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Begoña Gómez cambia de estrategia en un caso con mil frentes abiertos que se van desinflando

Entiendo perfectamente a la gente que no va a votar. Sé que esto a veces es tremendamente impopular cuando lo defiendo, porque muchas veces la gente que decide no pasarse por el colegio electoral es la que más necesita que la política la proteja, pero la realidad es que es muy razonable no querer colaborar con quien te abandona.

Ya sé que la abstención de las personas más pobres de la sociedad puede tener consecuencias mucho peores para ellos que para cualquier otro (nadie pagará más las consecuencias del deterioro de los servicios públicos que ellos y ellas), pero lo cierto es que sentir que los políticos no trabajan para ti cuando vives, por ejemplo, en el extrarradio de una gran ciudad, es simple y llanamente lo normal. Cuando ves, además, que las personas que se presentan a las elecciones no hablan como tú, no provienen de donde saliste tú o directamente te hablan con paternalismo y condescendencia cada cuatro años, no dan ganas de participar de su circo. ¿No me hacéis ver que no soy nada? Pues nada seré.

Hay gente, y ocurre sobre todo en la izquierda, que no vota por imperativo moral. Que considera que nadie es merecedor de su voto porque para ellos los partidos deben ser un taxi que les deje en la puerta y no un autobús que les pare cerca de casa

Ahora bien, hay otra gente, y ocurre sobre todo en la izquierda, que no vota por imperativo moral. Que considera que nadie es merecedor de su voto porque para ellos los partidos deben ser un taxi que les deje en la puerta y no un autobús que les pare cerca de casa. Porque siempre encuentran una excusa para no hacerlo. Porque, en el fondo, ejercen su privilegio de no votar. Otros, en cambio, "pasan" de los políticos aunque lleven años cobrando el salario mínimo y hayan visto sus ingresos, el dinero que entra cada mes en su nómina, subir exponencialmente estos últimos años. Esos, lo siento, no tienen perdón

Y luego están quienes no tienen en cuenta la aritmética electoral a la hora de votar. Les voy a dar una noticia: si quieren que la derecha no gobierne en la Comunidad Valenciana, los sondeos dicen que lo mejor que pueden hacer es votar a UP para que repita Ximo Puig. Si desean que la alcaldesa de Madrid sea Rita Maestre o Reyes Maroto, o simplemente que no sea Martínez Almeida, quizá lo que tengan que hacer sea votar a UP. Si se consuelan con el mal menor de que al menos Isabel Díaz Ayuso no gane con mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid, lo más sensato que pueden hacer es votar a UP. Y quizá no les guste, o quizá no sea el taxi que les deje en la puerta, pero votar a veces tiene que dejar de ser un sentimiento para ser un ladrillo en una pared. En estos casos, ya lo siento, no ir a votar no debería ser una opción.

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