Rusia ve el envío de bombas racimo a Ucrania como otra provocación de EEUU que acerca a otra guerra mundial
El embajador de Rusia en Estados Unidos, Anatoli Antonov, considera que la decisión de enviar bombas racimo a Ucrania es otra provocación estadounidense que "acerca a la humanidad a una nueva guerra mundial", informa Europa Press.
Antonov ha calificado la actuación de EEUU como un "gesto de desesperación" que, a su parecer, pone de manifiesto que el país norteamericano "y sus satélites se han dado cuenta de su impotencia". En este sentido, el representante de Rusia ha denunciado "la brutalidad y el cinismo" con que las autoridades estadounidenses han abordado "el tema de la entrega de armas letales a Kiev".
El embajador ruso ha señalado, en declaraciones a los medios de comunicación, que "las provocaciones estadounidenses están realmente fuera de escala" y que Washington está "tan obsesionado con la idea de derrotar a Rusia que no se da cuenta de la gravedad de sus acciones".
La injerencia de la potencia occidental "solo provoca más bajas y prolonga la agonía del régimen de Kiev", reza un comunicado compartido en el canal de Telegram de la Embajada rusa. Desde Rusia han denunciado, además, que Estados Unidos "ha ignorado las opiniones negativas de sus aliados sobre los peligros del uso indiscriminado de municiones racimo", del mismo modo que ha hecho "la vista gorda ante las bajas civiles".
No obstante, Antonov ha asegurado que "bombardear a la república con armas occidentales de ninguna manera obstaculizará el camino hacia los objetivos de la operación militar especial destinada a erradicar las amenazas de seguridad de la Federación Rusa, incluido el nazismo alimentado en Ucrania".
Una "transición" para conseguir más munición
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado que el compromiso para enviar bombas de racimo a Ucrania fue una "decisión difícil" pero necesaria, ya que las fuerzas ucranianas "se están quedando sin munición" y el armamento anunciado este viernes funciona como "transición", para ganar tiempo hasta conseguir nuevos proyectiles de artillería.
"Fue una decisión muy difícil para mí. La hablé con nuestros aliados, con nuestros amigos en el Congreso", ha explicado Biden en una entrevista para la cadena CNN, poco después de que varios departamentos de su Administración anunciasen lo que ya venían anticipando días algunos medios, pese a los recelos expresados por organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y por Naciones Unidas.
Las municiones de racimo prometidas por Washington son compatibles con las lanzaderas de proyectiles de 155 milímetros que ya tiene Ucrania, algo en lo que ha querido incidir Biden para hablar de lo que ha descrito como un "periodo de transición". En este sentido, ha señalado que no se trata de un compromiso "permanente", sino hasta conseguir otro tipo de proyectiles de artillería que puedan servir a las fuerzas ucranianas.
La Convención sobre Municiones de Racimo, un tratado internacional suscrito por más de un centenar de países, aboga por prohibir este modelo de armas por su impacto indiscriminado sobre la población civil. "No somos firmantes de este acuerdo, pero me llevó un tiempo convencerme de hacerlo", ha explicado el mandatario norteamericano, que ha dicho seguir la "recomendación" fijada por el Departamento de Defensa. "Lo principal es ver si (los ucranianos) tienen las armas para frenar ahora a los rusos (...) o no. Y creo que las necesitan", ha añadido, en línea con los argumentos expresados en las últimas horas por distintas voces de la Administración.
Biden ha dado este polémico paso antes de emprender rumbo a Europa, para una gira por varios países que estará marcada en gran medida por el contexto ucraniano y que tendrá como gran cita la cumbre de líderes de la OTAN en Lituania.
España en contra de las bombas de racimo
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha informado de que España "no comparte" y se posiciona "en contra" de la decisión de Estados Unidos de enviar bombas de racimo a las Fuerzas Armadas ucranianas.
"España, tiene un compromiso firme en que determinadas armas y bombas no se pueden entregar en ningún caso", ha aseverado Robles en declaraciones a los medios de comunicación en un acto del PSOE en Madrid.
Cuestionada por el polémico envío, pues se trata de una decisión que choca con los avisos de Naciones Unidas y que contraviene una convención internacional que prohíbe el uso de este tipo de armamento, la titular de Defensa ha subrayado la posición "clara y rotunda" de España en contra de esta acción.
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En este sentido, Robles, quien ha puntualizado que el envío de estas bombas es decisión de Estados Unidos y no de la OTAN, ha insistido en el apoyo "total y absoluto" del Gobierno de España a Ucrania, pero ha defendido que en la "legítima defensa no se utiliza unas bombas como son las bombas de racimo".
El Gobierno de EEUU confirmó ele viernes que entregará bombas de racimo a las Fuerzas Armadas ucranianas, una decisión que reconoce "difícil" pero que ha defendido alegando que ha sido consultada con los países aliados y que servirá a Ucrania para "defenderse" de la ofensiva iniciada por las tropas rusas en febrero de 2022.
El asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, ha anunciado un compromiso que choca con los avisos de Naciones Unidas y que contraviene una convención internacional que prohibe el uso de este tipo de armamento, de la que ni Estados Unidos ni Ucrania son parte. Entiende, de hecho, que los países firmantes de dicho tratado "no pueden apoyar formalmente" este paso.