su dedicación: "Cuando cantaba tenía una verdad en la garganta, las tripas y el corazón que hacía que se te cayeran los lagrimones. Eso no se puede aprender. Y por eso yo siento en esta obra mucho calor, mucho fuego, mucha energía, mucho espíritu, mucha verdad y mucha alegría".

Escrito y dirigido por Carolina Román y con dirección musical de Alejandro Pelayo (mitad de Marlango), este montaje cuenta también con la histórica de las tablas Luisa Gavasa interpretando a la Chavela que, en el umbral de la muerte en su casa de Teploztán (México), recorre una vida de luces y sombras, de alegrías y tristezas. El elenco lo completan Paula Iwasaki, Raquel Varela y Laura Porras y así, entre todas, nos enseñan a través de María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano, pues así se llamaba, a mirarnos en su espejo libre y rotundo. Contemplando y comprendiendo cómo fue viviendo, cómo va muriendo y como está, a través de sus recuerdos, haciéndose eterna.

"Ha conseguido calar tan hondo en las personas que la admiraban y la escuchaban, que solo poner una canción de Chavela te remueve las entrañas y hace que se te caigan las lagrimas", remarca Nita. "Es imposible que Chavela muera nunca, porque es una energía tan potente, tan honesta y tan de verdad es para siempre", continúa. Y Rozalén apostilla: "En las ciudades en las que hemos estado antes, el público llora desconsolado más que por Chavela por las cosicas de cada uno. Porque ella canaliza las emociones para sacarlas afuera. ¿Cuánta gente no saca sus mierdas? Ahí hay un problema y verbalizarlo es un gran paso".

"Era una criatura celestial, mágica, que vino a este mundo a enseñarnos verdades como puños. Era una chamana, una visionaria que tomó la libertad como bandera", remarca Carolina Román, quien decidió ahondar en esta historia tras conocer a María Cortina, una de las mejoras amigas de la artista y heredera de sus derechos universales, preguntándose a su vez qué es lo que hay detrás del mito. Y se responde a sí misma: "El desgarro con el que cantaba para hacernos llorar a nosotros". 

Teatro del Barrio, una idea peregrina de Alberto San Juan en la cocina de su casa que ya es Premio Nacional

Teatro del Barrio, una idea peregrina de Alberto San Juan en la cocina de su casa que ya es Premio Nacional

"Carolina Román es una mujer feminista, comprometida, que entiende perfectamente la lucha de las mujeres y la pone en el escenario al servicio de Chavela", afirma Nita, poniendo el foco en el plantel absolutamente femenino de actrices, en el que Alejandro Pelayo, pianista y director musical, es el único hombre. "Es una obra con mucha hermandad, interpretada por mujeres que hacen incluso los papeles masculinos. Por eso se siente desde el primer momento una energía femenina brutal en el escenario, porque además somos mujeres con un rango de edad muy amplio, desde Laura que tiene 22 hasta Luisa que tiene casi 74", apunta la vocalista.

En esta línea, Gavasa asegura que ella es completamente opuesta a Chavela en muchas cosas, pero encuentra acto seguido un nexo incuestionable: "Yo soy una mujer feminista que también tuvo que andar demostrando todo el tiempo que servíamos. Además, a mi edad veo la muerte más cerca y este papel me ha hecho enfrentarme a ello de una manera gozosamente dolorosa". Algo que también le ocurre a Nita con esta obra que "celebra la muerte y se vive en esa belleza", lo cual le está ayudando a "intentar poco a poco" acercarse a ese último desenlace vital "desde otro punto".

"En cuanto empiezas a rascar sobre la vida de Chavela ves que le pasaron cosas que rozan lo místico. La rescataron unos indígenas y la nombraron la última chamana, tuvo unos sueños que luego sucedieron... o te lo crees o no te lo crees, pero es más bonita la vida creyendo en esto", termina entre risas Rozalén, entregada al mito. Puestos a creer en algo, no parece mala opción creer en la inmortal mexicana. Y es que, como bien canta Joaquín Sabina, "¡quién supiera reír como llora Chavela!"

Más sobre este tema
stats