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El reto de los presupuestos

Casado pide “desconfiar” de los políticos que hablan de crear empleos apenas un año después de prometer dos millones

El presidente del PP, Pablo Casado, durante su intervención en un acto organizado en Toledo por Asociación de Empresa Familiar.

“Ningún político puede prometer crear empleo, porque lo crean los empresarios y los autónomos”, proclamó este jueves el líder del PP, Pablo Casado, después de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciase el miércoles que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía española permitirá la creación de 800.000 puestos de trabajo en tres años. “Desconfiad” del político “que diga que va a crear empleo”, recomendó el dirigente conservador a los asistentes a un acto organizado por la Asociación de Empresa Familiar de Castilla-La Mancha en la localidad de Toledo.

Casado hizo esta advertencia a pesar de que él mismo, en la campaña electoral del 28 de abril, prometió hasta dos millones de puestos de trabajo en cuatro años. A razón de 500.000 anuales. Fue en un acto de campaña en Barcelona, a tres días de la votación, en el que además aseguró que “si se vota al PP se creará empleo en apenas unas semanas”. “Mi compromiso es nítido”, sentenció solemnemente. “Me comprometo a generar todas las condiciones para que en España se creen dos millones de empleos la próxima legislatura. Medio millón cada año”.

La promesa de crear empleo no es extraña a los líderes políticos. Ya lo hicieron los socialistas Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero además de Sánchez. Pero tampoco en el PP. Antes que Casado José María Aznar ya había prometido crear en diez años 3,5 millones de empleosprometido —en aquel momento había 2,6 millones de parados—. O Mariano Rajoy, que en plena campaña de las elecciones de 2016 prometió también la creación de dos millones de nuevos empleos en los próximos cuatro años. En la próxima legislatura el PP será capaz de “crear 500.000 puestos de trabajo al año”, aseguró en un acto en una fábrica de jamones en Jerez de la Frontera.

La creación de empleo no fue la única cosa que Casado puso en entredicho ante las empresarios que acudieron a escucharle en Toledo. De hecho consideró “decepcionante” la cifra de 800.000 de puestos de trabajo prometida por Sánchez porque, subrayó, la pandemia ha destruido un millón.

“Pianos y violines” para celebrar una “hecatombe“

El líder conservador calificó el plan presentado por el Gobierno para gestionar las ayudas europeas de mera propaganda y criticó con dureza el formato elegido para darlo a conocer. “No vimos una cifra”, aseguró. Sólo “pianos y violines” para “celebrar una hecatombe”, que es como define la situación económica que viene y lo que él mismo considera un “rescate” de la economía española. Ni siquiera van a venir los 73.000 millones de los que habla el Gobierno, denunció. Según él, se van a quedar en 35.000 —5.000 al año, remarcó— una vez descontada la contribución neura de España a la UE y los recortes de la política agraria común. Lo que no le impidió reivindicar, una vez más, la autoría del plan —aprobado a mediados de julio por los 27 estados miembros en un larguísimo Consejo Europeo—, que según él se ha conseguido gracias al PP porque la canciller alemana, Angela Merkel, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, son de su familia política.

Casado volvió a marcar distancias con los planes del Gobierno, a los que no se siente vinculado porque, según afirmó, Sánchez se negó a pactarlos con él. Y porque rechazó la creación de la agencia independiente que le pidió en septiembre para gestionar los fondos europeos.

En vez de eso, “lo que va a hacer es puro lobby”, denunció. “Y pura discrecionalidad clientelar y partidista para decir [desde Moncloa] a qué empresa, a qué autonomía o a qué ayuntamiento le da un proyecto”.

“Lo que pretende Sánchez es que yo me rinda”. Y que apruebe sin más sus Presupuestos en vez de redactarlos tal y como propone el PP: con rebajas de impuestos y más flexibilidad laboral, entre otras medidas.

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Casado, cuyo partido votó en julio en contra de las medidas de reconstrucción económica pospandemia trabajosamente negociadas en el Congreso, exige ahora que el Gobierno lleve el plan europeo a la Cámara. Y que “pacte con el resto de partidos, y con la patronal y los sindicatos, una oficina independiente en la que todos podamos decidir qué necesita España”. Proyectos “a largo plazo”, subrayó, no “planes E” como los de José Luis Rodríguez Zapatero durante la crisis de 2008. “En vez de rotondas no nos vamos a poner a cambiar ahora todos los tejados, calderas y ventanas de España”, ironizó tratando de poner en entredicho los planes del Ejecutivo para la rehabilitación de viviendas siguiendo criterios ambientalmente sostenibles. “Habrá que invertir en economía productiva que a medio y largo plazo” para crear empleo, señaló.

Casado, ya en el turno de preguntas, se mostró dolido con la actitud de los grandes empresarios españoles por haber mostrado su respaldo al plan de reconstrucción del Gobierno. Mientras al PP le niegan “el pan y la sal”, lamentó, esos empresarios “miran de reojo el Boletín Oficial de Estado” esperando ayuda. “¿Algunas empresas que miran de reojo el BOE van a aguantar lo que viene” sólo “porque les invitan a los actos” del Gobierno? ¿Y pìdiendo a la oposición que no crispemos?”, se quejó.

“Algunos tienen que reflexionar”, sugirió ya casi al término del acto. Porque nos enfrentamos a una “recesión brutal”. Y “si algún empresario o algún medio o alguien piensa que se van a librar por ser amigos de los del BOE, que luego no vengan a decir que dónde estaba la oposición. Pues haciendo su trabajo. La oposición lleva demasiados meses clamando en el desierto. Simplemente hago esta advertencia”, dijo, porque ve “una sociedad demasiado dormida. La sociedad española tiene que despertar” después de haber “estado unos meses aplaudiendo en el balcón sin darnos cuenta de lo que estaba pasando. Alguien tiene que dar una campanada y despertar”, concluyó.

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