LA PORTADA DE MAÑANA
Ver
Begoña Gómez cambia de estrategia en un caso con mil frentes abiertos que se van desinflando

Elecciones generales

La lista del PSOE en Madrid causa un “profundo malestar” en la federación regional

Zaida Cantera, Sara Hernández, Pedro Sánchez y Meritxell Batet.

"Las formas han sido un desprecio al partido en Madrid. La presencia de Meritxell [Batet] y Edu [Madina], que ahora mismo son diputados por Barcelona y Bizkaia, no se entiende. Y que hayan colocado a Zaida Cantera por delante de Ángeles Álvarez es un poco ofensivo". Con estas o parecidas palabras, media docena de dirigentes y cargos intermedios del PSOE en Madrid resumían en conversación con infoLibre las tres decisiones de Pedro Sánchez que han provocado un "profundo malestar" entre muchos militantes de la federación regional. 

La dirección federal siempre ha metido mano en la elaboración de la lista por Madrid. Eso nadie lo pone en duda. "Pero antes se respetaban algo las formas. El Comité Regional aprobaba la candidatura y la Comisión Federal de Listas luego hacía algún retoque. Ahora se han hecho presentaciones públicas de candidatas por todo lo alto y nos hemos enterado por la prensa", explica un miembro del Comité Regional del PSOE de Madrid, que este viernes se reúne para aprobar las listas al Congreso y al Senado.

Los cuneros

Una de las razones que han provocado mayor enfado es la presencia de "dos cuneros y medio" en la lista. Nadie critica a los aludidos: Meritxell Batet (segunda en la lista), Luz Rodríguez (cuarta) y Eduardo Madina (séptimo). Al revés. En general reciben elogios de sus compañeros de partido. Lo que se critica es que Pedro Sánchez haya decidido convertirlos en diputados por Madrid.

"Nos han vendido que la inclusión de Meritxell como número dos del partido es una forma de demostrar la buena conexión con el PSC. Es una broma. ¿A que a nadie se le ocurriría decir que Antonio Hernando vaya de número dos por Barcelona para dar una muestra de acercamiento?", ironiza uno de los cuadros del PSOE madrileño. 

La argumentación es similar respecto a Madina: "El capital político lo tiene en el País Vasco. Nos enfrentamos a unas elecciones muy difíciles y todos tendríamos que arriesgar, ¿no? El reto difícil era ir de número uno por Álava. Pero claro, no era seguro que pudiese salir. Es más cómodo entrar por la puerta grande en Madrid", lamenta otro dirigente, que confiesa que votó a Madina en las primarias celebradas en julio de 2014 para elegir secretario general del PSOE, cuando el político vasco perdió ante Sánchez.

El encaje de Madina, ahora diputado por Bizkaia, ha sido un auténtico dolor de cabeza durante el último mes para el equipo de Pedro Sánchez. Dado que la lista vizcaína la encabezará Patxi López, la dirección federal intentó convencer a Madina para que fuese como número uno por Álava. Pero se negó. Quería ir por Madrid. En el equipo de Sánchez estaban convencidos de que era muy importante sumar a Madina, ya que era la forma de que se visualizase la unidad interna, que se habían cerrado las heridas de las primarias. 

Cuando infoLibre publicó que la dirección federal barajaba incluir a Madina en el quinto puesto por Madrid se desataron fuertes presiones para evitarlo, especialmente por parte de Rafa Simancas y otros dirigentes de la federación regional. Simancas creía que Sánchez le debía un favor, ya que había sido la punta de lanza en la operación para decapitar a Tomás Gómez antes de las elecciones autonómicas del pasado 24 de mayo.

Susana Díaz, a quien casi todos reconocen un "olfato especial" para las cuestiones internas del partido, planteó que Madina podía ir de número uno por Sevilla. Y ese ofrecimiento fue definitivo para que Sánchez se ratificase en su idea de incluirlo por Madrid. De lo contrario se habría visualizado de forma clara un eje de oposición interna liderado por Díaz y Madina. Tras un intento fallido de convencer a Madina para colocarlo en el noveno puesto, a la vista de las tensiones generadas, la solución final fue incluirlo en el séptimo y a Simancas, en el quinto. 

La presencia del "medio cunero", Luz Rodríguez, despierta muchas menos críticas entre los dirigentes madrileños, aunque recuerden que "milita en Toledo y que fue consejera en Castilla-La Mancha".

El fichaje de la comandante Cantera

El gran fichaje de Pedro Sánchez para la lista que encabezará el próximo 20 de diciembre es Zaida Cantera, comandante retirada que sufrió un calvario en el Ejército tras denunciar por acoso sexual y laboral a un superior, que finalmente fue condenado por la justicia.

Los nueve nombres con mayor influencia en el PSOE de Sánchez

Los nueve nombres con mayor influencia en el PSOE de Sánchez

De nuevo, los críticos no tienen "nada contra la persona". Destacan su valentía al presentar "la denuncia por acoso en un ámbito aún muy difícil para las mujeres como el Ejército". Y, desde luego, están de acuerdo con que su causa debe ser defendida por el PSOE. "¿Pero eso debe servir para convertirte en número seis de la lista por Madrid? Pues no parece", indica una de las dirigentes consultadas. Y añade: "La cosa sería algo diferente si fuese de ocho, pero es un poco ofensivo colocarla por delante de Ángeles Álvarez, que lleva años haciendo un trabajo encomiable en temas de mujer e igualdad. Si ponen a Ángeles de sexta, es un reconocimiento a su trabajo, y el ocho seguiría siendo un puesto de salida para Zaida".

Tampoco ayudó a calmar el ambiente el estreno mediático de Cantera. "La cúpula del Ejército sigue funcionando como antes de la Transición", declaró en una entrevista en El Mundo, en la que también confesó que le "gustaría" ser ministra de Defensa. Hay militantes socialistas que piensan que poderes fácticos como la Iglesia o la banca no han cambiado demasiado desde el franquismo, pero es más difícil encontrar a alguien que piense que el Ejército se comporta igual que en 1975. Entre otras cosas porque la democratización del Ejército es un mérito que en el PSOE atribuyen en buena medida a Narcís Serra, ministro de Defensa en la época de Felipe González. Serra, por cierto, fue el primer padrino de Meritxell Batet en las filas socialistas.

El enfado es importante. Pero los propios cabreados admiten que las cosas no irán a más. "Si en el Comité Regional pudiéramos votar en urnas, quizá habría más abstenciones. Pero imagino que será con papeleta de voto [a mano alzada], así que habrá menos disidencia. Estamos a dos meses de las elecciones y toca cerrar filas", señala un miembro del órgano de dirección que este viernes aprobará la lista de Pedro Sánchez.

Más sobre este tema
stats