Portugal
Los capitanes del 25 de Abril plantan al Parlamento luso
La conmemoración en Portugal este 25 de abril del 40 aniversario de la Revolución de los Claveles mostró el clima de división que vive el país. Mientras el presidente de la República, el conservador Aníbal Cavaco Silva, pidió en el acto oficial celebrado en el Parlamento, al que no asistieron los militares del 25 de Abril, más responsabilidad a los partidos a la hora de sacra el país adelante, los protagonistas del golpe de Estado de 1974 censuraron en un acto paralelo celebrado en el Largo do Carmo el empobrecimiento del país tras el rescate y las políticas de austeridad dictadas por la troika.
Y es que la grave situación económica que atraviesa el país centro las intervenciones de ambos actos. "Es difícil entender que en una democracia consolidada, agentes políticos responsables no logren consensos sobre cuestiones esenciales para nuestro futuro", dijo Cavaco Silva. Aunque "la democracia no corre peligro", Cavaco Silva insistió en que 40 años después es el momento de que "los partidos asuman su responsabilidad en la construcción del futuro de Portugal".
El portavoz del PSD, partido de centro derecha en el poder, Luís Montenegro, defendió que los recortes aplicados se deben "a los desequilibrios presupuestarios y la asfixia financiera" de gobiernos anteriores. El líder de la oposición, el socialista António José Seguro, estableció mientras paralelismos entre la situación que se da hoy en el país y la situación previa al 25 de abril de 1974.
Mientras, en la calle, el presidente de la Asociación 25 de Abril y uno de los impulsores de la Revolución, el coronel Vasco Lourenço, pronunció un discurso en el que censuró la actitud del Ejecutivo de Passo Coelho. "O la política cambia urgentemente y se invierte el camino de la sumisión, la austeridad y el empobrecimiento del país, o este Gobierno tiene que ser apeado del poder", defendió. La concentración reunió a miles de personas y tuvo lugar en el Largo do Carmo, en Lisboa, frente al cuartel militar donde los soldados insurgentes lograron la rendición del líder del régimen, Marcello Caetano, sin derramamiento de sangre.
La Asociación 25 de Abril declinó la invitación de la presidenta del Parlamento, Assunçao Esteves, para acudir a los actos oficiales después de la negativa de ésta a permitir su intervención frente a los diputados. El líder socialista Mário Soares, antiguo primer ministro y jefe de Estado, prefirió acompañar a los militares en vez de acudir al hemiciclo.