...'True Love'

¡Mira, una serie protagonizada por personas de setenta y tantos, piensa un deseo! La ficción a la que me refiero se llama True Love y a ti que me lees, te la recomiendo con todo mi amor verdadero.

Claro, al ver ese título, es probable que sientas un ligero temor, que pienses que trato de venderte uno esos pasteles audiovisuales que provocan picos de insulina. No, nada más lejos. Esta historia británica tiene de dulce lo justito, a lo sumo una pizca que al mezclarse con el amargor y la acidez del relato, logra un sabor que no se parece a casi nada que hayamos probado antes. 

¿Y va de amor? Pues sí, de amor en planos muy diversos, incluso de ese amor que cada uno de nosotros siente por sí mismo, por vivir la vida que deseamos. Pero no estoy yo aquí para hacer eso que ahora nos ha dado por llamar “spoiler”, lo de reventar películas, de toda la vida de Dios… En realidad lo que quiero es compartir contigo el gustazo que siento al ver un grupo de personas que ya han cumplido los setenta en un cartel.

Los protagonistas de esta serie no son “personas mayores”; son mujeres, hombres, con sus años, los que tienen y sus vidas, las que viven. Nada de personajes secundarios, de esos que solo aparecen en el libreto para ayudar a contar la vida de los importantes, los otros, los jóvenes

Los protagonistas de esta serie no son “personas mayores”; son mujeres, hombres, con sus años, los que tienen y sus vidas, las que viven. Nada de personajes secundarios, de esos que solo aparecen en el libreto para ayudar a contar la vida de los importantes, los otros, los jóvenes. No, aquí las importantes son ellas, son ellos, lo que sienten, lo que hacen, lo que les sucede. Y les suceden unas cosas…

True Love me gusta porque toca un asunto como la eutanasia con valentía, porque está bien contada, bien interpretada y bien dirigida. Pero me gusta también por lo que provoca, porque no nos suscita el deseo de mirarla desde la condescendencia, esa que se nos escapa cuando nos referimos a quienes están en el último tramo del juego. En el juicio a los personajes de True Love somos tan compasivos o tan duros como lo seríamos si tuvieran treinta, cuarenta o cincuenta años…

¿Parece absurdo darle tanto bombo a una obviedad, verdad? ¿Por qué íbamos a ver con otra mirada una historia de personas que ya tienen “una edad”? Pues porque lo hacemos a menudo, la realidad es tozuda y la ficción imita a la realidad, en el edadismo también.

En las últimas semanas, dos actrices que han sido aplaudidas y premiadas por su trabajo en dos de las películas más exitosas de la temporada, Enma Vilarasau y Demi Moore, han subrayado cuán importante y necesario es que se escriban papeles protagonistas para mujeres de su edad. Y tienen razón. La fauna humana es diversa también en número de años cumplidos y cualquier borrado nos desdibuja a todos como sociedad y como especie. 

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