LA NUEVA COMISIÓN EUROPEA
Vivienda, la cartera sin competencias de la próxima Comisión Europea
La Comisión Europea tendrá a partir de diciembre, si es confirmado por el Parlamento Europeo, un comisario de Vivienda y Energía. La cartera de Energía es clásica y sus competencias, aunque reducidas, están claras. La de Vivienda es nueva y es una concesión de la presidenta del Ejecutivo Europeo, Úrsula Von der Leyen, a los socialistas europeos, que la habían exigido. El nominado es el socialdemócrata danés Dan Jorgensen. Su carrera política es muy larga. En 2004, con apenas 29 años, fue elegido eurodiputado. Estuvo nueve años en Bruselas. Volvió a Dinamarca en 2013 tras ser nombrado ministro de Agricultura y Alimentación. En 2019 pasó a la cartera de Clima y Energía y en 2022 a la Cooperación al Desarrollo y Política Climática Global. Es un peso pesado de la socialdemocracia danesa, con experiencia en Energía y ninguna en Vivienda.
Dos formas de saber las competencias prácticas que tendrá como comisario son mirar qué direcciones generales de la Comisión Europea tendrá bajo su mando y la carta de misión de la presidenta Von der Leyen, una especie de programa político para cada comisario. En cuanto a dirección generales, Jorgensen sólo tendrá la Dirección General de Energía, porque no existe Dirección General de Vivienda.
Lo más llamativo es la carta de misión. Como los tratados no otorgan a las instituciones europeas ninguna competencia en Vivienda que no sean las relacionadas con Energía (eficiencia energética, por ejemplo), los pocos párrafos sobre Vivienda de la carta son un quiero y no puedo de ideas variadas que tocan sobre todo competencias nacionales.
La carta empieza diciendo que “millones de jóvenes y familias sufren para encontrar una vivienda asequible por toda Europa” y que la Comisión debe movilizarse para desbloquear “inversión pública y privada en vivienda sostenible y asequible”. Y empieza a concretar.
Jorgensen será responsable de “poner en pie el primer Plan Europeo de Vivienda Asequible”. Que consistirá en ofrecer “asistencia técnica” a ciudades y Estados miembro y se centrará en “inversiones y cualificaciones profesionales”. Como si uno de los principales problemas de la vivienda fuera técnico. Ese plan tendrá una “Estrategia Europea de Construcción de Vivienda”, que no significa que las instituciones europeas se vayan a poner a construirlas, sino que intentarán aprobar medidas que reduzcan el coste de la construcción y mejoren la cualificación de la fuerza laboral.
Teresa Ribera, número dos 'de facto' en Bruselas y con un poder que ningún comisario español ha tenido antes
Ver más
Tal vez la única idea, aunque en realidad no depende de la Comisión Europea sino del Banco Europeo de Inversiones, que desde enero dirige la española Nadia Calviño, es establecer “una plataforma pan-europea de inversiones” que atraiga financiación pública y privada para la construcción de vivienda asequible y sostenible. Es una indicación política a Calviño, y aunque el Banco Europeo de Inversiones tome sus decisiones de forma independiente, tendrá en cuenta ese mensaje.
La carta tiene algunos puntos sin mucho sentido, como decirle a Jorgensen que se apoye en el comisario de Cohesión y Reformas, el melonista italiano Raffaele Fitto, para “inyectar liquidez en el mercado de vivienda”, a la vez que, con la vicepresidenta de Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, para que como comisaria de Competencia las normas de Ayudas de Estado permitan a los gobiernos invertir en vivienda social. Como si ahora tuvieran alguna limitación en hacerlo.
Jorgensen también tendrá el mandato de poner sobre la mesa medidas contra los problemas que crean los alquileres vacacionales en los mercados de vivienda, pero la Comisión Europea no tiene ninguna competencia en la materia. Si un gobierno o incluso un ayuntamiento quiere limitarlos puede hacerlo sin permiso de Bruselas.