21A | ELECCIONES EN EUSKADI
Un 30% de indecisas y sin rastro de feminismo en la campaña: el voto de las mujeres el 21A
El pasado 30 de noviembre, las mujeres vascas salieron a la calle dispuestas a paralizarlo todo. El movimiento feminista clamaba por una huelga general que pusiera en el centro los cuidados y su grito fue escuchado. A unos pocos días para que culmine la batalla electoral del domingo, las encuestas indican que más del 30% del electorado femenino todavía no sabe quién representará mejor sus intereses. Y tampoco es que los partidos políticos se hayan volcado en interpelarlas: la campaña electoral que ya termina no ha brillado por poner la agenda feminista en el centro, un activo que podría servir para movilizar el voto femenino.
El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre la campaña de las elecciones vascas, publicado el 10 de abril, aporta algunas pistas sobre el sentir electoral de las mujeres. El 32,9% de las mujeres aseguraba entonces estar dudando sobre qué papeleta introducir en la urna, frente al 26,9% de los hombres. El 17,7% de ellas reconoce que lo decidirá durante la última semana de campaña y el 5,8% en la jornada de reflexión. Otra encuesta de EITB sitúa en un 31% el porcentaje de mujeres indecisas, frente al 26% en el caso de los hombres.
¿Por qué formaciones tienden a decantarse las mujeres vascas? Esta misma encuesta de la televisión pública sitúa al PNV a la cabeza cuando se trata del voto femenino (25%). También la intención de voto trazada por el CIS concede a los jetzales la victoria entre las mujeres (24,3%). Y el sociómetro vasco correspondiente a marzo, confirma que las vascas sienten más simpatía por el partido de Imanol Pradales. Según este mismo análisis, las mujeres reconocen menos interés por la cita electoral que sus compañeros hombres: al 52% le interesa poco o nada.
¿Es el voto de las mujeres determinante?
En este escenario, surge una pregunta clave. ¿Será el voto de las mujeres determinante? "Siempre que hay un escenario de competición, la participación es clave", sintetiza el sociólogo y politólogo José Pablo Ferrándiz, quien observa la existencia de otros sectores, como el juvenil y estudiantil, cargados de peso en los próximos comicios. "Lo que hasta ahora nos dicen las encuestas es que al elector del PNV le está costando mucho movilizarse". Y en esa desmovilización se encuentran también las mujeres. "Posiblemente tiene que ver con cierta pulsión de cambio" que parece estar emergiendo en la comunidad y que precisamente es la responsable de deslizar una posible victoria de EH Bildu.
No obstante, la demoscopia parece indicar que si bien la mujer se sitúa más a la izquierda en el espectro ideológico, "es más conservadora en el sentido de que le cuesta mucho cambiar de opción política", lo que hace pensar que a la formación de Pello Otxandiano le costará más activar el voto de las mujeres que tradicionalmente se habían decantado por el PNV.
A la periodista Zuriñe Rodríguez le resulta fundamental situar la mirada sobre los indecisos –o quizá sería más preciso hablar de indecisas, en femenino plural–: "Es el voto clave. Hay un 30% de personas que van a ir a votar, pero no han decidido a quién y eso va a ser determinante a la hora de ver quién va a gobernar", analiza en conversación con este diario. Y lo cierto es que, en su opinión, los partidos "no han hecho un trabajo enfocado a activar el voto indeciso". Mucho menos, el de las mujeres. Y mucho menos, el de las feministas.
Sin rastro de feminismo en campaña
Quienes organizaron la huelga general que llenó las calles de Euskadi hace cinco meses, son quienes hoy demandan también un compromiso firme a los partidos. "¿Cuál es vuestro modelo? ¿A favor de la vida o del beneficio?", preguntaba en febrero el movimiento feminista vasco. El pasado 8M, las activistas tildaban de "hipócrita" la decisión del PNV y el PSEE de poner en marcha un pacto vasco por los cuidados sin contar con ellas ni con los sindicatos.
"Eh Bildu lo lleva en su programa, pero el resto no han escuchado" las demandas feministas, exclama Zuriñe Rodríguez. Pero incluso haciendo un hueco a la agenda feminista en los programas electorales, ni rastro de ella en la campaña. "Las cuestiones feministas han estado muy apagadas, no se ha hecho prácticamente alusión al feminismo ni a la violencia machista", valora Arantxa Elizondo, profesora de Ciencia Política en la Universidad del País Vasco (UPV).
Para Elizondo resulta cuanto menos llamativo que haya pasado desapercibida la semilla feminista que existe detrás de "algunos temas que históricamente han sido traídos a la agenda política de Euskadi, como los cuidados, la conciliación o la jornada laboral reducida". Se trata de cuestiones que "están ahí y sin embargo se ha roto la conexión con la raíz feminista que los trajo a la agenda". Hay una falta de reconocimiento, lamenta.
Y esa constatación es si cabe más sangrante teniendo en cuenta que en el territorio exista un "movimiento feminista muy fuerte" y una organización "sindical muy vinculada a los cuidados", agrega Rodríguez, quien coincide en que la "agenda feminista ha sido la gran ausente" de la campaña. Los candidatos "no han hablado en absoluto de temas feministas", más allá del eslogan puntual y vacío de contenido.
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"Me declaro abierta, profunda y orgullosamente feminista", ha enarbolado el candidato socialista, Eneko Andueza. La líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha elogiado a su candidata, Alba García, por representar "la mejor política feminista". E Irene Montero ha institido en que "solamente el voto a Elkarrekin Podemos garantiza que haya un gobierno de izquierdas que pone en el centro el feminismo y la paz". Pero, ¿en qué se concretan esas declaraciones de intenciones?
La lucha contra la violencia no ha estado prácticamente en los debates, nada sobre prevención, ni medidas que vayan a la raíz de un problema donde los gobiernos autonómicos tienen mucho por hacer. Los candidatos y candidatas han hablado de Osakidetza, pero no de la estrategia a seguir desde la sanidad pública para detectar los casos de violencia machista. También ha tenido espacio la educación, pero nada sobre proyectos coeducativos o sobre el abordaje de la educación sexual en las aulas.
El pasado martes, el candidato por el PNV, Imanol Pradales, fue atacado por un individuo con un spray de pimienta. El hombre, detenido poco después de la agresión, tenía antecedentes por violencia de género. "Es curioso que el agresor tenga antecedentes por violencia machista, precisamente siendo las elecciones en las que menos se ha hablado del tema", ironiza Zuriñe Rodríguez.