Miguel Hernández fue asesinado
El pasado 10 de diciembre, como motivo del Día de recuerdo a las víctimas del Golpe Militar, la Guerra y la Dictadura, el Gobierno de España reconoció a 21 mujeres y hombres que fueron objeto de persecución, exilio o represión durante la guerra de España y, posteriormente, durante la dictadura franquista. Nombres como el de Vicente Aleixandre, María Zambrano, Justa Freire, Miguel de Molina, Carmen Máximo (fusilada estando embarazada de ocho meses), Alexandre Bóveda o Joaquín Amigo (represaliado por milicias republicanas en Ronda) han sido recordados y homenajeados. Sin embargo, se ha pretendido crear una cierta polémica con la figura de Miguel Hernández.
A nadie se le escapa que a la derecha de este país los homenajes a las víctimas de la guerra y la dictadura les crea cierta reacción alérgica. Su posición de “dejar atrás la guerra del abuelo” no esconde otra cosa sino las vergüenzas de ser, muchos de ellos, descendientes de los represores que durante la dictadura ejercieron con mano de hierro el orden establecido tras el fin de la guerra en 1939. En un debate sosegado y con la ley de Memoria Democrática en la mano, muchos de los que reniegan de estos homenajes recapacitarían y rectificarían su posición. ¿Qué hay de “guerracivilista” en exhumar los cadáveres que aún quedan en las fosas comunes para devolvérselos a sus familias y darles digna sepultura? ¿Qué hay de rencor en reconocer a los españoles que tuvieron que marchar de España en un largo exilio? Lo que hay es mucho debate sesgado que busca, mediante las medias verdades, equiparar a víctimas y represores en esa suerte de “guerra entre hermanos” que no fue tal.
Y entre las medias verdades surge una polémica con la figura de Miguel Hernández a raíz de unas palabras del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que en un homenaje al poeta alicantino en el Ateneo de Madrid señaló que Hernández fue asesinado por la dictadura. Veamos qué pasó exactamente. Miguel Hernández intentó exiliarse de España a través de Portugal, pero fue deportado y devuelto por las autoridades portuguesas en 1939. Encarcelado en varias prisiones, fue condenado a muerte debido a su militancia comunista, entre otras acusaciones sin fundamentos. A través de la mediación de amigos, como Vicente Aleixandre, a Miguel Hernández se le conmuta la pena de muerte por la de 30 años y 1 día de reclusión.
Ciertamente, Miguel Hernández no fue fusilado, pero fue una clara víctima de la dictadura, que lo encerró en varias cárceles en unas condiciones de salud absolutamente deplorables, cayó enfermo de tuberculosis, enfermedad por la que finalmente falleció el 28 de marzo de 1942. Él no fue un caso único, sino que miles de españoles fallecieron en tales circunstancias a lo largo y ancho de todas las prisiones que la dictadura había habilitado para represaliar a los republicanos. Hernández falleció agonizando de una enfermedad que nunca trataron de sanar ni de aliviar, dejándolo encerrado en una celda hasta casi su último aliento. Tampoco trataron de darle una digna sepultura, sino que su destino era una fosa común en el cementerio de Alicante. Gracias a la intervención de Vicente Aleixandre, que ayudó económicamente a su viuda, Miguel Hernández pudo descansar en un nicho.
La condición de víctima es muy amplia y no en todos los lugares tiene el mismo significado, pero de acuerdo con resoluciones de la ONU, la Ley de Memoria Democrática la fija en toda persona, con independencia de su nacionalidad, que haya sufrido, individual o colectivamente, daño físico, moral o psicológico, daños patrimoniales o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales, como consecuencia de acciones u omisiones que constituyan violaciones de las normas internacionales de derechos humanos y del derecho internacional humanitario.
Miguel Hernández no fue fusilado, pero fue una clara víctima de la dictadura, que lo encerró en varias cárceles en unas condiciones de salud absolutamente deplorables, donde cayó enfermo de tuberculosis
A nadie se le ocurre ocultar que las víctimas que fallecieron fusiladas, quemadas o por enfermedad en los campos de concentración y exterminio nazis fueron asesinadas por el nazismo. Las palabras del ministro Urtasun están cargadas de razón y verdad: Miguel Hernández fue asesinado por la dictadura. Intentar ocultarlo o minimizarlo responde a una política deliberada de olvido y falsa concordia.
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Juanfra Colomina es el Secretario de Organización del PSOE en Almería.