RENOVACIÓN EN EL PSOE
El PSOE revoluciona sus liderazgos en Andalucía y Castilla y León para el nuevo ciclo electoral
Andalucía y Castilla y León son dos comunidades clave en el mapa político. Las dos están dominadas ahora por las derechas y serán el pistoletazo de salida del próximo ciclo electoral con sus comicios en 2026. Y, además, son dos federaciones socialistas marcadas por las marejadas internas desde hace meses. Pero el PSOE abre una nueva etapa.
Los actuales líderes socialistas en esas comunidades, Juan Espadas y Luis Tudanca, han decidido poner fin a sus liderazgos en el proceso congresual que viven. Tras semanas de incertidumbre, han constatado que ya no representan candidaturas de consenso entre los suyos ni tampoco cuentan con el aval de la dirección nacional. Un paso al lado, ciclo nuevo.
En el pasado congreso federal de Sevilla, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, puso los deberes a los suyos de preparar ya las próximas elecciones autonómicas después del batacazo que supuso el 28M. “Un partido de ganadores” fue la máxima. Y en La Moncloa, en Ferraz y entre muchos dirigentes de esas dos federaciones no encajaban los nombres de Espadas y Tudanca para la próxima batalla en las urnas. Empieza una nueva etapa que se formalizará con el desembarco de la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, y del alcalde de Soria, Carlos Martínez, para pilotar el destino de los socialistas andaluces y de Castilla y León. Los dos lo anunciarán formalmente este miércoles.
Hacer frente a Moreno Bonilla
Andalucía representa el corazón del socialismo, siendo la federación con más militantes (más de 45.000). Pero a la vez es una de las grandes preocupaciones de Sánchez, algo que ha expresado en privado el presidente ante los suyos, especialmente después de las elecciones europeas del 9J. El jefe del Ejecutivo siempre reconoce que Espadas llegó en un momento muy difícil para el partido después de la pérdida del poder de la Junta tras más de 40 años en San Telmo y con una federación profundamente herida por las batallas internas que lideró Susana Díaz.
Pero Espadas no ha conseguido desde que ganó las primarias en junio de 2021 hacerse con las riendas del partido. El PSOE-A es un reino de taifas, donde los propios espadistas abandonaron hace tiempo a su líder. Sólo un grupo pequeño, con Ángeles Ferriz y María Márquez a la cabeza, ha sido fiel al exalcalde de Sevilla en la calle de San Vicente hasta el último minuto. Y el todavía líder del PSOE-A no ha encontrado un estilo propio de oposición ni ha despeinado a Juanma Moreno en las encuestas. El PP vive instalado plácidamente en la mayoría absoluta. Si Andalucía no funciona, todo el partido se gripa. Y en unas generales no sólo vale el peso de Cataluña.
Los dirigentes del PSOE andaluz se preparan ya para la etapa Montero. Durante estas semanas muchos líderes provinciales, alcaldes y cuadros medios han trasladado en privado que la vicepresidenta primera y ministra de Hacienda es la mejor opción para tratar de levantar al partido. Además, se busca una solución de consenso que vuelva a unir al partido. Durante semanas también se escuchó el nombre del jienense Juanfran Serrano para optar por el puesto, pero ni él ni el PSOE de Jaén tienen intención de lanzarse.
La baza Montero
La vicepresidenta primera ha convocado un acto para este miércoles por la tarde en Sevilla. Los plazos apremian: los aspirantes sólo tienen hasta el sábado para inscribirse. Luego arrancará el proceso para recoger avales hasta el día 18. Si hay más de un candidato, la campaña se desarrollará entre el 21 y el 31 de enero con el fin de que la primera vuelta sea el 1 de febrero (habría una segunda vuelta el 8 de febrero si nadie supera el 50% de los votos). El proceso culminará en el congreso que se celebrará en Armilla (Granada) los días 22 y 23 de febrero, donde se coronará a la nueva dirección. El catedrático Luis Ángel Hierro ya ha presentado su precandidatura como representante de uno de los sectores críticos y ahora debe reunir al menos el 12% de avales de la militancia para pasar al siguiente corte.
El aterrizaje de Montero en la Secretaría General del PSOE andaluz supondrá zarandear todo el tablero de la política andaluza. “Es la única que puede hacer algo contra Moreno”, como indica un dirigente socialista del sur. Además, será el puntal de la estrategia emprendida por los socialistas de ministros liderando sus territorios como sucede con Diana Morant en la Comunidad Valenciana y Óscar López en Madrid. Además, se puede unir pronto la portavoz del Ejecutivo, Pilar Alegría, que ya ha formalizado su candidatura para liderar el PSOE de Aragón.
Montero equivaldría a un cambio total en el PSOE andaluz, aunque también, según reconocen algunos dirigentes en privado, tiene sus riesgos pues el PP se lanzará contra ella por su etapa como consejera en los gobiernos de Manuel Chaves, José Antonio Griñán y Susana Díaz. Asimismo, entrará en el ring político en el sur la negociación de la financiación singular de Cataluña y las negociaciones con los nacionalistas de cara a los próximos presupuestos generales del Estado.
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Luis Tudanca dice adiós a su etapa al frente de Castilla y León. Logró en 2019 ganar las elecciones en la comunidad, pero Albert Rivera decidió pactar finalmente con el Partido Popular. Fue un gran apoyo de Sánchez en las primarias contra Susana Díaz e incluso presidió aquel congreso en el que el secretario general volvió a Ferraz. Pero en los últimos años ha ido creciendo la distancia con la calle Ferraz con episodios como la elaboración de las listas del 23J y la polémica por el Lexit, entrando de lleno en el enfrentamiento con el número tres del partido, Santos Cerdán.
Si no hay sorpresas de última hora, el sucesor de Tudanca será Carlos Martínez. El soriano presenta su precandidatura este miércoles y trae en su carta de credenciales haber ganado cuatro veces por mayoría absoluta la Alcaldía de su ciudad. Lleva tiempo apostando por una nueva forma de hacer oposición frente al Partido Popular y, además, representa un dique frente a las candidaturas de la España Vaciada.
Martínez es un hombre de consenso en la federación y no tiene grandes enemigos públicos. Las elecciones en Castilla y León deben celebrarse en febrero del año que viene, pero el runrún de un adelanto electoral sigue sobrevolando esta comunidad. El presidente regional, Alfonso Fernández Mañueco, ha prorrogado por quinta vez los presupuestos y tiene una escueta mayoría de 31 diputados en un Parlamento regional con 81. Vox decidió salir del Gobierno y no está dispuesto a ponerle las cosas fáciles. El gran dilema que tiene el PP es si ir a las urnas le puede salir mal si no cala el mensaje de que necesita más diputados para dar más estabilidad a la comunidad, a la vez que la ultraderecha sigue subiendo en todos los sondeos.