Desigualdad económica

Los 20 más ricos de España aumentaron su fortuna en 12.230 millones sólo en 2013

Amancio Ortega, Ortega, Zara

Las 85 personas más ricas del planeta poseen la misma riqueza que los 3.500 millones más pobres. Es una de las demoledoras conclusiones que denuncia el informe Iguales: Acabemos con la desigualdad extrema. Es hora de cambiar las reglas que la ONG Intermón Oxfam ha hecho público este miércoles. La organización cifra en 15.450 millones de dólares –unos 12.231 millones de euros– el aumento de las 20 mayores fortunas de España tan sólo en el último año.

"Desde el comienzo de la crisis financiera, el número de milmillonarios se ha más que duplicado hasta alcanzar la cifra de 1.645 personas. [...] Actualmente, hay 16 milmillonarios en África subsahariana que conviven con los 358 millones de personas en situación de pobreza extrema en la región. En todo el mundo, conviven unos niveles de riqueza absurdos con la pobreza más desesperada". Así da comienzo el resumen ejecutivo de un informe que toma como referencia datos de instituciones internacionales o centros de estudios económicos para demostrar que, desde hace 30 años, la desigualdad no ha hecho más que crecer. El documento ha recibido el apoyo de personalidades como Kofi Annan, exsecretario general de la ONU, o Joseph Stiglitz, premio Nobel de Economía.

Y es que en el último año, las 85 mayores fortunas del mundo "incrementaron su riqueza en 668 millones de dólares diarios". España no es ajena a esta situación, ya que sus datos son demoledores: el patrimonio del 1% de la población más rica de nuestro país iguala el que posee el 70% de los ciudadanos, pero es que además, tan sólo los tres individuos más acaudalados –Amancio Ortega, su hija Sandra, e Isak Andik, presidente de Mango– "acumulan una riqueza que duplica con creces la del 20% más pobre", según afirma un comunicado que acompaña al documento. "En su conjunto, las 20 mayores fortunas de España alcanzaron en marzo de este año una riqueza de 115.400 millones de dólares", asegura Oxfam.

El informe refleja, igualmente, que a nivel mundial la crisis económica ha supuesto una bendición para las rentas más altas, ya que "la riqueza conjunta de los milmillonarios se ha incrementado en un 124% en los últimos cuatro años, y actualmente asciende a aproximadamente 5,4 billones [europeos, equivalentes a un millón de millones] de dólares". El documento ofrece una referencia para hacerse una idea de la magnitud de la cifra: ésta, según Oxfam, asciende al doble de todo el PIB de Francia en 2012. Esta situación permitiría que, por ejemplo, Carlos Slim –el hombre más rico del mundo– pudiera gastar un millón de dólares al día durante 220 años antes de agotar su fortuna.

La desigualdad mata

Pero el informe no sólo se centra en ofrecer datos, sino que también saca conclusiones. Una es especialmente tajante: el incremento de la desigualdad mata, una afirmación que se justifica al comparar las situaciones de Nigeria y Bangladesh, dos países con rentas per cápita similares. "Nigeria es un país algo más rico, pero bastante menos igualitario", explica el informe, que señala que "en consecuencia, un niño nacido en Nigeria tiene tres veces más posibilidades de morir antes de cumplir 5 años que un niño nacido en Bangladesh".

No es el único caso de esta índole, ya que el estudio asegura que "un impuesto del 1,5% sobre el patrimonio de las personas en todo el mundo con una fortuna superior a los mil millones podría generar hoy 74.000 millones de dólares, una cifra que bastaría para subsanar el déficit anual en la financiación necesaria para poder escolarizar a todos los menores y proporcionar atención sanitaria en los 49 países más pobres del mundo", lo que, según los datos del informe, podría salvar hasta 23 millones de vidas.

En este sentido, los datos recogidos por la ONG también inciden en el perjuicio que supone la desigualdad para la movilidad social. "Si naces pobre en un país con una desigualdad elevada, probablemente morirás pobre, y tus hijos y nietos también serán pobres", asegura tajantemente el documento, que pone el ejemplo de Pakistán, donde "un niño que nazca en una zona rural y cuyos padres pertenezcan al 20% más pobre de la población sólo tiene un 1,9% de posibilidades de llegar a pertenecer en algún momento al 20% más rico". Y esta situación no sólo se produce en los países subdesarrollados, ya que "en Estados Unidos, casi la mitad de los niños cuyos padres son de renta baja se convertirán en adultos de renta baja".

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El "fundamentalismo de mercado", el culpable

El informe es muy duro al analizar las causas de esta situación, de la cual responsabilizan a "elecciones políticas deliberadas". "Los Gobiernos pueden empezar a reducir la desigualdad rechazando el fundamentalismo de mercado", denuncia el informe, que sostiene que "desde 1990, los ingresos derivados del trabajo constituyen un porcentaje cada vez menor del PIB". No obstante, frente a esta situación, existen países que siguen políticas para promover la igualdad, entre los que se cuentan Brasil, Ecuador o China, con medidas que van desde el aumento del salario mínimo hasta el establecimiento de ratios que limitan el sueldo que pueden cobrar los directivos de una compañía en relación con los de sus empleados.

"Para luchar contra la desigualdad económica desbocada, los Gobiernos tienen que verse obligados a escuchar a la ciudadanía y no a los plutócratas, lo cual exige, tal y como ha demostrado la historia, una movilización ciudadana masiva", remacha el informe. "La buena noticia es que, a pesar del predominio de la influencia política de las élites acaudaladas y de la represión que sufre la ciudadanía en muchos países, personas de todo el mundo están exigiendo que las cosas cambien", señala igualmente el documento, que pone como ejemplo las protestas de 2011 en Chile o las manifestaciones contra el rescate a los bancos islandeses en 2010. Y como guinda, una nueva apelación a la historia: "Las acciones de la ciudadanía y el clamor generalizado en favor de políticas progresistas pueden acabar con el predominio de las élites".

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