La emergencia por covid es historia, pero el virus, no: "El riesgo cero no existe"

Vista de La Rambla durante la celebración del último Sant Jordi.

"Tenemos confianza de que en algún momento de este año el covid-19 deje de ser considerada una emergencia sanitaria". La frase la pronunció el director general de la OMS, Tedros Adhamon Ghebreyesus, el pasado 10 de diciembre. Entonces no sabía que lo que estaba haciendo era un vaticinio de lo que, finalmente, ocurrió este 5 de mayo. "El Comité de Emergencia se reunió por décimoquinta vez y me recomendó que declarara el fin de la emergencia de salud pública de importancia internacional. He aceptado ese consejo", dijo Adhamon Ghebreyesus ese día en rueda de prensa. Y puntualizó: "Ha sido una decisión tomada con precaución. No dudaré en volver a declarar la emergencia si la situación cambia".

La esperada declaración llegó más de tres años después de que se iniciase la alarma mundial provocada por el virus SARS-CoV-2. "Este es un momento de celebración. Hemos llegado gracias a la habilidad y dedicación de los trabajadores de la salud; la innovación de los investigadores y desarrolladores de vacunas y las decisiones difíciles que los gobiernos han tenido que tomar frente a la evidencia cambiante", añadió el director general de la institución. Pero no todo fueron campanas al aire. "La semana pasada, el covid-19 se cobró una vida cada tres minutos. Mientras hablamos, miles de personas de todo el mundo luchan por su vida en unidades de cuidados intensivos. Y millones más siguen viviendo con los efectos debilitantes que se derivan de la enfermedad", lamentó.

En España también sigue presente. Según el último informe del Ministerio de Sanidad, publicado precisamente el 5 de mayo con datos hasta el día 3, la incidencia acumulada —entre los mayores de 60 años, que son los que se contabilizan— ascendía a 41,85 casos por cada 100.000 habitantes en una semana. Había entonces, además, 2.510 pacientes ingresados en el hospital y 109 en unidades de cuidados intensivos. En una semana se habían registrado 65 fallecimientos, una cifra que situaba la letalidad en mayores de 65 años en el 3,6%. Los datos no son alarmantes, pero no dejan de estar ahí. "Los casos, las muertes y las hospitalizaciones están descendiendo. Esos tres indicadores sitúan a España en una situación de mayor tranquilidad. Sin embargo, que estemos fuera de la situación de emergencia global no quiere decir que haya riesgo cero", explica el exdirector de Sistemas de Salud de la OMS Rafael Bengoa.

Coincide con él el epidemiólogo y exdirector de Acción Sanitaria en situaciones de crisis de la OMS Daniel López Acuña. "Declarar el fin de la emergencia sanitaria no significa declarar el final de la pandemia. El virus sigue circulando y sigue infectando. No hay que bajar la guardia", expresa desde el otro lado del teléfono. Y también la codirectora del laboratorio de coronavirus del CNB-CSIC, Isabel Sola. "La situación actual no tiene nada que ver con la que había al inicio de la pandemia. La situación se ha estabilizado pero sigue habiendo casos y muertes. El virus no se ha ido y sería equivocado dar ese mensaje", explica. Aun así, según dice, era el momento de declarar el fin de la emergencia. "El objetivo de tener esa alerta era dar una respuesta coordinada a nivel global, pero cada país ha ido poco a poco relajando o diluyendo las medidas contra el coronavirus y ya era un poco artificial mantener esa coordinación", añade.

La OMS también advirtió en su rueda de prensa del pasado viernes que, a pesar de la decisión, nada ha terminado. "Epidemiológicamente, este virus seguirá causando oleadas. Lo que esperamos es que tengamos las herramientas para asegurar que estas futuras oleadas no den lugar a enfermedades más graves, no den lugar a oleadas de muertes, y podemos hacerlo con las herramientas que tenemos a mano", dijo, en rueda de prensa, la doctora y epidemióloga de la OMS Maria Van Kerkhove.

Se refiere, fundamentalmente, a las vacunas. La Organización Mundial de la Salud recomendó, en este sentido, que la inyección de dosis contra el covid-19 se integre en los programas de vacunación a lo largo de la vida. Según los expertos consultados por infoLibre, las personas mayores y vulnerables deberán inyectarse las dosis, al menos, una vez al año. Al menos, según los conocimientos del virus que tenemos actualmente. Será, en este sentido, como la vacunación contra la gripe que se inicia con la llegada del frío. "Tenemos que alcanzar la capacidad de renovar la protección de las vacunas cada año", advierte López Acuña.

Según reflejan los datos, en España, a medida que avanzaban las dosis de recuerdo necesarias, descendía el porcentaje de población vacunada con la dosis completa. Pero sólo en los más jóvenes. Así, y según los datos del Ministerio de Sanidad, en las personas mayores de 70 años el porcentaje de personas con la primera dosis de recuerdo es del 93,79%; en las de entre 60 y 69 años, del 94,89%. Desde aquí, la cobertura sólo desciende. En la franja de personas entre 50 y 59 años es del 81%; en las de entre 40 y 49, del 66,26%; en las de entre 30 y 39, del 51%; en las de entre 20 y 29, del 45%; y en las de 18 y 19 años, del 33,75%.

¿Y ahora qué? Superar el periodo de "transición" y alcanzar la endemia

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¿Y qué pasará a partir de ahora? A medida que la pandemia avanzaba, eran muchos los expertos que vaticinaban que todo acabaría cuando por fin pudiera empezar a considerarse endemia. Pero según todas las fuentes consultadas, aún no estamos en ese punto. Al menos, a nivel global. "Europa sí podría encontrarse en esa fase, pero la OMS todavía no usa la palabra porque hay lugares del mundo que no tienen la cobertura vacunal suficiente", explica Bengoa. "La dinámica sigue siendo pandémica, lo que ocurre es que el virus es más manejable", añade López Acuña.

Sola, por su parte, explica que nos encontramos en un periodo "de transición". Por eso tampoco habla de endemia. Pone de ejemplo la gripe. "Llevamos trabajando en ese virus muchísimos años. Tiene su propio sistema de vigilancia en muchos países y cada año se adapta una vacuna a la variante que vaya a predominar. Ahora, por ejemplo, ya se está adaptando la que se admnistrará el próximo invierno", explica. Todavía no nos encontramos en ese punto con el covid. "Lleva relativamente poco entre nosotros, no hemos visto que se comporte de forma estacional, tampoco sabemos cómo funciona la inmunidad frente a las variantes y subvariantes...", dice.

Cuando todo eso se conozca, entonces sí se podrá dar por terminada la pandemia. Y por iniciada la endemia que, eso sí, implica que nunca habrá ni cero casos ni cero muertes. "El riesgo cero no va a existir. Nunca. Lo que tenemos que hacer es convivir con este nuevo virus de la misma manera que lo hacemos ya con otros que están bajo control", dice Bengoa. Para eso, añade López Acuña, habrá que confiar en que el virus no mute a variantes que escapen a las vacunas y, a la vez, mantener un alto nivel de inmunización. La receta, insiste Sola, sigue pasando por la vigilancia y la investigación constante.

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