Fusión nuclear: la gran esperanza cada vez más cercana
La Ciencia constituye el principal apoyo y baluarte para el desarrollo social, económico y sanitario del ser humano y los ocho mil millones de personas que habitamos actualmente la Aldea global. A través de cientos de disciplinas y subdisciplinas científicas y los más de ocho millones y medio de investigadores a tiempo completo y varios millones más que investigan a tiempo parcial en universidades e instituciones públicas y privadas, podemos ver los miles de avances científicos que acaecen diariamente, y que hacen que el conocimiento de la naturaleza y los seres vivos avance en los últimos años con un progreso realmente 'exponencial', frente a la progresión lineal y 'aritmética' que había experimentado durante muchas décadas.
Dentro de este variado universo de progreso científico y por tanto esperanzador para nuestra sociedad presente y futura, nos vamos a referir en estas líneas a uno de los avances científicos que sin duda van a ser más trascendentales para la humanidad en estas próximas décadas, y cuyos efectos van a perdurar durante muchos siglos. Nos referimos a la 'fusión nuclear', como una fuente de energía ilimitada, limpia, segura, y casi gratuita.
Gracias a Einstein y otros científicos, la humanidad conoce el potencial y las características de la energía a través de la masa y los componentes atómicos de la misma. Actualmente se conocen dos grandes fuentes de energía, partiendo de operaciones a nivel de átomos. Se trata, por una parte, de la 'fisión nuclear', por la que se crean grandes cantidades de energía a través de la división de un átomo pesado en átomos más ligeros, lo que genera esas ingentes cantidades de energía. Esta energía es la que se viene desarrollando y utilizando desde hace décadas a través de las correspondientes centrales nucleares, habiendo en la actualidad cientos de estas centrales en el mundo. Esta energía tiene una serie de pros y de contras ya que, aunque resulta actualmente imprescindible su generación en el mundo dada la situación actual de penurias y de conflictos en relación con otras formas de energía carbonadas y contaminantes, no deja de generar ciertos debates que giran básicamente en torno a los riesgos de seguridad de este tipo de energía.
Frente a esta energía convencional de ''fisión nuclear', hemos de hacer referencia ahora a la 'fusión nuclear', la cual se lleva investigando y experimentando desde hace varias décadas, considerándose como la energía inequívoca del futuro, y cuyo ritmo de progreso ha sido hasta ahora bastante lento, si bien es cierto que en estos últimos años se han dado avances muy importantes que hacen que las esperanzas que venimos teniendo en esta fuente de energía desde hace mucho tiempo, se vean cada vez más cercanas en su cumplimiento y satisfacción, y ello en función de los muy diversos frentes y ejes de progreso científico que se han dado en estos últimos años en torno a la misma.
Dado que el hidrógeno es un elemento disponible de forma ilimitada en la naturaleza, el acceso a esa fuente de energía limpia e inagotable va a depender así de la culminación de esas investigaciones que se están desarrollando de forma masiva en el mundo
Gracias a los miles de científicos que en todos los continentes de este planeta se están dedicando a su investigación y desarrollo, podemos así tener esperanzas de que en muy escasas décadas, quizá una o dos, esta fuente de energía pueda ser finalmente viable a un nivel práctico y de amplia utilidad social, la cual resolvería o al menos limitaría una gran cantidad de problemas que tiene actualmente la humanidad: el desarrollo de un transporte no contaminante, la utilización de energía limpia en los hogares, industrias, instalaciones rurales, etc., los problemas de la escasez de agua existente en la mayor parte de la superficie de este planeta, etc., etc. se podrían afrontar a través de esta energía con un nivel de éxito y eficacia hasta ahora impensable.
Recordemos que con la fusión nuclear se trata de emular el proceso que se vienen dando de forma permanente y masiva desde hace millones de años en el Sol, y que consiste básicamente en la fusión de átomos de hidrógeno, produciéndose en esta reacción, por una parte, helio, y por otra y de forma instantánea unas cantidades ingentes de energía. Dado que el hidrógeno es un elemento disponible de forma ilimitada en la naturaleza, el acceso a esa fuente de energía limpia e inagotable va a depender así de la culminación de esas investigaciones que se están desarrollando de forma masiva en el mundo.
Hemos de recordar igualmente que estas investigaciones sobre la fusión nuclear tienen varios 'frentes' o 'vías' de investigación. Por una parte, podemos hacer referencia a los sistemas de 'confinamiento magnético', que tratan de conseguir esa fusión de átomos mediante la obtención de un 'plasma': un estado extremo de la materia necesario para la fusión, y ello a través de unas instalaciones realmente gigantescas, como es el caso del ITER, super reactor situado en la localidad francesa de Cadarache en el que desde hace bastantes años se llevan a cabo investigaciones y experimentos con el apoyo de los 35 países que vienen financiando este gigantesco proyecto internacional. Existe igualmente un proyecto (JET) en Gran Bretaña, que ha logrado la fusión (en febrero de 2022), de dos formas de hidrógeno con la consiguiente obtención de energía. También se viene experimentando este sistema de fusión nuclear a través de reactores más pequeños e intensos, como son los del MIT norteamericano.
Existe, por otra parte, una línea diferente de investigaciones en torno a la fusión nuclear, como es la del 'confinamiento inercial', que trata de llegar a esa fusión nuclear a través de la utilización de intensos rayos láser, que bombardean un elemento o cápsula diminuta, de tritio y deuterio, con el fin de lograr por esta vía una fusión de los núcleos atómicos, liberando así más energía de la que se utiliza para iniciar la reacción. Sobre esta técnica cabe destacar que recientemente, primero, en diciembre de 2022, y después en agosto de 2023, los investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore (en el que se encuentra el láser más potente del mundo) han logrado una reacción que ha producido más energía de la que se ha inyectado en el proceso, lo cual viene abrir una puerta más, esperanzadora a la vez que bastante inmediata, para llegar a conseguir el sueño de esta fuente de energía limpia e ilimitada.
Por otra parte, y teniendo en cuenta estas perspectivas realistas y no muy lejanas de éxito en las investigaciones, sería necesario intensificar a nivel mundial los recursos físicos, tecnológicos y humanos para acelerar en lo posible la consecución de este hito histórico, sabiendo que no se trata de una 'aventura' científica que podría o no dar resultados, sino que se trata de hechos científicos contrastados. Pensamos, además, que se podría ir avanzando en paralelo, en muchos ámbitos de la física, química, ciencias agrarias, diseños y tecnologías industriales, etc., de cara a ir planificando estratégicamente la implementación efectiva de esta nueva fuente de energía, de forma que se posibilite el acceso y el disfrute de la misma lo antes posible a los seres humanos, que en una proporción demasiado alta necesitan imperiosamente resolver el problema de la energía, el agua, la alimentación, etc.
Esperemos, en definitiva, que la comunidad política internacional apoye, motive e incentive económicamente esta última etapa final hacia la viabilidad efectiva de la fusión nuclear. Y todos los miembros de la sociedad civil, el mundo académico, etc. tenemos igualmente la responsabilidad de impulsar este proceso a través de lo que cada uno pueda colaborar, investigar, escribir, etc. Se trata de un 'desafío global y urgente' para nuestra sociedad.
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Jesús Lizcano Álvarez es Catedrático de la Universidad Autónoma de Madrid, académico de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras, cofundador y expresidente de Transparencia Internacional España y director de la revista Encuentros Multidisciplinares.