Aznar elogia a Casado, obvia a Rajoy y pide "desde ahora" el voto para el PP

El expresidente del Gobierno José María Aznar inauguró este sábado en la segunda jornada de la convención del PP una nueva forma de ser expresidente de los conservadores. O, al menos, un estilo que no se le recuerda en los últimos años, cuando cada intervención en un acto de partido, con Mariano Rajoy al frente, suponía una bronca a los suyos. Una lectura de cartilla en toda regla. Una regañina que encendía al marianismo por lo que consideraban una gran "deslealtad".marianismo

A Aznar, el PP de Casado, que fue estrecho colaborador suyo en Faes, le gusta. Le hace sentirse cómodo. Y no lo disimuló. Sin una sola mención a Rajoy, el hombre al que escogió para liderar el partido, se deshizo en elogios al nuevo jefe de los conservadores.

"Pablo Casado tuvo el coraje y el acierto de dar un paso al frente cuando el partido lo necesitaba, y sabemos que no dará un paso atrás", dijo. "Cada vez más españoles van a reconocer en Pablo Casado la mejor razón para encontrar de nuevo su sitio en esta gran casa común asentada sobre España y la libertad", añadió. Después coronaría la intervención calificándolo de "líder como un castillo".

"No sólo tenemos un gran presidente del PP. Tenemos un gran líder. Y un gran líder sin tutelas ni tutías —rememorando a Manuel Fraga—. Un líder como un castillo", subrayó. Y es que para Aznar, que suele rehuir de la adulación, Casado, "es mucho más listo y sabe mucho más de política" que él mismo. Un don que ha de acoplar a un escenario muy adverso. "Pablo: ninguno de tus antecesores lo tuvimos tan difícil y mira que fáciles las cosas no han sido casi nunca para el PP", le dijo [consulta aquí su intervención].

Para el expresidente, "España tiene planteado un desafío existencial". Y ha de responderse a ello "con los votos”.

"Los votos que España necesita para responder a este desafío son los votos que deben ir al PP y que desde ahora pido para el PP", dijo. Después sonaron los aplausos. No debería ser noticia que un expresidente del PP pida el voto para el PP. Pero en el caso de Aznar lo es. Él mismo lo quiso dejar claro antes de decir estas palabras con un "no quiero dejar nada a la interpretación". En julio, en pleno proceso de primarias para elegir al sucesor de Rajoy, llegó a decir que no recordaba si estaba al tanto del pago de las cuotas de militante.

En este contexto, los aznaristas vibraron con un discurso en el que vieron al expresidente "en su salsa". Y reconociéndose en "el PP de Casado". Otros dirigentes, que insisten en que Casado tiene toda la legitimidad que le dieron los votos de los compromisarios en el congreso del mes de julio, no acaban de comprender por qué se aplaude tanto a alguien que entra y sale del partido en función de si le gusta o no la persona que lo lidera.

Llamada a la unidad

Aznar piensa, a diferencia de otros sectores del PP, que Casado ha hecho un ejercicio de integración desde que llegó a la presidencia del PP. "Este partido se ha forjado en momentos muy difíciles pero no se ha construido sobre la derrota de nadie. Y si alguna vez, alguien ha tenido la tentación de actuar de otra manera, el resultado ha sido el error y el fracaso. Nada que merezca la pena se puede construir contando derrotados sino contando amigos y aliados. Nada que merezca la pena se ha hecho restando sino sumando", manifestó.

En una semana en la que el PP ha logrado sumar la Junta de Andalucía a sus gobiernos autonómicos, el expresidente defendió que el PP "es el seguro del cambio". "Sólo el PP y un PP fuerte garantiza el cambio. No un cambio de tal vez sí o tal vez no", valoró. "Abramos aún más las puertas de esa casa común porque esa es la identidad del Partido Popular; es lo que quisimos que fuera y lo que sigue siendo", demandó.

Pero no quiso demonizar a Vox. Y pidió al PP escuchar a quienes, "en tiempos inciertos, creen en su país y confían en su capacidad. Hombres y mujeres que contribuyen con su trabajo y sus impuestos; que se esfuerzan por llevar adelante su proyecto personal y familiar; ciudadanos que todos los días escriben la historia que importa en una Nación, la historia que importa de España".

"A todos ellos los tenemos que escuchar. Con atención, con humildad, con respeto. Estoy seguro que nos dicen cosas que necesitamos oír, aunque algunas no nos gusten. Es más, tenemos que escuchar, sobre todo, esas. Porque sólo si los escuchamos podremos hacer las cosas mejor. Sólo si los escuchamos, nosotros podremos pedirles que nos escuchen", sentenció.

El voto "de la esperanza y el patriotismo"

En un momento en el que el PP se debate sobre cómo hacer frente al partido ultraderechista liderado por Santiago Abascal, un exmilitante del PP, Aznar abogó por no pedir "el voto del miedo". "El voto que ha de pedir el PP es el voto de la esperanza y del patriotismo", advirtió.

Aznar defendió que los socialistas destituyeron a su secretario general "porque según decían ellos -insisto, lo decían ellos- su secretario general buscaba pactos con los que querían romper España". Este mismo ánimo, dijo, debe animar al PP a echar a Pedro Sánchez del Gobierno.

"Por las mismas razones que los socialistas lo hicieron, exactamente por las mismas razones, hoy, aquel secretario general tiene que ser destituido democráticamente por los ciudadanos en las urnas. Yo hago mías las razones que llevaron a los socialistas a destituir a quien hoy es presidente del Gobierno", afirmó.

Casado se queda sin una foto a tres

La dirección del Partido Popular intentó que Aznar y Rajoy compartieran jornada. Para Pablo Casado habría sido bueno lograr la foto con sus dos antecesores. Pero las diferencias entre ambos expresidentes del PP y del Gobierno lo hicieron imposible.

Pero quedaron otras fotos que no hay que despreciar. La de José María Aznar sentado en primera fila de un acto del PP tiene mucho mensaje de hacia dónde camina el partido y de la nueva etapa que se abrió tras la llegada de Pablo Casado a su Presidencia tras el congreso extraordinario de finales del pasado julio.

José María Aznar decidió romper con el PP de Rajoy en diciembre de 2016, renunciando a seguir ostentando la presidencia de honor. Meses antes, en octubre, Faes, su fundación, también rompía lazos con el PP. Fue un divorcio en dos fases.

Ahora, tras la llegada de Casado, ha decidido hacer borrón y cuenta nueva. Fue uno de los primeros en acudir al despacho de Génova del nuevo líder después de que este venciera a Soraya Sáenz de Santamaría en el congreso. Y no ha ocultado que con este PP sí se siente cómodo.

De hecho, en una clara crítica al legado de Rajoy no ha desaprovechado la oportunidad que le ha dado la promoción de su último libro para lamentar haber dejado a Rajoy el centroderecha unido y que Casado haya heredado este espacio ideológico partido en tres.

Un día antes, Rajoy había ocupado el mismo escenario. Pero con un formato diferente. Escogió una especie de conversación con su amiga Ana Pastor, presidenta del Congreso. 

A Aznar, que optó por el formato discurso, le presentó Antonio López-Istúriz, secretario general del PP Europeo. López-Istúriz hizo un repaso de los gobiernos de Aznar, que supusieron "un antes y después de la historia" de España. "Trabajo, responsabilidad y liderazgo" esa es, según el número dos del PPE, la receta de Aznar. Un hombre, con "una profunda pasión por España y por los españoles".

El PP busca nuevas banderas electorales para evitar que Cs y Vox le lleven la delantera

Ver más

El turno del presidente Casado

El presidente del PP, que no se ha movido del pabellón 1 de Ifema en los días en los que se ha celebrado esta convención, clausura este domingo el cónclave. Si en el su discurso del congreso de julio trasladó a su auditoria su idea del PP, ahora se centrará, señalan fuentes de la dirección del PP, en su idea de España.

Compartirán jornada con él el presidente de Nuevas Generaciones, Diego Gago. El presidente del PP de Madrid, Pío García-Escudero, y el presidente del Partido Popular andaluz, Juanma Moreno. Este último llega a Madrid recién proclamado presidente autonómico.