Cataluña es la única comunidad con un protocolo específico contra el radicalismo islamista en las aulas

La Generalitat puso en marcha en 2015el protocolo de Prevención, detección e intervención de procesos de radicalización islamista en los centros educativos" (puedes consultarlo en catalán aquí). El plan, propuesto a la Conselleria de Enseñanza por la de Interior, estaba diseñado para "prevenir, desde el ámbito educativo, todos los tipos de radicalización" y específicamente la islamista. Se puso en marcha el curso 2016-2017 y la Generalitat es la única institución autonómica de España que tiene un protocolo concreto contra la radicalización islamista en las aulas.

Este protocolo busca "dotar a los centros educativos de orientaciones y recursos para evitar que un alumno inicie un proceso de radicalización". El documento y su aplicación causaron controversia en su día, ya que algunos colectivos lo vieron como una estigmatización de los alumnos musulmanes, y temieron que pudiera fomentar la islamofobia por centrarse en una comunidad específica.

Al comienzo de este curso, la entonces consellera de Enseñanza, Clara Ponsatí, anunció que estaban estudiando los resultados del primer año de su aplicación junto con los Mossos, pero que, a tenor del doble atentado yihadista en Cataluña, planeaban ampliar la formación contra el radicalismo entre los profesores, ya que anteriormente sólo se formaba a los directores de los centros educativos. 

Enfoque transversal

Hay un consenso generalizado en las autonomías en que la prevención del radicalismo se enfoca de manera transversal, a través de programas de multiculturalidad, integración y prevención del racismo. Es lo que confirman desde la Consejería de Educación de Madrid: "No hay ningún protocolo específico", señalan, aunque hacen alusión a programas para fomentar la convivencia y la prevención de la islamofobia.

La Generalitat Valenciana señala que sus líneas de actuación en este campo son tres: la promoción de la convivencia en los centros educativos, el establecimiento de protocolos de actuación ante problemas de convivencia, y la formación del profesorado. Según explican a infoLibre fuentes de la Generalitat, los incidentes en los centros son registrados en el Plan PREVI (Plan de Prevención de la Violencia y Promoción de la Convivencia), y "los casos graves son trasladados al Ministerio Fiscal y a la dirección territorial". En este sentido, añaden que preparan una modificación en el registro del PREVI para que los incidentes recojan las causas por las que se han producido: "Si incluye violencia sexual, violencia de género, causas de odio o motivos religiosos, entre otros".

Aragón es otra de las autonomías que encuadra la prevención del radicalismo en planes más amplios. Según especifican fuentes de la Consejería de Educación, "la integración se trabaja de forma transversal en los currículos y de manera específica en proyectos de innovación". En esta línea, destacan que "se ha recuperado la asignatura de Educación para la Ciudadanía en la que se trabajan los valores".

Por su parte, la Junta de Castilla-La Mancha delega este ámbito en los propios centros educativos: "Cada centro, dentro de su autonomía, tiene un plan de convivencia en el que establece medidas de mejora en todos sus aspectos, entre otros, la lucha contra el radicalismo".

A pesar de no tener protocolos específicos, las autonomías actúan de manera muy similar cuando se detecta un caso de posible radicalismo: lo ponen en manos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. En este sentido, desde el Gobierno de La Rioja se señala: "Los centros educativos que detectan situaciones de este tipo lo ponen en conocimiento de las Fuerzas de Seguridad o de la Inspección Educativa para que lo traslade a la Policía".

Formación específica a los educadores

En cuanto a formación del profesorado específica frente al radicalismo, desde la Xunta de Galicia explican que, a pesar de no contar con un protocolo como el de la Generalitat, desarrollaron "una jornada formativa para el profesorado sobre prevención de radicalismos, en colaboración con el Centro de Estudios de la Seguridad de la Universidade de Santiago de Compostela".

Desde la Consejería de Educación de Baleares también han realizado formación específica a los centros: "Se ha hecho formación sobre detección y prevención de procesos de radicalización para directores de centros, de manera coordinada entre Educación y la Dirección General de Emergencias e Interior", y confirman que pretenden continuar con esta formación en el próximo curso.

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Ceuta y Melilla

La jefa de la Unidad de Programas Educativos de Ceuta, Mila Pérez, explica que su departamento, dependiente del Ministerio de Educación —Ceuta y Melilla son las únicas administraciones de educación competencia del Ministerio—, tampoco tiene ningún programa específico frente al radicalismo islamista. "Todo está encuadrado en los programas de integración y convivencia, y desde la educación intercultural y en integración", señala. Cuando un centro de Ceuta detecta un posible caso de radicalización "de cualquier tipo", matiza, "los departamentos psicopedagógicos avisan a la fiscalía". 

En cuanto a la formación de los educadores, señala que tienen previsto hacer unas jornadas para formar a los profesores "en enero o febrero, con una charla específicamente sobre radicalización de cualquier confesión", para "dar líneas de actuación" a los profesores sobre cómo enfrentarse a un caso así. Además, Pérez adelanta a infoLibre que se preparan unas jornadas en esta materia en colaboración con el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (Sepie). Aun así, Pérez matiza: "No nos gusta que los cursos o los protocolos se denominen así porque puede herir sensibilidades".