La censura franquista pervive en versiones de libros y películas aún en circulación

Archivo - Fachada del edificio de la Filmoteca Española en la Calle de la Magdalena.

Sol Carreras (EFE)

Han pasado casi 50 años de la muerte del dictador Francisco Franco, pero la censura franquista pervive a día de hoy en algunos libros y películas de aquella época que todavía circulan con sus versiones censuradas, bien por desconocimiento o bien por falta de recursos para acabar con esta situación, según informa EFE.

Sea cual sea el motivo, lo cierto es que la mayoría de ciudadanos no son conscientes de que en España sigue habiendo obras culturales con censura franquista en plena democracia.

La asociación para la recuperación de la memoria histórica lleva tiempo alertando de esta situación y ha pedido incluso formalmente al Gobierno que actúe para terminar con lo que considera una "agresión a la libertad de expresión".

Casos como el de la película Sor Citroën

Ferrán Alberich, premio nacional de Patrimonio Cinematográfico y Audiovisual 2022, conoce perfectamente esta realidad, ya que está dedicado desde hace décadas a la recuperación, restauración y difusión del patrimonio cinematográfico español a través de su trabajo en la Filmoteca Española y en la Filmoteca de Cataluña.

"Casi todas las películas españolas que fueron censuradas siguen estando censuradas. Es decir, los cortes de censura no se han repuesto en las películas", cuenta en declaraciones a EFE el experto, que pone como ejemplo el caso de Sor Citroën, que sigue emitiéndose sin una escena en la que la actriz Gracita Morales recita el código de circulación junto al resto de monjas en el refectorio en lugar de sus oraciones.

El caso de las películas extranjeras que fueron censuradas es diferente porque, según explica Alberich, lo habitual es que las distribuidoras interesadas en volver a emitirlas importen las versiones completas de sus respectivos países de origen.

Sin embargo, con la mayoría de películas españolas mutiladas en el franquismo la censura continúa, principalmente porque en su momento "no existía la práctica de guardar sistemáticamente las escenas cortadas" y solo en algunos casos sobrevivieron los fotogramas con las escenas originales.

"Habría que hacer un trabajo de reconstrucción, de restauración, que a muchas empresas no les interesa por razones económicas", cuenta el cineasta.

Estas dificultades técnicas y económicas hacen que sea muy complicado poder ver películas censuradas por el franquismo sin cortes, aunque hay excepciones como Furia española, de Francesc Betriú, restaurada recientemente en la Filmoteca de Cataluña por Alberich y su equipo en su versión íntegra.

El trabajo de la Filmoteca Española

Fuentes de la Filmoteca Española constatan las dificultades para acabar con las versiones de películas españolas censuradas, ya que en la mayoría de las ocasiones sería necesario hacer una investigación "de meses" hasta lograr dar con los fotogramas originales y recomponer la obra en su totalidad.

Y añaden que la situación es más complicada de revertir teniendo en cuenta que la mayoría de estas producciones cinematográficas afectadas por la censura franquista no son de propiedad del Estado, por lo que "escapan totalmente al control público".

"Es imposible controlar qué versión se emite", reconocen a EFE fuentes de esta institución, que alegan también el desconocimiento de esta realidad entre buena parte del sector audiovisual.

No obstante, en algunos casos las distribuidoras se dirigen directamente a la Filmoteca Española para solicitar determinadas películas de su colección y aquí, al menos, el propio centro trata de evitar facilitar una versión censurada y opta siempre por la original, si existe.

Esto también suele ser complicado porque queda mucho trabajo por hacer al respecto y, por el momento, en la Filmoteca Española tan solo están identificadas una tercera parte de las películas sobre las que conservan cortes de censura.

Libros con censura franquista en bibliotecas públicas

El filólogo español Jordi Cornellà, que trabaja en la Universidad de Glasgow, ha comprobado cómo la literatura también sigue afectada por esta problemática y, de hecho, asegura que todavía es frecuente encontrar en circulación novelas españolas y extranjeras en su versión censurada por el franquismo.

"Quería ver qué había pasado antes, y me di cuenta de que la censura estaba afectando al presente", relata a EFE.

Su especialidad son los autores de habla inglesa, como Ernest Hemingway y James Baldwin, de los que ha localizado obras con censura franquista tanto en España como en países de América Latina, como por ejemplo las novelas 'Al otro lado del río y entre los árboles' y 'Nada personal', respectivamente.

Cornellà comenta que en algunos casos la censura consistía en eliminar alusiones a la guerra civil o determinados comentarios que se consideraba ofensivos o contrarios a los valores del régimen, pero en otros casos esta intervención podía llegar a cambiar por completo el espíritu de la obra.

Y alerta de que, al igual que en el caso del cine, es muy difícil revertir esta situación, ya que en las bibliotecas públicas siguen disponibles versiones censuradas e, incluso cuando se reedita una obra, suele hacerse a partir de la versión alterada por el franquismo.

Un problema fuera del debate público

Tanto Cornellà como Alberich coinciden en la dificultad de solucionar esta situación, pero el filólogo cree que sería mucho más sencillo si se hubieran tomado medidas en los primeros años de la democracia.

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"Hubiera sido necesario un debate público para solventar este tema antes, por ejemplo en los años 80, y estaríamos en una situación bastante mejor (...) pero en la Transición no se discutió", lamenta.

Por su parte, Cornellà cree que en el mundo del cine no hay mucha voluntad para solucionar esta situación porque las películas que se siguen emitiendo en su versión censurada "funcionan perfectamente" entre un público "nostálgico" que no sabe ni siquiera que existe una versión original, por lo que no la echa en falta ni la reclama.

La Ley de Memoria Democrática de 2022 no aborda la realidad de la pervivencia de la censura franquista, una problemática que no está presente en el debate público y sobre la que el Gobierno no tiene previsto adoptar por el momento ninguna medida.

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