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Educación infantil, cuando todo empieza

Agustín Moreno

Si hay un tema que goza de un alto consenso social, es la importancia de la educación infantil. Es el período en el que se forma el cerebro del niño. De ahí surgirán el desarrollo de sus sentidos, de su motricidad, de su afectividad, de su sociabilidad y sus equilibrios. Según han demostrado las investigaciones de la neuropsicología, a esa edad se forman cientos de nuevas conexiones neuronales por segundo, que son la base del desarrollo y del aprendizaje. Como decía el psicólogo Ajuriaguerra: “desde los tres años, gerontología”.

No se puede dejar de educar a los niños y niñas en una etapa tan crucial y no se puede dejar solas a las familias en esta tarea. La etapa es un fin en sí misma, no es la preparación para la etapa escolar ni una cuestión  de conciliación. Son los cimientos del niño y de la niña. Tanto que, como decía una madre, la educación infantil es donde y cuando todo empieza. Modelar cerebro es modelar futuro. 

La educación infantil es una medida esencial para la equidad. Para James Heckman, premio Nobel de Economía, la educación infantil de calidad a niños desfavorecidos reduce la desigualdad e incrementa la productividad en el futuro. Afirma que es la inversión más potente en términos de rentabilidad

Lo prioritario es crear escuelas y plazas públicas suficientes para que puedan acceder todas las familias, especialmente las más necesitadas, porque el barrio y la familia no pueden condicionar la igualdad de oportunidades

Por ello la LOMLOE asume su importancia y propone los requisitos mínimos para asegurar su carácter educativo (currículo, ratios, titulaciones, espacios, coordinación entre ciclos y con Primaria); un Plan de ocho años para extender el ciclo 0-3 incrementando la oferta de plazas pública priorizando las situaciones de vulnerabilidad.

El gran problema es que la educación de 0-3 años escolariza a menos de la mitad de los niños de esa edad. En la Comunidad de Madrid (CAM), solo al 37,48% en 2019. De 239.855 niños/as de 0-3, escolariza a 92.782. Se necesitarían crear 154.737 plazas en ese rango de edad para todos los que potencialmente lo necesitan. Para ello hay que crear plazas públicas de calidad y gratuitas.

Lo prioritario es crear escuelas y plazas públicas suficientes para que puedan acceder todas las familias, especialmente las más necesitadas, porque el barrio y la familia no pueden condicionar la igualdad de oportunidades. Hay que suprimir las barreras que impiden que muchas de estas familias accedan al uso del derecho. Entre ellas, las barreras económicas por el coste inasumible y las escasas ayudas; barreras burocráticas, de información y comunicación; barreras organizativas derivadas de un modelo complejo que no se adecúa a todas las familias; y barreras culturales que llevan a rechazar la escolarización por preferencias basadas en las costumbres. Y la clave es la calidad educativa. No basta que las cosas sean gratis, tienen que ser buenas y no un aparcamiento de niños. 

La única gratuidad real es la de las escuelas públicas. En Madrid, la educación infantil en centros públicos es gratuita (excepto el comedor y las ampliaciones de horarios antes de las 9 y después de las 16 horas) y es lo que hace que la educación sea universal para todos. El cheque escolar financia a los ricos cuando el objetivo tiene que ser la equidad y refuerza la estrategia de privatización desde la educación infantil hasta la Universidad. 

Desde la Unión Europea se ha puesto en marcha un programa de creación de plazas de educación infantil públicas. La condición para financiadas con fondos europeos es que esas plazas sean accesibles, asequibles, inclusivas, de alta calidad y atiendan a familias vulnerables. El Partido Popular, contrario a todo lo que sea público, amenazó con no participar en dicho programa. Pero ello suponía la pérdida de importantes recursos (123 millones en Andalucía, 53,6 en Madrid, etc.). Finalmente ha accedido a rastras a participar y ha tomado decisiones para cumplir con las plazas públicas que debe crear.

Por un lado, la Consejería de Educación impone el desmantelamiento del ciclo 0-6 en las escuelas infantiles públicas de la Comunidad de Madrid al dejarlas reducidas al 0-3 para cumplir con la creación de plazas y recibir los millones. Se quiere mutilar a escuelas de muy alta calidad y reconocidas por numerosos premios nacionales e internacionales. La medida es un error pedagógico al romper la coherencia del ciclo 0-6 como recomiendan todos los expertos. Se impone en contra de la voluntad unánime de las familias, de las educadoras y de los equipos directivos y de Atención Temprana ¿Dónde está la cacareada libertad de elección? ¿Por qué se prohíbe únicamente a estas escuelas la etapa 0-6 y se permite en las privadas, concertadas y CEIPs? Es puro autoritarismo y desprecio a la comunidad escolar y a las formas democráticas. Ello ha llevado a CCOO a recurrir la medida en los tribunales por considerarla contraria al artículo 27.5 de la Constitución que obliga a una participación efectiva de la comunidad educativa.

Por otro, la Consejería ha decidido crear plazas de 0 a 3 años en los colegios de infantil y primaria públicos (CEIPs). Para el próximo curso, serán 1.753 plazas en 46 colegios. En tres años, se deberán haber creado un total de 5.259 plazas públicas nuevas para recibir los 53.5 millones de euros, sin duda una buena noticia.

Es positivo que se creen plazas públicas de infantil, pero hay que asegurar la calidad del ciclo 0-3 en los CEIPs. Ello pasa por abordar tres ejes fundamentales: la adecuación de los espacios y materiales; las ratios y el profesorado, su contratación y formación; las familias y su participación. Es importante bajar las ratios que en la CAM son más altas que en el Ayuntamiento de Madrid o en Cataluña: en 1, 2 y 3 años son de 8/14/y 20 niños, frente a 6/10/15 en Cataluña y 4/6,5/8 en el Ayuntamiento de Madrid; aumentar el personal e introducir la pareja educativa; subir los bajos salarios y reducir la temporalidad que llega al 70% en ocasiones; más formación de los equipos; convocatoria de oposiciones con una amplia oferta pública de empleo. El 0-3 debe formar parte de un Proyecto Integrado de 0 a 12 años. Ese es el reto y ello exige la negociación con la comunidad educativa en los ámbitos establecidos, abandonar el oscurantismo y la falta de información que se ha mantenido hasta ahora.

En resumen, es fundamental tener conciencia ciudadana de la importancia de este tramo educativo. Todo niño y niña tiene derecho a una buena educación pública desde su nacimiento y nadie debe quedar excluido. La educación debe de ser respetuosa, cuidadosa, sana, cálida, libre, feliz y digna. Los niños no son objetos a guardar, sino personas a educar. La educación infantil es nuestro futuro.

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Agustín Moreno es diputado de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid

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