Crisis del coronavirus

Ayuso gasta 18 millones de más en mascarillas no recomendadas que ninguna otra comunidad reparte entre su población

Vista de las mascarillas KN95 que la Comunidad de Madrid distribuye en las farmacias a partir de este lunes.

No fueron los supermercados o los pequeños comercios los que amanecieron este lunes con largas colas a sus puertas. Al menos, no en la Comunidad de Madrid. Allí fueron las farmacias las que levantaron el cierre y vieron a multitud de personas, separadas siempre por la distancia de seguridad, aguardando para entrar. Todas ellas esperaban para recoger la mascarilla FFP2 que la Comunidad de Madrid ha prometido a cada madrileño y madrileña. Desde este lunes y durante los próximos 15 días bastará con presentar la tarjeta sanitaria —o el DNI o NIE para los mutualistas— para llevársela. No costará nada y podrán hacerlo en cualquiera de las 2.882 farmacias de la región. Por ahora hay siete millones disponibles, una para cada ciudadano, pero el Gobierno autónomico ha informado de que ha comprado, en total, 14 millones de mascarillas. Todo por un precio de 32 millones de euros, según una nota emitida por el propio Ejecutivo de la conservadora Isabel Díaz Ayuso. Cada unidad, por tanto, ha costado alrededor de 2,28 euros

Fue la propia presidenta regional la que lo anunció en su cuenta personal de Twitter el pasado viernes. "Madrid recibirá 7 millones de mascarillas en 3 aviones a lo largo del fin de semana. Se repartirán por todas las farmacias para que los madrileños puedan recogerlas el lunes con la tarjeta sanitaria o DNI", aseguró. Habían pasado apenas 24 horas desde la dimisión de su directora general de Salud Pública, Yolanda Fuentes, tras la polémica por la decisión de la Comunidad de solicitar al Ministerio de Sanidad entrar en la fase 1 de la desescalada. Fuentes no compartía la decisión de pedirlo y preferió apartarse.

Y entonces, un día después, surgió una nueva polémica. La noticia de la conservadora no convenció —ni convence— a los expertos, que aseguran que ese tipo de mascarillas no deben ser empleadas por la población en general sino que deben reservarse para el personal sanitario. "No son las mascarillas adecuadas", señala, tajante, el secretario general de la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), Julián Ezquerra, en declaraciones a infoLibre. Pero no es el único. Sociedades de Medicina del Trabajo consideran "inadecuada" la medida y los jefes de Medicina Preventiva han asegurado que su reparto generalizado "no se sustenta en evidencia científica". 

¿Cuáles son, entonces, las mascarillas apropiadas? "A la población en general le es suficiente con una mascarilla tipo quirúrgica", señala Ezquerra. Son las más extendidas y, además, las que tienen un precio más económico. De hecho, si Ayuso hubiera comprado este tipo de mascarillas, más recomendables por los expertos para la ciudadanía en general, se habría podido ahorrar unos 18,5 millones de euros

El pasado 21 de abril, la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos fijó el importe máximo de venta al público de las mascarillas quirúrgicas en 0,96 euros. Se pretendía, de este modo, acabar con el aumento desproporcionado en el precio de estos productos provocado por el desabastecimiento. "El objetivo es que no se produzcan abusos", aseguró el propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, al dar la noticia. Desde entonces, tal y como confirma a este diario Rosalía Gonzalo, vocal de dermofarmacia y de productos sanitarios del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Madrid (COFM), los boticarios compran estos productos en el mercado mayorista a un precio inferior. Si no, venderían a pérdidas, que es lo que tuvieron que hacer con la remesa de mascarillas que compraron justo antes de que el Ejecutivo fijara el precio máximo. "Ahora compramos a los proveedores por menos de 0,96 euros. No podemos vender por debajo del coste", señala Gonzalo. 

La Comunidad, por tanto, podría haber adquirido mascarillas quirúrgicas, como mucho, a 0,96 euros a un proveedor externo. Un total de 14 millones de mascarillas a ese precio habrían supuesto al Ejecutivo 13,44 millones, más de 18 millones menos de los 32 que ha invertido en comprar las FFP2 que no recomiendan para los ciudadanos de a pie ni los médicos, ni la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y que además no reparten otros Gobierno regionales que también han puesto en marcha una iniciativa similar a la de Ayuso. 

Varios ciudadanos hacen cola delante de una farmacia, durante la primera jornada de reparto de mascarillas, este lunes, en Alcalá de Henares, Madrid. | EFE

"Faltan en los hospitales, en los centros de salud y en las residencias"

Las críticas al reparto de este tipo de mascarillas han sido una constante durante el fin de semana. Por eso Ayuso quiso defenderse. En una entrevista en Onda Cero recogida por Europa Press, la líder del Gobierno autonómico afirmó que la mascarilla que desde este lunes pueden recoger los madrileños "protege en exceso". Según añadió, evita no solo que se propague el virus, sino también que la persona que la lleve contagie. "Yo quiero lo mejor para los ciudadanos y quiero que tengan una, que las prueben", dijo. Y aseguró a continuación que tienen un uso de 48 horas consecutivas, por lo que pueden durar "tres, cuatro o cinco días".

Sin embargo, las fuentes consultadas por infoLibre rechazan su uso. Al menos, entre la población en general. Y más teniendo en cuenta que los sanitarios, los que realmente necesitan este tipo de mascarillas, en algunos casos carecen de ellas. "Este tipo de mascarillas las necesitan los profesionales y a ellos se les están entregando con cuentagotas y de manera rácana. Hay una entrega muy, muy reducida, así que es un contrasentido que se repartan a la población en general cuando los profesionales, que son los que las deberían tener, no las tienen", critica Ezquerra. 

Jesús García, secretario de Acción Sindical del Sindicato de Enfermería Satse en Madrid, opina igual. "La prioridad son los sanitarios. Hay centros en los que tenemos dificultades con las mascarillas, los gorros y las calzas y la verdad es que nos sentimos bastante maltratados y poco cuidados", denuncia. "La prioridad son los que están en primera línea", sentencia.

Y en ello coincide también Alda Recas, presidenta de la Asociación Madrileña de Enfermería (AME). Según denuncia desde el otro lado del teléfono, la mascarilla FFP2 "no está indicada para la población general, sino que lo está para aquellos profesionales que tienen contacto directo y muy cercano con un posible paciente con covid-19". "Estas mascarillas faltan en los hospitales, en los centros de salud y en las residencias. Nos piden que optimicemos el material porque no hay, pero Ayuso se salta todas las evidencias científicas y decide darle a la población una mascarilla que no está indicada para ellos", critica. 

Pero, ¿por qué no lo está? Según todas las fuentes consultadas, se trata de una mascarilla mucho más incómoda y que genera la necesidad de tocarse la cara en quien la lleva puesta. "Además, te hace respirar mucho más tu propio aire, así que la gente que tenga problemas respiratorios acaba mucho más agotada", concluye Recas. 

La Asociación Española de Especialistas en Medicina del Trabajo, por su parte, emitió un comunicado este mismo lunes alertando de que las mascarillas FFP2, "si se utilizan de forma continuada tienen riesgo de contaminación y podrían ser un elemento de transmisión del virus". Y es más, "recomendarlas a la población general carece de evidencia científica" y "es contradictorio con las recomendaciones de las autoridades sanitarias nacionales e internacionales". 

Ni Consumo ni la OMS

Y es cierto, puesto que ni la guía elaborada por el Ministerio de Consumo ni la OMS han recomendado el uso generalizado de este tipo de protección en ningún momento. Según la institución liderada por Alberto Garzón, las mascarillas FFP2, de tipo EPI [equipo de protección individual], están indicadas para "quienes cuiden o estén en contacto con personas sintomáticas o positivos por covid-19". "También pueden estar recomendadas para grupos vulnerables por indicación médica", añade Consumo. Pero nada más. Para las personas sanas, continúa el documento, las apropiadas son las higiénicas; y para las sintomáticas o positivas asintomáticas, las quirúrgicas. 

Por su parte, la OMS sigue recogiendo en su página web que los ciudadanos sanos solo deben usar la mascarilla respiratoria en caso de tener contacto con contagiados o sospechosos de estar contagiados por covid-19. El 6 de abril, no obstante, la institución publicó un documento en el que daba más detalles y en el que, además, quisieron hacer hincapié "en que es crucial destinar las mascarillas médicas y las mascarillas autofiltrantes de manera prioritaria a los profesionales sanitarios", justo lo que reclaman los expertos y las organizaciones profesionales a Ayuso. 

Pero además, también hay que destacar que Ayuso es la única presidenta autonómica que ha repartido este tipo de mascarillas entre sus ciudadanos. Otras comunidades autónomas también decidieron poner en marcha una actuación similar, pero siempre con mascarillas quirúrgicas. Es el ejemplo de Cataluña, que también inició hace algunos meses el reparto de otros 14 millones de mascarillas compradas por la Generalitat a 0,76 euros cada una. O el de la Comunitat Valenciana, que repartió 3,6 millones entre los mayores y las personas pertenecientes a colectivos de riesgo. O el de Galicia, que invirtió un millón de euros en repartir 2,2 millones de mascarillas quirúrgicas entre las personas con menos recursos. 

¿Dónde y quién deberá llevar mascarilla de forma obligatoria a partir de este jueves?

¿Dónde y quién deberá llevar mascarilla de forma obligatoria a partir de este jueves?

El tipo era diferente, y los números también. Pero las mascarillas repartidas por el también conservador Alberto Núñez Feijóo tienen algo en común con las ofrecidas por Ayuso. Tanto una como otra iban plastificadas con publicidad institucional del Gobierno regional, algo que las fuentes consultadas por infoLibre han calificado sin ningún titubeo de operación de "márketing". "Cuando se reparte una mascarilla que va con la bandera, lo que se traslada a la población es que es la Comunidad de Madrid la que las está poniendo a su disposición. Es un mensaje subliminal evidente. Es lícito, pero poco ético", subraya Ezquerra. 

Recas coincide. "Esto es un intento más de lavar su cara, un intento de decir que podemos pasar a la fase 1, cuando su propia directora de Salud Pública decía que no teníamos material. No tenemos material y ella decide entregar el material no indicado con una banderita a la población. Es de locos", sentencia. 

Una trabajadora prepara las mascarillas que se repartirán gratuitamente entre los ciudadanos, este lunes, en una farmacia de Alcalá de Henares, Madrid. | EFE

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