El camino a ninguna parte de Feijóo: ni siquiera los suyos creen que tenga posibilidad alguna de gobernar

El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, este martes en la Catedral de Santiago.

En el PP todo el mundo es consciente de que se trata de una representación. Los contactos que su candidato, Alberto Núñez Feijóo, quiere realizar con PSOE, Vox y otros partidos con vistas a una hipotética investidura no conducen a ningún sitio: el apoyo de la extrema derecha no alcanza y el de los socialistas ya sabe que no lo tiene. 

“Acabo de recibir un mandato de las urnas de intentar conformar una mayoría estable para que haya un gobierno en España y no un desgobierno”, declaró este martes en Santiago de Compostela, donde viajó para participar como invitado en la tradicional ofrenda al Apóstol.

El candidato del PP sigue hablando de Coalición Canaria y de Vox, pero el único que aritméticamente le puede dar la investidura es el PSOE, con el que planea hablar la semana que viene, una vez que el recuento de los votos de los españoles que viven en el exterior, que se llevará a cabo el viernes, haya despejado las dudas que existen sobre la adjudicación de entre uno y tres escaños en diferentes provincias. 

El juego de mayorías en el Congreso está en este momento así: 171 escaños para la derecha (PP, Vox, CC y UPN), 172 para la izquierda (PSOE, Sumar, ERC, EH Bildu, PNV y BNG) y 7 para Junts. En Génova creen que pueden conseguir tres escaños más a costa del PSOE, Junts y Vox gracias al voto exterior, lo que dejaría el balance en 173 de la derecha frente a 171 de la izquierda, por seis de Junts. 

Otros cálculos, en cambio, hablan de sólo dos escaños en juego. Serían en otras demarcaciones en las que hay un peso importante del voto exterior y en las que es el PSOE el que podría ganar dos escaños a costa del PP. Si eso ocurre, la proporción pasaría a ser de 169 escaños para la derecha, 174 para la izquierda y 7 para Junts. Lo sabremos definitivamente el próximo viernes.

La oferta al PSOE

Feijóo no ha explicado en ningún momento qué va a proponer a Pedro Sánchez. Si una simple abstención a cambio de nada, que haga bueno el criterio del PP de que debe ser investido el candidato de la lista más votada —una norma que no existe en España—, o si se lo pedirá a cambio de pactos de Estado como los que ofreció la semana pasada en materia institucional, del estado del bienestar, economía y territorio.

No falta, sin embargo, quien cree que ofrecerá incluso una gran coalición PP-PSOE al estilo de la que gobernó Alemania hasta las últimas elecciones. Eso es lo que parece deducirse sus últimas declaraciones: “España merece estabilidad. Estamos presidiendo la presidencia de turno del Consejo [sic]” y “negociando en Bruselas la regla de gasto” de la que depende el proyecto de presupuestos para 2024, explicó. “Vienen tiempos en los que se necesita estabilidad, mucho europeísmo y mucha centralidad y creo que sería un inmenso error que en España gobernasen los independentistas” que “han perdido escaños”. En cambio, remarcó en referencia al PP y al PSOE, “los partidos de Estado han ganado apoyos, han ganado en votos y tenemos un resultado muy importante”.

Lo que es seguro es que el PSOE no tiene intención alguna ni de facilitar la investidura de Feijóo ni mucho menos de integrar esa gran coalición. Feijóo lo sabe, pero lo que no aclara ni él ni ninguno de sus colaboradores más próximos es si a pesar de ello pedirá al jefe del Estado que le proponga para la investidura alegando que encabeza la lista más votada en las elecciones del 23J, a sabiendas de que no tiene los apoyos que necesita. O si, en la estela de Mariano Rajoy, desistirá de intentarlo.

José María Aznar, a través de un editorial publicado por la Fundación FAES, que preside, le anima a intentar la investidura aun sin los votos necesarios. “El PP es la primera fuerza política, con diferencia respecto al PSOE, y puede ofrecer a los españoles una propuesta que Núñez Feijóo tendrá la oportunidad de detallar, con ambición, en el proceso de investidura. Y si los españoles son llamados de nuevo a las urnas en los próximos meses, el Partido Popular estará preparado. Es tiempo de serenidad, coherencia y patriotismo”.  El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, también ha defendido públicamente que se presente a la investidura, aunque sea fallida, y a pesar de las reservas que tiene algunos barones que temen que el líder del PP se desgaste inútilmente.

En cualquier caso, fuentes del PP citadas por Europa Press advierten de que es el rey el que, tras consultar con los representantes de los grupos políticos presentes en el Parlamento, y a través del presidente del Congreso, propone un candidato a la Presidencia del Gobierno. Y habrá que ver si propone a Feijóo o no lo hace, en caso de no tener apoyos. “Si lo propone, irá”, sostiene un parlamentario conservador.

Despejar el escenario

En cualquier caso Génova quiere despejar cuanto antes el escenario para poner todo el foco sobre Sánchez y acusarle de no respetar la regla de la lista más votada que Feijóo repite desde hace un año a pesar de que no forma parte del sistema político español. Y de denunciar, un día sí y otro también, su disposición a llegar a acuerdos con EH Bildu y con Junts con tal de seguir en La Moncloa.

Con esta hoja de ruta, Feijóo ha conseguido, de momento, evitar que el fracaso del 23J desencadene una nueva crisis interna. Todos los barones han avalado la estrategia de proceder a la liturgia de buscar apoyos, si bien la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, la ha considerado completamente inútil al dar por seguro que el PSOE pactará con los independentistas y conseguirá gobernar. Lo que nadie sabe es si hay un plan más allá de esas conversaciones.

El PP entró en shock a la vista de un resultado que sus dirigentes no esperaban y en las últimas horas se suceden, cada vez más, los análisis internos y la atribución de culpas. Feijóo y su equipo ponen la vista en la competencia con Vox y la división del voto, sin hacer autocrítica alguna. FAES, la fundación que preside José María Aznar, está en esa línea y considera que el PSOE “ha conseguido movilizar a una parte de su electorado” en las elecciones gracias a Vox, un partido que, a su juicio, “ha representado con gran exactitud todo lo que los socialistas querían difundir para extender el miedo a una alternativa de Gobierno”.

Pero también hay voces, especialmente en los medios de la derecha, que señalan graves errores de estrategia cometidos durante la campaña, especialmente la última semana, que atribuyen al llamado clan de Santiago, el entorno más cercano a Feijóo, y especialmente a su mano derecha dentro del partido, el también gallego Miguel Tellado, al que culpan de haberse creído las encuestas y vender la piel del oso antes de cazarlo.

Aguirre ya piensa en el relevo

Quien sí se ha apresurado a apostar por la presidenta madrileña como relevo de Feijóo es su antecesora en el cargo, Esperanza Aguirre. Feijóo se equivocó en la campaña para las elecciones generales “diciendo que prefería al PSOE” antes que a Vox, aseguró en un coloquio organizado por el diario ultra The Objective, y sugirió que el futuro de su partido pasa por Ayuso.

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Feijóo erró, según ella, al apostar por el PSOE y no por Vox en el tramo final de la campaña. Es “una incongruencia” decir que se va a “derogar el sanchismo” a la vez que pides el voto a “los sanchistas”. La estrategia correcta, defendió, hubiese sido dar “la batalla cultural” que otorgó a Ayuso la victoria el 28M. Todo el electorado a la derecha del PSOE deberá estar en el futuro en manos Ayuso, convino la expresidenta Aguirre cuando se lo preguntaron. 

Feijóo tiene que decidir en las próximas semanas qué rumbo toma también en sus relaciones con Vox, después de haber fracasado en un intento de atraer a todo el electorado a la derecha del PSOE, el centro, la derecha y la ultraderecha. Sin olvidar que tiene por delante dos patatas calientes en las comunidades de Aragón y Murcia, en las que el PP sigue sin alcanzar un acuerdo con los de Santiago Abascal.

Si la legislatura resulta fallida y hay nuevas elecciones, Feijóo lo intentará de nuevo. Hace apenas unos meses describió estas elecciones como su única oportunidad para derrotar a Pedro Sánchez, pero si nadie logra la investidura tendrá otra ocasión el próximo invierno. De lo que no hay duda es de que si Sánchez logra formar gobierno, su trayectoria al frente del PP habrá acabado. Nadie cree que vaya a tener recorrido como líder de la oposición en el Congreso, lo que abriría la puerta a un relevo al frente del partido al que estaría convocada Ayuso, pero también el presidente andaluz, Juanma Moreno.

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