El PP niega que Álvarez de Toledo no pudiese hablar ante la Junta Directiva

Un día después de que el presidente del Gobierno y del PP presidiera la Junta Directiva Nacional de su partido y lanzara un llamamiento a los suyos a no "enredar" con asuntos que "sólo interesan a 25", Mariano Rajoy se desayunó con otra fisura interna. La diputada por Madrid Cayetana Álvarez de Toledo escribe un artículo en el diario El Mundo en el que lanza a su jefe de filas el mensaje, que según cuenta, le hubiese gustado trasladar en el citado órgano de partido. Pero no pudo. "Acudí con interés a escuchar a nuestros máximos dirigentes y también con la voluntad de tomar la palabra. Por desgracia sólo pude escuchar. Por desgracia sólo pude escuchar. Cuando el presidente acabó de hablar se dio, abruptamente, el acto por concluido, sin que ninguno de los asistentes pudiera tomar la palabra". Fuentes de la dirección nacional de la formación conservadora consultadas por infoLibre desmienten "tajantemente" la versión de esta diputada muy próxima al expresidente José María Aznar y Esperanza Aguirre. Su artículo se titula: "Lo que me habría gustado decir, presidente".

Los dirigentes consultados asistentes a la reunión coinciden en el mismo relato: en la reunión del máximo órgano del PP entre congresos no hubo un sólo turno de palabra, sino dos.

Siempre según las mismas fuentes, Mariano Rajoy abrió la reunión contando a los suyos –este órgano tiene cerca de 600 integrantes– cuál sería la dinámica de la cita. Señaló que primero intervendría Carlos Floriano, vicesecretario de Organización y Electoral, que le seguiría la secretaria general, María Dolores de Cospeldal, que se abriría un turno de palabra para el resto del auditorio y que después sería su turno. También añadió que tras sus palabras se abriría un espacio para "ruegos y preguntas". 

La reunión se desarrolló según este esquema. Habló Floriano, habló Cospedal y Rajoy tomó la palabra, sentado, para señalar que se había un turno de palabra. "Por dos veces el presidente preguntó si alguien quería decir algo, mientras se preparaba el atril para su discurso. Nadie dijo nada. Y se dejó su tiempo. Entonces, Rajoy dio entrada a los cámaras que iban a grabar su intervención para, a su vez, pasarla por la sala de prensa", señala una de las asistentes.

Acto seguido, tras la intervención de Rajoy, que duró unos 40 minutos, los asistentes cerraron sus palabras con una sonora ovación. En esta ocasión, el presidente de los conservadores volvió a decir que se abría un turno de "ruegos y preguntas". En esta ocasión, si es verdad, que el tiempo de espera fue menor porque los dirigentes se levantaron y empezó a formarse algo de ruido. "Si levantó la mano o alzó la voz, nadie la escuchó", dice uno de los asistentes en conversación con este medio.

Pastor y Feijóo corroboran esta versión

La ministra de Fomento, Ana Pastor, coincide con esta versión. Según aseguró en la Junta Directiva Nacional que celebró el PP el martes pudo intervenir todo el que quiso, y que el propio presidente del partido, Mariano Rajoy, preguntó si había intervenciones al finalizar su discurso, pero nadie pidió la palabra.

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En una entrevista en Telecinco recogida por Europa Press, Pastor respondió así las críticas de la diputada Cayetana Álvarez de Toledo, que ha denunciado que no pudo dar su opinión en la reunión.

También defendió que el PP es un partido "accesible absolutamente", donde se puede hablar en todos los órganos, y que Rajoy es de las personas "más accesibles" que conoce, incluso que muchas veces es más accesible él que "la última persona del último pueblo".

En un sentido similar, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, mantuvo en Onda Cero que no se quedó con ganas de intervenir, y recordó que antes de que hablara Rajoy se abrió un turno de palabra; «Otra cosa es que alguien quiera hacer una rueda de prensa para toda España desde una Junta Directiva».